Juez que envió a Lula a prisión será ministro de Justicia
→ Ganó fama en Operación Lava Jato y también encarceló a jerarca de Odebrecht
RÍO DE JANEIRO. AFP- El presidente electo, Jair Bolsonaro, reclutó este jueves al juez Sergio Moro como próximo ministro de Justicia de Brasil. Suma así a su equipo una figura emblemática de la lucha contra la corrupción, una de sus principales banderas de campaña.
El Ministerio de Justicia absorberá, bajo el mando del magistrado que ganó fama al fren- te de la Operación Lava Jato, a la cartera de Seguridad Pública, que fue creada en febrero para tratar de coordinar los esfuerzos de los estados en el combate contra el crimen organizado.
“El juez federal Sergio Moro aceptó nuestra invitación para el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública. ¡Su agenda anticorrupción, anticrimen organizado, con el respeto de la Constitución y las leyes, será nuestro norte!”, tuiteó Bolsonaro.
“Después de una reunión personal en la cual se discutieron políticas para esa cartera, he aceptado la honrosa invitación”, dijo Moro, quien fue recibido durante casi dos horas por Bolsonaro, en su residencia en Barra da Tijuca (zona oeste de Río de Janeiro).
“La perspectiva de implementar una fuerte agenda contra la corrupción y contra el crimen organizado, respetando la Constitución, la ley y los derechos, me han llevado a tomar esta decisión”, agregó Moro.
La actuación de Moro, un juez de primera instancia de Curitiba, está identificada con la Operación Lava Jato, que desde el 2014 puso al descubierto una vasta trama de sobornos pagados por constructoras a políticos de casi todos los partidos, para obtener contratos en la estatal Petrobras.
Sus sentencias llevaron a la cárcel a figuras como el ejecutivo Marcelo Odebrecht (expresidente de la constructora Odebrecht) y al exmandatario de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, quien desde abril cumple una pena de 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Sesgo. La defensa de Lula, que siempre denunció un sesgo político en las decisiones de Moro, pidió la absolución del líder de izquierda en otro caso (relacionado con la compra de un terreno por Odebrecht para construir el Instituto Lula en São Paulo), alegando que la integración de Moro al gobierno de Bolsonaro demostraría que su cliente es víctima de lawfare (uso de las leyes con fines de persecución política).
Moro dijo que no celebraría audiencias judiciales, “para evitar controversias”.
La salida de Moro del juzgado de Curitiba se da, según juristas, en un momento en que Lava Jato está llegando a su fin en Curitiba, orientándose a Río de Janeiro, São Paulo y Brasilia. La presencia de Moro en el Gobierno puede significar, de acuerdo con analistas, una garantía de legalidad para Bolsonaro, que a lo largo de su carrera como diputado dio declaraciones contrarias a los derechos humanos.
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