‘Se requiere de muchísimo autocontrol’
Araya opina que intervención del alto tribunal debe darse solo cuando es ‘estrictamente indispensable’
El abogado litigante Jorge Araya García, nuevo magistrado de la Sala IV, es crítico del “activismo judicial desenfrenado”.
Araya asumirá su puesto en la Corte Suprema de Justicia con la certeza de que la Sala IV debe autocontenerse para no invadir el ámbito de acción de los poderes Legislativo y Ejecutivo, e intervenir solo en casos de extrema necesidad.
También considera que ya es hora de hablar de reformas a la jurisdicción constitucional y de encontrar mecanismos para que la ciudadanía vea a la Sala como un órgano eficiente, que mejore su capacidad de respuesta y cuyas sentencias sirvan como un instrumento de educación a la población.
El siguiente es un extracto de la entrevista que Araya concedió ayer a La Nación.
--- ¿Cómo recibe su designación como magistrado de la Sala Constitucional?
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Plenamente consciente de la responsabilidad que conlleva en momentos, particularmente difíciles para el Poder Judicial y con enormes desafíos para la justicia constitucional costarricense.
”Tomo esta decisión de la Asamblea Legislativa consciente de que mi compromiso es únicamente con la defensa de la Constitución, sus principios y valores”.
--- En la audiencia ante la Comisión de Nombramientos, a finales de 2015, usted exponía que uno de los grandes retos de la Sala IV es el de no invadir los ámbitos de acción de los otros poderes de la República, el Legislativo y el Ejecutivo. ¿Considera que ese tema toma más relevancia?
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Indudablemente. A nivel mundial se está hablando dentro del ámbito del derecho constitucional comparado sobre el desafío que significa ese activismo judicial desenfrenado, de tal manera que se requiere, de parte de la justicia constitucional costarricense, muchísima mesura y un autocontrol, a efecto de que la intervención del órgano que se encarga de la defensa constitucional sea en situaciones y condiciones estrictamente indispensables, tal como lo establece la Constitución, el derecho de la Constitución y la Ley de la Jurisdicción Constitucional.
--- Usted llega en un momento de intensa discusión pública, con temas sensibles. ¿Cómo se siente de llegar justo ahora a un puesto de tanto escrutinio público?
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Por esas cosas de la vida y de Dios, llego en el momento de mi madurez personal, profesional y académica, muy consciente de la responsabilidad que los diputados han depositado en mí. Y la manera de retribuir ese gesto de confianza es con una defensa absoluta del derecho de la Constitución, de esos valores y esos principios que son sagrados para la institucionalidad democrática.
--- Mencionaba antes que su formación como comunicador va a ser muy valiosa para mejorar la comunicación del quehacer de la Sala. ¿Cómo podría mejorar?
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Es que las sentencias de la Sala son un instrumento de educación y de comunicación, de tal manera que contribuiré en la medida de mis posibilidades con todos mis compañeros que ya tienen una experiencia importante a que esas resoluciones importantes se conviertan en ese instrumento que venga a portar una luz dentro de algunos claroscuros de los ámbitos público y privado del Estado.