Jefe de fútbol tico gana más que el presidente
››Mandatario devengaría un 63% de lo que percibe el jefe del balompié
PIENSO QUE EL PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DEBERÍA TENER SALARIO, PERO AHORITA NO, SINO EL PRÓXIMO PRESIDENTE. LA DEMANDA DE TIEMPO Y LA RESPONSABILIDAD LO JUSTIFICA”. Rodolfo Villalobos Presidente de la Fedefútbol
Aunque Eduardo Li reiteró en recientes entrevistas que su labor fue ad honorem y, ciertamente, no hay salario establecido por la Fedefútbol para el máximo jerarca, Rodolfo Villalobos gana más dinero gracias al balompié que Carlos Alvarado como presidente de la República.
Consultado por La Nación, Villalobos admitió ingresos que suman casi $150.000 anuales ($12.500 mensuales en promedio, casi ¢7,6 millones al tipo de cambio actual), sin contar la posibilidad de algunos miles de dólares más por ingresos variables como dietas, viáticos y gastos de bolsillo.
Solo en el Mundial, por ejemplo, a Villalobos y dos dirigentes más les fueron asignados $9.000 en viáticos.
Sin contar ese último monto, podría asegurarse que lo devengado por el presidente Carlos Alvarado, entre salario y el pago de prohibición, en el mejor de los casos al- canza el 63% (¢4.793.122) de lo ganado por el presidente de la Fedefútbol.
“El hombre sin dinero que llegó a la Fedefútbol”, como tituló La Nación la semblanza de Villalobos cuando se sentó en la cabecera del Comité Ejecutivo, hoy se dedica en exclusiva a su labor dirigencial. Aquel que rompió el molde de presidentes acaudalados, al estilo de los empresarios Eduardo Li, Hermes Navarro e Isaac Sasso, ya no depende de sus ingresos como ingeniero civil.
Al momento de su arribo a la presidencia, en agosto del 2015, sumaba casi 16 años repartiendo el tiempo entre los estadios y las obligaciones en Sielsa, empresa limonense dedicada a servicios de exportación y logística; luego, solicitó un permiso sin goce de salario para atender labores rumbo a Rusia 2018 y, finalmente, renunció el año pasado a su trabajo de casi dos décadas para vivir por, para y del fútbol.
La mayoría de sus ingresos provienen de la Concacaf y no del ente costarricense, si bien hay quienes los consideran consecuencia de su rango en el fútbol nacional.
“No hay duda de que si no fuera presidente de una federación, no estaría en Concacaf”, considera Rafael Vargas, exintegrante del Comité Ejecutivo. Por añadidura, el comentario alude a los $125.000 anuales asignados a Villalobos como vicepresidente en el Comité Ejecutivo de la Confederación.
Sorpresa con dinero.
Según Villalobos, cuando aceptó el cargo, no tenía idea de ese pago, hasta que en una reunión un compañero consultó algo al respecto.
“Yo, extrañado, pregunté acerca de lo que estaban ha- blando y me explicaron entonces que se trata de una compensación anual de $125.000”. La confesión del presidente de la Fedefútbol se dio en una amplia entrevista con La Nación realizada en mayo del 2018, cuyo contenido ha sido publicado solo parcialmente en diferentes reportajes.
Aunque, entonces, Villalobos se mostraba anuente a dar cifras, como los $100 que recibe cada federativo nacional por cada sesión en el Proyecto Gol, el Comité Ejecutivo que él preside decidió posteriormente que “no deben ser del escrutinio popular” los ingresos por viáticos, gastos de bolsillo, dietas o cualquier otro producto de la participación en el fútbol.
Fue en diciembre pasado cuando negaron la información, ante consultas de este medio que pretendían mostrar con datos oficiales no solo lo devengado por Villalobos, sino también por sus compañeros. El Comité Ejecutivo decidió por “unanimidad” no revelar montos, como consta en una respuesta escrita firmada por la secretaria general, Margarita Echeverría. Además de ella, quien ocupa diferentes puestos en el fútbol nacional e internacional, es imposible que otro federativo tico obtenga más dinero por su labor en el fútbol que Villalobos.
Inquietudes federativas.
Además de los $125.000 anuales, la Concacaf decidió el año pasado asignar $2.000 mensuales al presidente de cada federación, un apoyo que generó dudas entre algunos compañeros de Villalobos.
En el anonimato, uno de ellos confesó meses atrás que no tenían muy claro si ese dinero era destinado para la Federación o si correspondía a Villalobos. Consultado, el jerarca respondió con notable indignación, pues, según su criterio, no había nebulosa alguna, sino el deseo de desestabilizarlo por parte de sus opositores.
“Son dineros para el presidente que ingresan a través de la Federación”, afirmó quien hasta entonces nunca se había referido públicamente a ese monto, dado a conocer ahora por La Nación. Villalobos acla ró que por esos ingresos paga impuestos en EE. UU.
Aunque no se trata de re cursos de la Fedefútbol y nin gún federativo los ha cuestio nado públicamente, algunos dirigentes señalan que Rodol fo Villalobos debió informar a respecto en el Comité Ejecu tivo y ante la Asamblea de re presentantes, órgano encarga do de elegir a los federativos incluido el presidente.
El vicepresidente Jorge Hi dalgo y el asambleísta Juan Carlos Román, por ejemplo aseguran haberse enterado en la prensa sobre los $125.000 anuales (La Nación mencionó el monto en un reportaje sobre lo perdido por Eduardo Li).
En tanto, Víctor Hugo Al faro considera que Villalobos no estaba en la obligación de comunicar sobre lo recibido en su calidad de vicepresidente del área; en cuanto a la com pensación como presidente de la Fedefútbol, advierte de que sí lo comunicó al Ejecutivo.