Premiado médico pionero de los cuidados paliativos
→ Prestigioso galardón reconoce su aporte al bienestar de la humanidad
La labor desarrollada por el médico Isaías Salas Herrera con enfermos terminales por más de tres décadas, fue reconocida con el Gusi Peace Prize International, considerado en Asia el equivalente al Premio Nobel de la Paz que se otorga en Suecia.
El galardón lo recibió este 26 de noviembre, en una ceremonia realizada en Manila, Filipinas, sede del premio, junto a colegas de Colombia, Cuba, Alemania, Etiopía, Estados Unidos, India, Pakistán, Polonia, Malasia, Portugal, Turquía y Argentina. Este premio se entrega anualmente desde hace una década y reconoce a quienes contribuyen, con su quehacer, a la paz y el bienestar de la humanidad en áreas que incluyen, entre otras, la actividad académica, la investigación y el desarrollo científico, Medicina, Química, Periodismo, Economía y Artes Visuales.
A este especialista en cuidados paliativos se le reconoció su labor en el campo de la medicina, pues se le considera el fundador del Centro Nacional de Control del Dolor y Cuidados Paliativos y pionero de esta especialidad médica en Costa Rica.
Este centro es parte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y atiende tanto a personas con enfermedades como cáncer y esclerosis lateral amiotrófica (ELA), como a quienes sufren dolor crónico por padecimientos como la artritis.
Por iniciativa de Salas y de un numeroso grupo de colaboradores, hace más de un año el Centro inauguró su primer edificio, ubicado en las inmediaciones del Hospital Calderón Guardia, en San José.
Durante sus dos primeras décadas, dio servicios en un reducido espacio en las instalaciones viejas de ese centro médico.
Salas Herrera, de 63 años, se acogió hace poco a la pensión, y recibió este premio por una carrera en la que su labor humanitaria ha sido reconocida en diversas ocasiones.
El Colegio Internacional Canadiense le concedió en el 2007 el galardón Lámpara Dorada. Dos años después, la CCSS le dio el galardón de Atención Humanitaria, y en el 2012 obtuvo el Premio Nacional de Valores Rogelio Fernández Güell.
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