Médicos ‘construyen’ vagina a ticas gracias a nueva técnica
→San Juan de Dios intervino a 2 mujeres con procedimiento inédito en la región →Falta de periodo menstrual suele dar alerta de la condición en la adolescencia
Especialistas del Hospital San Juan de Dios “construyeron” una vagina para dos mujeres que nacieron con una condición llamada agenesia útero vaginal.
Este es un trastorno poco frecuente –se ve en una de cada 5.000 mujeres– que se presenta cuando la vagina y el útero no se desarrollan; las pacientes con esta condición tienen ovarios y órganos sexuales exteriores normales, pero carecen de canal vaginal, o bien este puede medir entre dos y tres centímetros. La longitud de una vagina normal es de entre siete y 10 centímetros.
De acuerdo con Andrés Zamora, jefe de Ginecología del San Juan de Dios, usualmente estas personas consultan por primera vez en su adolescencia o al final de esa etapa, pues la primera señal de sospecha es que no se ha presentado la menstruación (producto de la ausencia de útero).
Quienes presentan esta condición no pueden quedar embarazadas, y lo que se busca es que ellas logren tener función sexual; es decir, mantener relaciones como cualquier otra mujer.
Estas pacientes también enfrentan problemas de resequedad porque no producen lubricación, pero esto puede atenderse con geles lubricantes. Lo importante, según los especialistas, es que disfruten de su sexualidad y tengan bienestar mental y emocional.
“Hay alrededor de 11 técnicas quirúrgicas descritas para crear una vagina, la mayoría de estas técnicas implican tiempo quirúrgico prolongado, amplia disección de tejidos (...), con los riesgos incrementados de una cirugía amplia. Entonces, nosotros hicimos una parte vía laparoscópica (procedimiento mínimamente invasivo); es la primera vez que se realiza así en el área de Centroamérica.
”Esto nos permite menos morbilidad, dejando la parte vaginal completamente normal, con mejor recuperación y menor dolor posoperatorio”, explicó Zamora.
En el Hospital Calderón Guardia también se ha llevado a cabo este procedimiento en 10 mujeres, solo que ahí se utiliza una tecnología diferente a la dada a conocer la mañana de este jueves por los especialistas del San Juan de Dios.
Aunque esta enfermedad es poco común, tanto Zamora como Rita Peralta, ginecóloga del Calderón Guardia y quien también realiza esta intervención vaginal, recalcaron la necesidad de estar pendientes del desarrollo menstrual de las jóvenes. “Si ya a los 15 años no ven que la muchacha tiene la menstruación, es vital que vea a un médico. No cabe de excusa que en la familia a todas ‘les vino la regla’ ya ‘viejas’; puede haber otro tipo de trastornos o desajustes hormonales que deben revisarse”, expresó Peralta.
Técnica. El procedimiento que se realizó se conoce con el nombre de neovagina con la técnica de Vecchietti laparoscópica con sistema AGERS.
Para ello, las pacientes primero fueron sometidas a métodos de dilatación, con el fin de obtener tejidos más elásticos.
Esta técnica quirúrgica mínimamente invasiva tiene dos partes: una propiamente quirúrgica y una mecánica.
La parte de cirugía es para colocar un dispositivo que busca corregir la agenesia vaginal (AGERS, por sus siglas en inglés). Esta técnica tiene una duración de unas dos horas.
El dispositivo, cuyo costo ronda los $4.000 (unos ¢2,5 millones), permite, por medio de tracción mecánica, ir abriendo el canal vaginal.
Este aparato consta de varias partes: una placa de soporte, que se coloca sobre el abdomen de la paciente, así como hilos de tracción y una bola neoformadora (que apoyará la “formación” de la vagina). Estos dos últimos se colocan dentro del que será el nuevo órgano femenino.
Concluida la cirugía, las pacientes permanecen internadas entre ocho y 10 días. Cada día se realiza una tracción por medio del dispositivo que está sobre el abdomen y que mueve la bola neoformadora en el interior. Esto permite abrir el canal vaginal un centímetro diario.
Cuando se logra el resultado esperado, el dispositivo se retira. Las pacientes son dadas de alta, pero ellas deben utilizar un dilatador vaginal por las noches durante un mes. Transcurrido este tiempo, pueden tener relaciones sexuales.
“De hecho, el que ambas mujeres tengan pareja nos ayuda a mantener resultados. El tener relaciones sexuales mantiene todo en su lugar; si no fuera así, las mujeres deberían seguirse dilatando con los instrumentos especiales para mantener la apertura”, indicó Zamora.
Estas cirugías se realizaron en junio, tiempo suficiente para hacer mediciones. Los médicos del San Juan indicaron que las pacientes no han tenido ninguna complicación ni dolor.
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