¿Quiénes son los iGen y cómo los afecta la tecnología?
SAN DIEGO, EE. UU. AFP. - La “iGen” es una generación más hogareña, inmadura y propensa a problemas de salud mental, describe Jean Twenge, profesora de Psicología de la Universidad de San Diego, Estados Unidos, al referirse a los jóvenes nacidos después de 1995 en medio de teléfonos inteligentes y redes sociales.
Twenge acaba de publicar su libro iGen: por qué los chicos superconectados están creciendo menos rebeldes, más tolerantes, menos felices y completamente no preparados para la adultez. Ella se basó en resultados de un estudio con 11 millones de jóvenes de ese país.
“La iGen es la primera generación que habrá vivido toda su adolescencia en la era de los teléfonos inteligentes, y esto tiene muchas consecuencias en su vida”, explicó la especialista.
Por ejemplo, son jóvenes que pasan mucho tiempo en Internet, jugando videojuegos y dedican menos tiempo a hacer actividades lejos de una pantalla, como leer, ver a sus amigos o incluso dormir.
Twenge señaló que la tendencia empezó a fines de los años 90, con los millennials, pero los teléfonos inteligentes parecen haber acelerado el fenómeno en últimos años.
¿Usted ha investigado el comportamiento y la salud de millones de adolescentes. ¿Qué ha observado?, se le preguntó.
Según la psicóloga, a partir de los años 2011 y 2012 empezó a ver “cambios más repentinos, como grandes subidas en la cantidad de adolescentes que decían sentirse solos o que creían que no podían hacer nada bien, que su vida no servía para nada, síntomas de depresión”.
Agregó que los síntomas depresivos han aumentado 60% en solo cinco años, con índices de autolesiones que se han duplicado o incluso triplicado en niñas, y de suicidio adolescente que se ha duplicado en pocos años.
Para ella, esto sucede justo cuando los teléfonos inteligentes se han vuelto indispensables entre los estadounidenses. “No son las pantallas en sí mismas el problema, es el hecho de que han reemplazado otras cosas lo que parece haber llevado a estos problemas de salud mental”, enfatizó.
Twenge señala en su libro que los padres de familia deben saber que pueden controlar cómo se ocupa el tiempo libre y así pueden ayudar a los hijos a aprovechar ese espacio.
“Estudios abogan por limitar las redes sociales a un máximo de dos horas al día para adolescentes. A los más pequeños, podemos darles un teléfono sin Internet”, finalizó.
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