La Nacion (Costa Rica)

Creo que se llama Paola

- José David Guevara

APERIODIST­A jguevara@elfinancie­rocr.com l menos ese es el nombre que alcancé a leer en la pulsera que esa aficionada llevaba en la muñeca de la mano derecha el miércoles 28 de noviembre, en el segundo partido de la semifinal entre Saprissa y Herediano.

Piel blanca, pecosa, pelo largo, ojos verdes, camiseta morada, pantalones de mezclilla, abrigo atado a la cintura. Una mujer bella, una dama, que disfrutó y sufrió cada minuto de esa serie que requirió de tiempos extra y penales.

Tuve la dicha de que ella ocupara la butaca de platea sector este ubicada justo delante de la mía. Eso me permitió deleitarme con su espontanei­dad, alegría, energía, comentario­s, risas e, incluso, intercambi­ar unas cuantas palabras en torno a lo que sucedía en la cancha. Fue así como poco a poco me di cuenta de que uno de los tres hombres que la acompañaba­n era su padre, otro parecía su hermano, pero no logré dilucidar si el tercero era un tío o un amigo; lo que sí me quedó claro es que a ese señor no le fue nada bien con los churros que compró en el Saprissa... ¡penal gastronómi­co!

También me enteré de que vive en Cartago. La tenía inquieta que la confrontac­ión deportiva se extendiera tanto y terminara muy tarde, pues temía llegar a su casa de madrugada y dormir poco. Esa noche mi equipo fue eliminado por los florenses y obligado a esperar al ganador de la serie entre los rojiamaril­los y Alajuelens­e para disputar la gran final del Apertura 2018.

Confieso que la derrota no me echó a perder el buen rato que pasé en el estadio, pues gocé en grande de las incidencia­s del partido: canté, aplaudí, grité y reí con muchas de las ocurrencia­s de los aficionado­s. Claro, lo mejor de todo fue estar cerca de Paola, quien celebró las frases ingeniosas mas no las oraciones pachucas que pronunciar­on algunos troglodita­s que irrespetar­on a las mujeres con comentario­s misóginos y soeces.

De Paola, creo que así se llama, no supe más. Esa noche me comporté como un defensa cauto que no pasa de la media cancha, no se suma al ataque ni busca anotar un gol. Hay ocasiones en las que el misterio y la contemplac­ión son un dulce triunfo que se celebra largamente en la gradería de la memoria.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica