La Nacion (Costa Rica)

Nuevos negocios sacan a Correos de números rojos

Paquetería y venta de servicios representa­n 60% de ingresos

- Marvin Barquero mbarquero@nacion.com

Los envíos de paquetería y la venta de servicios (outsourcin­g) sacaron a Correos de Costa Rica de los números rojos.

Estos negocios representa­ron el 60% de los ingresos en el 2017, fruto de una reconversi­ón emprendida para salir del tradiciona­l correo postal en Costa Rica.

En tanto, los servicios tradiciona­les en esa entidad pasaron de aportar el 31% de los ingresos en el 2015 a ser solo un 17% en el 2017, lo cual refleja la adecuación al cambio acelerado, consideró el gerente general de la compañía, Mauricio Rojas Cartín.

El informe del estado financiero de la empresa enviado a la Contralorí­a General de la República indica que al 31 de diciembre del 2017 se acumularon ingresos en ese año por ¢8.205 millones en servicios de courier o paquetería. Los servicios outsourcin­g (entre ellos la operación de centros de llamadas contratado­s con algunas empresas) generaron ¢4.964 millones.

Mientras tanto, el servicio postal tradiciona­l produjo un ingreso de ¢4.013 millones el año pasado, conforme con esos estados financiero­s.

En general, esa empresa logró cerrar el 2017 con utilidad bruta de ¢1.622 millones (sin restar impuestos y aportes establecid­os por ley), lo cual le permite absorber pérdidas generadas en el servicio postal tradiciona­l, el cual está obligado a prestar en todo el país, en cumplimien­to de la ley 7.768.

Aparte de los impuestos, esa entidad tiene la obligación legal de trasladar un 3% de las ganancias al Fondo Nacional de Emergencia­s y aportar a la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS), según la ley de protección al trabajador. Se calcula que un 48% de las utilidades se deben transferir en tributos y aportes.

El aporte que está obligado se denomina “servicio social de comunicaci­ón postal”.

Para ser rentable, las tarifas del 2017 de ese servicio se tendrían que haber aumentado un 247%, según dijo la institució­n en los datos entregados a la Unidad Técnica de Apoyo a la Comisión para la Promoción de la Competenci­a (Coprocom), que realizó un estudio sobre el mercado postal en Costa Rica.

Dicho análisis fue parte de los compromiso­s adquiridos por Costa Rica en su proceso de adhesión a la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE). En él, la Coprocom propone que se liberalice el mercado postal en Costa Rica.

Enfrentar la crisis Mauricio Rojas señaló que ante la acelerada transforma­ción del mercado en el cual se mueve la empresa decidieron no cruzarse de brazos a esperar el impacto.

La peor situación recordó el gerente –quien tiene 32 años en la firma y empezó como cartero– se presentó en el 2008, cuando de un año a otro perdieron dos millones de envíos. No había recursos para pagar aguinaldos en esa ocasión, recordó.

Por lo tanto, salieron a promover los servicios de la empresa en entidades como la Dirección General de Migración, con la cual establecie­ron un convenio para distribuir los pasaportes, por ejemplo.

El avance en este campo es tal que actualment­e distribuye­n hasta datáfonos para una entidad bancaria, con personal especializ­ado que no solo instala el dispositiv­o sino que también capacita al dueño del negocio (generalmen­te pulperías) sobre la forma de usarlo.

La empresa, señaló Rojas, entró en el negocio de paquetería internacio­nal y local, así como en otras áreas, tanto que dentro de unos cuatro años se prevé que el correo tradiciona­l sea apenas un aspecto marginal. Hoy, por ejemplo, un 90% del negocio de ventas por catálogo en el territorio nacional se transporta mediante esa compañía.

Actualment­e tiene ganancias anuales de entre ¢1.600 y ¢2.000 millones y realizan unos 27.000 envíos de paquetes al día, de los cuales más de 12.000 correspond­en a compras locales. Hay un aumento en las compras locales en línea, según Rojas.

A eso se añade un resultado que ni la firma se esperaba en la zona rural. Del total de envíos, el 60% se hace a lugares localizado­s en la Gran Área Metropolit­ana (GAM) y el restante 40% a zonas rurales. Tampoco se considerab­a tal desarrollo en la zona rural.

Las 110 sucursales, los 18 centros regionales de distribuci­ón y los 2.200 empleados que mantienen “servicio social de comunicaci­ón postal” ahora se aprovechan como una red para dar los otros servicios.

Así, cuando se envía ese correo tradiciona­l a La Cruz, frontera norte, por ejemplo, también se manda la paquetería adquirida por Internet, el negocio de ventas por catálogo y otros. De esa manera, se llevan hasta parabrisas para vehículos con la seguridad de que alguien se hará responsabl­e si sufriera algún daño, aseguró el gerente.

■ Colaboró el periodista Óscar Rodríguez.

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JORGE NAVARRO Adrián Díaz trabaja en el servicio EMS Courier, dirigido a empresas locales.
 ?? ALBERT MARÍN. ?? El tradiciona­l cartero se reconvirti­ó y hoy presta servicios de diversos tipos, conectados mediante los teléfonos y otros dispositiv­os. En San Isidro de Heredia, Javier Campos es uno de los empleados de Correos de Costa Rica.
ALBERT MARÍN. El tradiciona­l cartero se reconvirti­ó y hoy presta servicios de diversos tipos, conectados mediante los teléfonos y otros dispositiv­os. En San Isidro de Heredia, Javier Campos es uno de los empleados de Correos de Costa Rica.
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