Precio de combustibles impacta producción
→ Desde 2015, costo viene en alza constante; tipo de cambio eleva efecto
Costa Rica experimenta un aumento constante en el precio que paga por el coctel de hidrocarburos que importa.
Esa situación sumada al aumento en el precio del dólar tiene un efecto negativo en la producción local.
La combinación sube los precios de bienes para el sector productivo, totalmente dependiente de hidrocarburos importados. Estas alzas terminan trasladándose a los consumidores finales.
El precio de los hidrocarburos que paga el país viene en aumento constante desde el 2015. Solo entre 2017 y setiembre del 2018, el crecimiento en el precio promedio del barril dentro del coctel que el país importa fue de un 30,62%.
Es decir, Costa Rica pagó más por hidrocarburos en los primeros nueve meses del año, que en todo el 2017.
El alza no se queda ahí. Desde abril del 2018 el país superó los precios más altos que había pagado desde el 2015. Los precios desde entonces y hasta setiembre de este año se acercan a los $80 mensuales por cada barril –promedio del coctel–, según los últimos datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
La combinación de hidrocarburos incluyen diésel, gasolina automotriz, kerosene, gas propano, gasolina de aviación, asfalto, fuel oil y aditivo MTBE.
Todos esos carburantes son de uso constante a nivel nacional en sectores que van desde transporte hasta la creación de productos alimenticios.
Se incluyen también el búnker, nafta y etanol, siempre y cuando sean requeridos.
El incremento en el precio del petróleo está asociado a distintos factores internacionales. Primero entra en juego la reactivación de la economía estadounidense y el consiguiente aumento en la demanda del mercado norteamericano.
A esto se suma que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió no aumentar la producción del crudo para elevar los precios.
También afecta la mala relación entre Estados Unidos e Irán. El objetivo de Washington es golpear las exportaciones iraníes de petróleo y lo están consiguiendo a través de sanciones a empresas.
Mientras tanto, Costa Rica paga más dólares por combustibles importados. En setiembre del 2015 el precio promedio del barril importado fue de $54,9. Dos años más tarde, en 2017, el país pagó $60,9 por barril. En el mismo mes pero en 2018 el precio fue de $83,7.
Entre setiembre del 2015 y el mismo mes del 2018 el aumento fue de un 52,49%.
La comparación entre enero y setiembre del 2017 y el mismo lapso del 2018 señala que el país importó 730.000 barriles menos, según datos del BCCR. A pesar de eso pagó $246 millones más.
Tipo de cambio. No solo el mayor precio de los hidrocarburos golpea a la producción. Hay otro factor más conocido y es el tipo de cambio.
Costa Rica debe destinar más dólares a importar hidrocarburos, y esos dólares le salen cada vez más caros.
En el 2016 el precio promedio del dólar fue de ¢546,23. Un año más tarde cerró en ¢568,73. Más de ¢20 de diferencia. A octubre del 2018 el precio anual acumulado de la divisa es de ¢572,35.
El tipo de cambio al 31 de octubre fue de ¢620,64 en Monex y en lo que va de noviembre la divisa alcanzó los ¢628,5 en el mismo mercado y superó los ¢630 en las ventanillas de los bancos.
Entretanto, la producción debe seguir y necesita hidrocarburos.
Los combustibles tienen la característica de que permean toda la cadena productiva. Desde la manufactura hasta la distribución.
A nivel local, la lógica es que el precio extra que está asumiendo la industria se traslada al consumidor final, como advierte Carlos Montenegro subdirector de la Cámara de Industrias de Costa Rica.
La construcción de carreteras, cajas de cartón, aceites, embutidos y hasta tortillas, todos los bienes dependen de hidrocarburos más allá de la gasolina y el diésel para el transporte.
Los números preocupan, pues el crecimiento económico del país se desacelera, mientras que el desempleo alcanzó el 10,2% según la última Encuesta Continua de Empleo realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
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