ICE solicita alza del 20% para la luz de sus abonados
→ Familia con 200 kWh de consumo al mes pagaría ¢3.206 de más desde abril
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) cerró el 2018 con una solicitud de 20% de incremento en el recibo mensual de la luz para sus 775.000 abonados.
La modificación tarifaria se plantea apenas dos semanas después de recibir un aumento del 8% por parte de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
El pedido consta en el expediente tarifario número ET-076-2018 que la Aresep admitió para estudio el 21 de diciembre pasado.
La pretensión del Instituto es que la tarifa empiece a regir a partir del 1.° de abril y por lo que resta del año.
Este ajuste es de tipo ordinario y las empresas públicas reguladas lo plantean una vez al año para generarse ingresos que financien sus gastos operativos y salarios, así como para afrontar obligaciones financieras principalmente por deudas en dólares.
Con esta solicitud, la entidad pretende generar ¢55.937 millones en este 2019.
La nueva solicitud del ICE llegó a pocos días de que la Aresep aprobara el 3 de diciembre pasado un alza de 8% en los recibos de electricidad y que entró a regir este martes 1.° de enero.
Ese ajuste corresponde a una liquidación de gastos del 2017, por compras de energía a generadores privados y otros gastos operativos. Inicialmente, el ICE pidió 13% por estos rubros.
Impacto. De aprobarse el nuevo pedido del 20%, el impacto recaería en los hogares que representan 87% de los clientes de la empresa pública.
El precio por kilovatio en el bloque de consumo de 41 a 200 kWh se elevaría de ¢78,69 hoy a ¢94,72 (¢16,03 adicionales) y también crecería de ¢141,82 a ¢170,71 (¢28,89 más) el costo del kilovatio adicional luego de 200 kWh consumidos.
De autorizarse el incremento, una familia que consume 200 kWh al mes pasará de pagar ¢15.738 a cancelar ¢18.944 por la misma energía a partir de abril (¢3.206 adicionales).
El porcentaje que el ICE solicitó para este año en ajuste ordinario es similar al 19% que había pedido a finales del 2017 y que la Aresep rechazó por falta de información de respaldo. Al final, dejó el ajuste en 1%.
La gestión se hace pocas semanas después de que Irene Cañas, presidenta ejecutiva del ICE, divulgara que la salud financiera del Grupo ICE está en “números rojos”.
Cañas admitió que el Grupo cerraría el 2018 con pérdidas contables proyectadas por ¢314.000 millones.
De ese monto, únicamente por variaciones en el tipo de cambio del dólar respecto al colón, están contemplados ¢144.000 millones (un 46% del monto total).
La proyección de pérdidas también se relaciona con la decisión del Instituto de trasladar a la casilla de gastos $146 millones que usó para el megaproyecto hidroeléctrico El Diquís, el cual ya no se construirá en Buenos Aires de Puntarenas.
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