Nacionalistas cierran filas contra pacto de migraciones
→Miembros de la ONU, menos EUA, ya habían avalado el plan en julio pasado →La cumbre será entre los días 10 y 11 de diciembre, en Marruecos
VIENA. AFP. - Los nacionalistas europeos se están movilizando contra un pacto mundial para regular las migraciones, auspiciado por Naciones Unidas (ONU), un tema delicado en varias naciones que podría incluso hacer que caiga el Gobierno en Bélgica.
Para aprobar el convenio para una migración “segura, legal y ordenada”, seis países de la Unión Europea (Hungría, Austria, Polonia, República Checa, Eslovaquia y Bulgaria) anunciaron que no enviarán representantes a validar el documento.
Eso contrasta con que, en julio pasado, todos los países en la ONU habían votado a favor, a excepción de Estados Unidos.
Este pacto ha reavivado las disputas políticas sobre un asunto que paraliza la cooperación entre los Estados y que, en el caso belga, amenaza con desintegrar la coalición gubernamental del liberal Charles Michel, bajo presión de los nacionalistas flamencos de N-VA, opuestos al convenio.
En otros países. En Eslovaquia, el ministro de Relaciones Exteriores, Miroslav Lajcak, exdiplomático de Naciones Unidas, acaba de abandonar el Gobierno como rechazo a la decisión de su país de oponerse al pacto.
Mientras tanto, el canciller conservador austríaco, Sebastián Kurz, no deja de recibir críticas desde que se alineó con su socio de extrema derecha FPÖ para boicotear el proyecto de la ONU, a solo días de la cumbre que se celebrará el 10 y el 11 de diciembre en Marruecos.
Italia, donde la extrema derecha está en el poder, decidió paralizar su firma con el fin de someterla a una votación posterior del Parlamento.
Más allá de estos países que defienden una línea dura en materia migratoria, el debate sobre el pacto de la ONU se ha acelerado en cuestión de semanas en muchos países europeos.
“Hemos llegado hasta aquí porque la migración es un asunto político totalmente inflamable”, señaló Yves Pascouau, investigador de la Universidad de Nantes (oeste de Francia).
Europa dividida. Los Estados europeos, ya sea sobre la cuestión del rescate de migrantes que quedan a la deriva en el mar o sobre la repartición por Europa de los solicitantes de asilo, están divididos desde que se vivió el inmenso flujo migratorio”.
“El pacto saca a la luz las divisiones existentes entre europeos, entre los que están a favor de una gestión coordinada y los que se oponen”, agregó el analista Pascouau.
Hace dos años, cuando el proyecto fue lanzado, todos los países lo apoyaron.
“El clima era, en general de consenso; fue la propia Europa la que había pedido este proceso de Naciones Unidas”, recordó François Gemenne, especialista en migraciones en la Universidad Libre de Bruselas.
Pero entre la adopción del pacto, este verano en Nueva York, y la próxima reunión en Marruecos, “ha habido una especie de estrategia concertada de los partidos nacionalistas en Europa, que han dicho: ‘Vamos a utilizar esto como una especie de cortina de humo’”, afirmó el investigador belga.
Stefan Lehne, del centro Foundation Carnegie Europe, ve “un esfuerzo organizado de los partidos populistas” para generar polémica, pues el rechazo a la inmigración “está en el centro de su business model”.
Este pacto de la ONU de unas 25 páginas, que no es vinculante y es el primero de este tipo sobre la materia, recoge principios generales –derechos humanos, derechos de los niños, soberanía nacional– y una veintena de propuestas para ayudar a los países a hacer frente a la migración mediante estrategias para facilitar información, la integración de los migrantes, el intercambio de evaluaciones, etc.
A la espera. El Gobierno de Austria ve un reconocimiento de un “derecho a la migración” y una distinción difusa entre migración legal e ilegal.
El cambio de opinión austríaco, en un momento en el que este país ocupa la presidencia de la Unión Europea (UE) hasta finales de este año, ha revelado el peso de las críticas más allá del bando nacionalista. En Alemania, aunque la mayoría de los miembros de la derecha que está en el poder (con la Unión Demócrata Cristiana, CDU) se pronunció a favor del documento, algunos de sus representantes empezaron casi al mismo tiempo, a expresar sus reservas. En Francia, el partido de derecha Los Republicanos (LR) criticó el texto y pidió un debate en el Parlamento.
“Se trata simplemente de generar una dinámica, una plataforma de cooperación internacional sobre las migraciones”, argumentó este miércoles Dimitris Avramopoulos, comisario europeo para Migraciones, al enviar un “último llamado” a los críticos del plan.
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6 dicen no: Austria, Hungría, Polonia, R. Checa, Eslovaquia y Bulgaria