O se pellizcan o los barre el
Desde la tribuna
HPERIODISTA erediano podría quebrar en el mediano plazo la hegemonía de Saprissa y Alajuelense como tradicionales campeones si mantiene su presencia demoledora en finales. La primera víctima que se cobraría esta hegemonía florense —16 finales en 18 años— sería la Liga, que supera al Team en dos títulos —29 vs. 27— y no ve corona desde hace cinco años. Es un tema serio al punto de que si los florenses desbancan a los erizos en, digamos, tres años, la S tendría como sombra a un rival temible que podría darle caza.
La discusión entusiasma a los heredianos de buena memoria, quienes recuerdan por estos días de fiesta, que le dieron a la Liga y al Saprissa 36 años de ventaja.
El crecimiento del equipo en las instancias decisivas de los torneos y su fortaleza para tumbar a Alajuelense o Saprissa en sus patios y largar el grito de campeón, patentan la nueva hora de una divisa que ya superó el síndrome de perdedor. El último juego de la finalísima retrató la madurez del Team, su fidelidad a una idea, la coraza anímica para no caerse en la adversidad.
La lección es clara: o Saprissa y Alajuelense se pellizcan o Herediano les pasará por encima e instaurará un reinado que podría redefinir la forma en que se reparten las cuotas de poder.
Y ya no hablamos de comprar bien en el mercado de piernas, de planificar mejor los torneos, de traerse a mexicanos colmilludos para disputar juegos decisivos, sino del nuevo orden que impone un equipo para administrarse en la inestabilidad y riesgo que implican los torneos cortos para imponerse.
Y ahí se lleva la ficha ganadora Jafet, amado u odiado, como la mente maestra en el plano futbolístico para definir compras, ver fichajes foráneos, rodearse bien, atender el momento con garantías de éxito, pero sin descuidar el futuro porque este proyecto está pensado en lo que viene. Saprissa y la Liga deberán revisar su modelo, mejorarlo, apuntalarlo para frenar el riesgo inminente que representa un equipo empecinado en devorar la gloria para redefinir quién manda en esta pasión que entendemos como fútbol.
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