Ideas para el Puerto
En la columna “Buenos Días”, del pasado 23 de noviembre, Ronald Matute, jefe de información de La Nación, argumentando que la iniciativa “Jale al Puerto” es insuficiente para reactivar la deprimida economía de Puntarenas, expuso algunas interesantes ideas para complementar el plan del gobierno.
Aunque aplaudimos el interés del periodista y sus propuestas, así como elogiamos la campaña publicitaria que procura atraer más visitantes a Puntarenas, lo cierto es que la ciudad requiere un plan que contemple todos los aspectos de su problemática socioeconómica y no solo aquellos que promuevan la actividad turística.
Los graves problemas de los puntarenenses son producto de la negligencia y la incapacidad de las instituciones estatales para concretar mayor inversión pública en la provincia, tanto en infraestructura como en educación y salud, a fin de captar inversiones privadas para dinamizar la economía, generar empleos y reducir la pobreza.
Puntarenas ha sufrido por muchos años el abandono y los efectos negativos de un injusto esquema de desarrollo que fomenta la desigualdad entre la región central del país y las costeras.
Un encargado.
En otras ocasiones he planteado la necesidad de un plan integral para potenciar con acciones a corto, mediano y largo plazo las opciones de desarrollo de la región, así como la conveniencia que, para su elaboración y ejecución, se designe un funcionario de alto nivel, un “ministro sin cartera” o un “comisionado presidencial”, con la suficiente autoridad para efectuar un eficiente y eficaz trabajo de coordinación con las instituciones del Estado responsables del desarrollo de Puntarenas.
Este funcionario debería contar con un equipo multidisciplinario para que, con una amplia participación de los fuerzas vivas y de los líderes locales, analicen las opciones existentes para la región, elabore los proyectos y gestione el financiamiento.
Uno de esos proyectos podría ser, por ejemplo, una zona económica especial (ZEE), idea planteada por la República de China hace algunos años, la cual beneficiaría a toda la región a través de la integración de diversas actividades productivas y de servicios, con significativas alianzas público-privadas y la participación de actores de la localidad.
Viviendas e Incopesca.
Una prioridad para la región es, sin duda alguna, la ejecución de programas de viviendas de interés social y el mejoramiento de barrios, así como de obras de infraestructura urbana (pavimentación de calles, vialidad urbana, infraestructura sanitaria, parques, ornato, etc.).
Por otra parte, un plan de fortalecimiento del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), que contemple algunas reformas a su ley de creación y la dotación de mayores recursos financieros y logísticos, es indispensable para que esa entidad pueda cumplir con sus amplias competencias de fomento y control de esa actividad, de tal forma que su trabajo contribuya, efectivamente, al mejoramiento de las comunidades costeras y de la calidad de vida de los pescadores.
El desarrollo ecoturístico en la legendaria isla de San Lucas, declarada patrimonio histórico arquitectónico, con una oferta hotelera de bajo impacto ambiental, ayudaría a diversificar la oferta turística y favorecería a la ciudad.
Deben inyectarse recursos para hacer del Parque Marino una verdadera atracción y un centro de información y educación sobre los recursos oceánicos para los estudiantes de todo el país.
Transformar la Junta Promotora de Turismo de la Ciudad de Puntarenas, que funciona como un órgano desconcentrado del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop), en una “agencia promotora” con una mayor participación de la empresa privada y del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) es otra idea que, al igual que las expuestas por Matute, deben valorarse como herramientas para que Puntarenas recupere el brillo que otrora la distinguió como la Perla del Pacífico.
Estoy seguro de que muchos puntarenenses, tomándole el reto al periodista, aportarán otras ideas, y aunque alguna que otra parezca un sueño, no perdamos la esperanza de verla materializada en una gran obra.
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Puntarenas necesita un plan para múltiples problemas, que no solo promueva el turismo