De pasar hambre a cumplir su sueño en la de surf
▶ La joven dejó a su familia en Matapalo, zona sur, para instalarse en Jacó y pelear espacio en el equipo nacional. Ahora va a los Panamericanos
Aguantó hambre, lloró de angustia y estuvo a punto de renunciar a su sueño para devolverse a su casa en Matapalo de Puerto Jiménez, Golfito, pero Julissa Matamoros Umaña, de 17 años, sacó fuerzas para seguir e incluso participar en el Circuito Nacional de Surf.
Nueve meses después de emprender la aventura de dejar su hogar para instalarse en Jacó, la joven ya es parte de la Selección Nacional que representará al país en los Panamericanos de Surf, del 2 al 9 de diciembre en Lima, Perú.
Allí se disputarán los boletos a los Juegos Panamericanos del ciclo olímpico, por disputarse en Lima en el 2019.
Matamoros aún no lo cree. A los 13 empezó a correr olas, y pronto, cercanos y desconocidos le decían que intentara competir en algún evento.
Tres años después se animó a probar suerte en el Circuito Nacional del 2018, en Dominical, en enero pasado. Allí fue con una tabla regalada y $80 que le dio su mamá para inscripción y afiliación a la Federación de Surf.
“No me fue bien. Probé en la categoría Girls (sub-16) y no pasé de primera ronda. Pero me entusiasmé, sentí que podía hacerlo mejor y decidí que la forma de progresar en mi surfing era irme a Jacó”, relató.
Julissa habló con su madre Shirley Umaña y aunque ella al inicio se opuso, al final accedió.
En Jacó vivía con una amiga y empezó a cuidar a los hijos de amigas que trabajan, hace batidos en un restaurante y da clases de surf. Pero al inicio no fue tan fácil para la joven.
“Hubo momentos muy duros, días en que no tenía qué comer, que lloré, me ponía muy triste y deseaba volver a casa. Pero no quería decepcionar a mi mamá, quería demostrarle que valió la pena la confianza que ella me dio al venirme a Jacó, y que pese a tener solo 17 años, soy una persona muy independien- te que desea salir adelante en el surf ”, resaltó.
Manos que ayudan. En medio de las dificultades, las cosas comenzaron a cambiar al conocer a la empresaria Laura Quirós, quien decidió patrocinarla con sus trajes de baño Delanada.
“Laura es como un ángel. Ella me motivo también a competir, a no darme por vencida”, dice Matamoros, quien entonces decidió volver al Circuito Nacional, y en bus se fue a ser parte de la penúltima fecha, en Santa Teresa.
“Me pagué todos los gastos. En total, fueron como $300. Me inscribí en la categoría Girls, pero al igual que en Dominical, no pasé del primer heat. Estaba un poco decepcionada, pero al salir del agua, una persona me llamó y me preguntó quién era, de dónde venía. Era el entrenador de la Selección, Jim Hogan, quien había observado mi ronda y también se dio cuenta de que andaba sola”, relató.
Al estadounidense radicado en el país le sorprendió el surfing de la adolescente, e incluso de su bolsillo, le pagó a Julissa el heat de la categoría Open para que compitiera una vez más.
“Volví al agua, pero de nuevo no tuve suerte. Sin embargo, logré correr la última ola y tanto Jim (Hogan) como las personas que estaban en la playa se quedaron admirados de cómo lo hice. Lamentablemente para mí, la ola que corrí estaba fuera del tiempo establecido y no contó para los jueces, pero al entrenador le gustó lo que había hecho y ese día prometió ayudarme”, recordó Matamoros.
Desde ese día, Hogan integró a la joven a la preselección júnior, empezó a pulirle defectos, la aconsejó e incluso estuvo a punto de llevarla al Mundial; sin embargo, por no tener pasaporte ni visa, no pudo viajar.
“Todo fue muy rápido. Jim me da muchos consejos y he ido mejorando. No ha sido sencillo. Al principio competía con una tabla prestada y ahora me regalaron una para participar en los eventos. Participé en las fechas del Circuito en Jacó y Hermosa y, gracias a los tips que me dio el entrenador, pude subir mi nivel”, resaltó Matamoros.
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