Un llamado a reaccionar
La energía fotovoltaica ha recorrido un largo camino para dejar de ser únicamente para los early adopters (usuarios pioneros), como lo describe Everett Rogers en su libro Diffusion of Innovations. En los foros mundiales de energía ya no se habla de la energía solar como “la energía del futuro”.
Es actualmente la fuente de electricidad más barata y su desarrollo se ha esparcido como un virus a lo largo de muchos países.
Recién este mes, California, con el voto unánime de los miembros de la Comisión de Energía, se convirtió en el primer estado en requerir por ley paneles solares en todas las casas nuevas a partir del 2020.
En la India se construye el proyecto solar más grande del mundo, con capacidad para 2.255 megavatios; suficiente para alimentar cerca de 1,5 millones de hogares. En términos simples: todos los hogares de Costa Rica.
El 2018 es el octavo año consecutivo en el cual la energía solar atrae la mayor parte de las nuevas inversiones alrededor del mundo, eclipsando otras opciones de energías renovables.
El recurso solar es abundante en el mundo y no puede ser monopolizado por un solo país. Puede ponerse en operación de forma modular en cualquier lugar del planeta y ofrece la estabilización e incluso la reducción en los precios futuros de la energía.
El uso en hogares y empresas costarricenses aumentó vertiginosamente a lo largo de este 2018. Ya sea por el incremento continuo en los precios de la electricidad de las empresas distribuidoras, o por la reducción año a año en los precios de la tecnología, o simplemente porque la energía solar ha comprobado sus beneficios.
Ahorro. El cambio es evidente y sus beneficios son casi universales. Las compañías que no han migrado a la energía solar deben comenzar a tener las conversaciones: no si, sino cuándo.
Por un lado, existe el atractivo obvio de reducir el impacto ambiental de la empresa y el mercadeo positivo que eso genera. Pero el impulso común es el ahorro en las facturas eléctricas. La continua búsqueda de reducción de costos operativos son siempre una prioridad en toda organización, y la energía solar es una de las formas más fáciles, eficientes e inmediatas de hacerlo directamente al bottom line (balance final) del estado de resultados.
Pero no todo son buenas noticias. Nuestro país es el único en el mundo donde la utilización del recurso solar está limitada. El Decreto 39220-Minae establece que la capacidad máxima de todos los sistemas de generación solar conectados en un mismo circuito no podrá exceder el 15 % de la demanda máxima anual del circuito.
El Grupo ICE publicó recientemente la lista de circuitos que se encuentran actualmente saturados, y no permiten la instalación de más sistemas solares. La lista de circuitos, para sorpresa de nadie, incluye los principales focos de desarrollo del país.
Es hora de reaccionar y abrazar el cambio y que nuestro sector energético tenga el mismo dinamismo que tuvo en épocas anteriores. La fundación ya está construida y el edificio debe continuar su desarrollo.
Corresponde a las autoridades competentes reaccionar, aprovechar la coyuntura mundial y propiciar una oportunidad para que todos los hogares y comercios de Costa Rica, sin limitaciones, se beneficien de la transformación mundial hacia la energía solar.