Inversiones de Costa Rica en el Istmo caen este año
Crisis en Nicaragua y fin de obras en Panamá causan baja
Los flujos netos de inversión de Costa Rica hacia América Central sufrieron un notable retroceso en el primer semestre de este año.
Las cifras generales indican que se registró una desinversión de $9,9 millones, luego de varios periodos de ser positiva, según información solicitada al Banco Central.
El problema se presenta por la situación interna en Nicaragua y porque se terminaron obras grandes de infraestructura en Panamá, donde estaban empresas costarricenses que ya se devolvieron, según coincidieron fuentes del sector privado, exministros de Comercio Exterior (Comex) y la actual jerarca de esa cartera, Dyalá Jiménez.
A eso se añade que las inversiones directas de ticos en otros países, como Guatemala y El Salvador, tampoco son fuertes, pues se estima que la situación política interna de esas naciones afecta también la credibilidad jurídica de los inversionistas.
Cifras por país. Por ejemplo, las cifras aportadas por el Banco Central indican que mientras en el segundo semestre del 2017 se registró una inversión neta de costarricenses en Panamá por $44 millones, en los primeros seis meses de este año la cifra fue de -$8 millones.
También, la inversión neta de costarricenses en Nicaragua retrocedió. Durante los últimos seis meses del 2017 se registró un monto de $11,2 millones, mientras que entre enero y junio de este año se acumularon -$27,5 millones.
Los números de la inversión extranjera directa (IED) se mantienen positivos en Guatemala y El Salvador, aunque no son grandes cantidades.
En tanto, a Honduras prácticamente no se registran movimientos de inversiones ticas en los últimos años.
Según el ente emisor, los flujos pueden ser positivos (inversión) o negativos (desinversión). Las desinversiones pueden deberse sobre todo a pago de dividendos o cancelaciones de préstamos a la casa matriz (en Costa Rica).
Según la Definición Marco de la Inversión Extranjera Directa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que se encuentra armonizada con el Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional (MBP6) del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su sexta edición, se define la inversión directa en el exterior como la realizada por un inversionista directo residente en la economía compiladora, en una empresa de inversión directa no residente.
Para que califique como inversión directa, la participación en el capital debe ser superior a un 10%.
Factores pasajeros. El extitular del Comex, Marco Vinicio Ruiz, consideró que la crisis interna en Nicaragua, con protestas en contra del Gobierno, así como la situación política interna, la casi paralización en algunos sectores y el cierre de negocios, frenaron el interés por las inversiones en ese país. Evidentemente, Nicaragua es un país donde Costa Rica ha mantenido un monto de inversiones importante, recordó el exjerarca.
En lo relativo a Panamá, Ruiz estimó que puede ser una situación de ajuste, donde ya se terminaron las grandes obras, entre ellas las del Canal. Muchas de las empresas ticas allá, agregó, son del sector de construcción y, posiblemente, no se estén iniciando grandes estructuras.
Mencionó que la gente está siendo muy cautelosa en la región, ante la crisis política de algunas naciones, entre ellas Guatemala, donde hay cuestionamientos incluso contra el presidente de la República.
Sin embargo, Ruiz estima que no se trata de problemas estructurales o permanentes, sino pasajeros, con lo cual es posible que se restablezcan las condiciones internas y se reanime el interés por las inversiones.
El director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), Francisco Gamboa, consideró que la región no vive definitivamente su mejor momento en cuanto al clima político e institucional.
“Nicaragua es el caso extremo, ante la situación (...) que estalló en abril (2018). Pero en los demás países hay crisis políticas en algún grado: denuncias de corrupción generalizadas, denuncias de fraudes electorales, poca claridad en separación de poderes, gobiernos no tan cercanos al sector productivo, entre otros”, agregó.
Gamboa coincidió en que esta situación también se puede superar. “Esperamos que se supere esta situación en algún momento, que se comprenda, por parte de los países de la región, que sin Estado de derecho, sólida institucionalidad, transparencia, libertad de empresa y seguridad jurídica, no puede darse el desarrollo que tanto necesita la región”, añadió.
La ministra Jiménez resaltó cómo la inversión de ticos en la región se ha mantenido relativamente baja, con un promedio de $46 millones en los últimos 10 años. Agregó que el año 2017 fue atípico en este sentido, pues la inversión en América Central alcanzó un monto récord de $121 millones, explicada principalmente por la presencia costarricense en Panamá.
La jerarca agregó que la caída para este año, especialmente en el primer trimestre, tiene que ver con flujos negativos de inversión en Panamá y Nicaragua. La inversión en el vecino país del norte, efectivamente, cayó considerablemente en el primer trimestre de este año, y la inversión en Honduras se ha mantenido cercana a cero durante los últimos 10 años, con excepción del 2010.
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