La Nacion (Costa Rica)

Lezcano encontró su segundo aire en Guatemala

El goleador del torneo habló con La Nación sobre la gran temporada que vivió a sus 36 años, pero dejó en el aire si continuará jugando

- Esteban Valverde esteban.valverde@nacion.com esteban.valverde@nacion.com

El atacante Andrés Lezcano tomó una decisión que le cambió la vida hace ya dos años. Después de pasar por Cartaginés, Alajuelens­e y Pérez Zeledón, aceptó un reto que en el papel podía ser poco atractivo, pero lo convirtió en una motivación para continuar su crecimient­o como deportista.

Lezcano alistó sus maletas y se fue a jugar a Guatemala.

El delantero entró en un dilema a inicios del 2017, cuando no contaba con minutos en el Municipal de Pérez Zeledón y le llegó un ofrecimien­to del Deportivo Carchá chapín. Lezcano reconoce que la decisión de firmar con este club, de poco nombre, le permitió crecer como deportista, debido a las experienci­as sumadas.

En este equipo sufrió un descenso. Sin embargo, pudo hacerse un nombre que luego le permitió fichar con el Antigua, en donde hoy pelea por un cetro.

El Antigua enfrenta al Comunicaci­ones en la fase definitori­a del certamen, con miras a las semifinale­s. En el cotejo de ida de la serie cayeron 0-1 y Lezcano jugó los 90 minutos, una constante que se ha mantenido durante la mayoría de la temporada.

“La decisión fue un poco complicada. Mi agente me propuso hace dos años la posibilida­d. Yo ya había comenzado el torneo con Pérez Zeledón, pero no jugaba, entonces se revivió el chance en Guatemala, en el Deportivo Carchá, al final yo acepté”, contó.

Oportunida­d. “Descender fue duro, luego yo quise irme al Comunicaci­ones, pero al final no se llegó a un acuerdo. Posteriorm­ente, se dio el chance de Malacateco y me fue bien para poder mostrarme y venir a Antigua”, detalló. El tico llegó en la actual campaña al plantel verdiblanc­o, en el que también están José Mena, Adrián de Lemos y Anllel Porras.

Al exjugador de Alajuelens­e le restan seis meses de contrato y luego valorará la posibilida­d de quedarse en tierras chapinas o volver al país.

■ Álvaro Saborío regresó a la Primera División a los 36 años y marcó 16 goles para liderar la tabla de goleadores, a falta de cuatro cotejos para que acabe el Apertura 2018.

El atacante tiene tres dianas más que su más cercano seguidor, Jonathan McDonald; empero, él es claro: el goleo es lo de menos, pues quería el campeonato.

Sabo adelantó que de momento no sabe si para el 2019 continuará en las canchas; sí dejó claro que tiene ilusión, pero también entrará en una etapa de evaluación y análisis.

--- ¿Cuál es su sensación luego de finalizado el certamen? ---

Creo que es un balance positivo para el grupo, hemos intentado llegar a la final, era el propósito desde que se inició el torneo. Nosotros queríamos eso, sabíamos de nuestras cualidades. Se nos dieron las cosas, el balance es positivo, estamos dolidos pero orgullosos.

--- ¿Está conforme con lo que mostró?

---

Bueno, creo que pude ayudar mucho al equipo con goles, con asistencia­s, con defensa, con guiar a los muchachos; eso me llena mucho, me siento muy contento con el aporte.

--- ¿Se esperaba jugar tantos partidos? Porque mucha gente imaginó que regresaba a divertirse por periodos cortos a la Primera División.

---

Eso es también diversión, jugar todos los minutos me divierte. No es que uno se divierta en plan de no competir, la diversión mía es profesiona­l. Me divierto haciendo goles con el equipo, me divierto buscando que el equipo gane. Uno busca una diversión competitiv­a y eso fue lo que encontré acá cuando llegué a la Liga de Ascenso; disfruté mucho esto por el grupo que se hizo y la calidad de torneo que logramos.

“No es que uno se divierta en plan de no competir, la diversión mía es profesiona­l. Me divierto haciendo goles con el equipo, me divierto buscando que el equipo gane.

--- ¿Cómo definiría su condición ahorita?

---

Me siento muy bien, hace mucho no pasaba un torneo sin lesiones, lo jugué todo y eso me hace sentir muy bien.

--- ¿Usted demuestra que el fútbol no es de edad, sino de buenos y malos?

---

Yo no lo tomo así, lo tomo como rendimient­o. Si usted rinde, es cosa de cada uno aprovechar su chance. Las oportunida­des las da el fútbol sin importar si usted es novato o veterano; si aprovecha las oportunida­des, le va bien. Uno no puede decir que un viejo no va a ren- dir, porque un jugador de 30 y tantos anota... Sé que los equipos piensan en proceso, pero esto es relativo y es bueno que los jóvenes vean el esfuerzo y profesiona­lismo que yo hago, para que tomen una guía.

--- ¿Ve lejos el retiro? ---

No tan lejos... No lo pienso ahorita, el día que yo deje de disfrutar, que no me sienta con ganas de entrenar y demás, ese día me voy. Gracias a Dios, esa sensación la tengo viva, la cancha de la Liga, de Saprissa, ver que los equipos están cambiando para mejorar el espectácul­o me motiva a seguir.

--- ¿Cuál es el significad­o de marcar tantas anotacione­s en este torneo?

---

La verdad, sí me lo imaginaba, marqué un poco menos que en Segunda, pero siempre me veo marcando muchos goles, me gusta ayudar con goles. Salgo contento con mi aporte, pero con un sinsabor grupal.

--- ¿Por qué cree que usted si- gue siendo un dolor de cabeza para los rivales, aunque todo el mundo ya sabe cómo juega? ---

También hay virtudes del jugador, tengo las mías, yo trato de aprovechar las mías, y eso es lo que reflejo en el campo.

--- ¿Qué fue lo que quiso comunicar en la celebració­n del penal en el tiempo regular ante Alajuelens­e?

---

No, es que se habló mucho de un penal de hace 10 años que había fallado. En este torneo, solo he fallado un penal, he sido muy efectivo, fue más que todo que yo quería hacerme presente.

--- ¿Usted no tiene contrato con San Carlos?

---

Estoy libre y analizando lo que quiero para mi vida.

--- Se percibe como que estaría evaluando no jugar más. ¿Está esperando alguna opción? ---

Yo no sé... No es una cuestión de lo que quiera. De momento, estoy valorando si sigo o no jugando; esto es de acuerdo a como me sienta y en eso estoy.

Es un tema de elección y tengo el mío, el que labró su recuerdo en mi mente infantil cuando descubría el mundo y me abría a la experienci­a inédita de comparar.

Fue en 1972, en el Estadio Nacional, en un clásico al que asistí con mi hermano Carlos.

El Saprissa que se coronaría campeón e iniciaría su reinado de seis títulos en fila jugaba con aquella maquinita que tocaba desde el fondo para que Odir la embocara, casi siempre. La Liga resistía con estoicismo, con una pantera en el arco, el panameño Roberto Tyrrel, Walter Elizondo como central, Juan José Gámez en el medio y Roy Sáenz arriba.

En un lance del juego, en el marco oeste, el Príncipe Hernández cortó, se la dio a Paniagua y el cerebral Yuba –como le llamaba don Luis Cartín– filtró un pase entre líneas y Odir picó solo rumbo al arco.

Tyrrel salió al achique y le hizo “la de Dios” –se hincó de rodillas y le abrió los brazos para taparle el ángulo– pero el brasileño se la globeó y salió confiado a gritar el gol.

Jacques no vio que en diagonal al arco venía Walter y cuando la pelota caía sobre la línea de cal, el zaguero hizo una jugada que nunca vi, una suerte de mix entre la chilena y la tijereta, y despejó. Si el gol es el acto sublime del fútbol, evitarlo de esa manera igualaba el mérito y ancló en mi memoria como la mejor acción defensiva que jamás disfruté.

Así inauguró Walter la galería de mis recuerdos futboleros, en una acción que alternó plasticida­d con efectivida­d, convertido en un ángel volador con botines y pantalonet­a. Elizondo se convirtió en mi ídolo, sin importarme si fuera de Alajuelens­e.

Porque antes el fútbol era más bello, lleno de artistas en todos los puestos, como Rodolfo Umaña en el arco, un portero al que admiro más a medida que pasan los años, o a Álvaro McDonald, en el costado izquierdo de la zaga florense.

Walter era cartago de nacimiento, con papá y hermanos futbolista­s, y bien podría considerar­se como el padre de los jugadores profesiona­les del país, por pasar de Saprissa a Alajuelens­e, cobrar fichaje e inaugurar la época del fútbol bien remunerado. Era distinto, poseía un trote elegante, pateaba los tiros libres y descargaba un misil que por lo general terminaba en la red, imponía su juego aéreo en ambas áreas y volaba como un ángel para evitar goles con sus pies.

Nos dejó la semana pasada, cabalgando sobre su destino, con una lógica cuota de dolor entre sus seres queridos y recuerdos imborrable­s en la mente de quienes éramos niños en 1972. ¡Hasta siempre!

 ?? RAFAEL PACHECO ??
RAFAEL PACHECO
 ?? CORTESÍA ‘NUESTRO DIARIO’ ?? Andrés Lezcano disputa la fase final del torneo, con miras a las semifinale­s.
CORTESÍA ‘NUESTRO DIARIO’ Andrés Lezcano disputa la fase final del torneo, con miras a las semifinale­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica