Limonense sin recursos viaja todas las semanas por hemodiálisis
Tiene 67 años y vive en Limón. Desde hace más de dos años, espera un trasplante renal.
Sus riñones ya no funcionan por el daño que le causó la diabetes. Su condición lo obliga a viajar varias veces a la semana a San José para recibir hemodiálisis, un tratamiento contra la insuficiencia renal conocido entre la gente como ‘riñón artificial’, que solo se da en los hospitales ubicados en la capital.
La hemodiálisis funciona como el riñón, limpiando la sangre de toxinas. Mientras más tiempo permanezca una persona con este tratamiento, más posibilidades hay de que desarrolle lo que los especialistas llaman hipersensibilidad.
En otras palabras, el organismo desarrolla anticuerpos que, cuanta más cantidad, más difícil encontrar un riñón compatible, explicó Martha Romero, especialista de la Secretaría Técnica de Donación y Trasplante, en el Ministerio de Salud.
Este limonense, de apellido Soto, presentó un recurso de amparo en agosto del 2018 contra el Hospital México porque lleva esperando desde el 2016 a que aparezca un riñón para ser trasplantado.
Es una de las 264 personas candidatas a esta cirugía, que aguardan la aparición de algún donante compatible, vivo o cadavérico, para resolver los problemas que les causa la insuficiencia renal.
Esa es la lista más actualizada de la Secretaría Técnica de Donación y Trasplante.
Su caso lo llevó directamente a la Sala Constitucional, órgano al que últimamente recurren cientos de asegurados para exigir de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS)) una atención pronta y de calidad. En el 2018, recibió 7.037 recursos de amparo por las listas de espera y medicamentos: un 34,5% del total de amparos.
Según describió Soto a los magistrados, su condición socioecónomica le limita los recursos para “estar viajando de forma constante de Limón a San José y viceversa”.
Soto es paciente del servicio de Nefrología del Hospital México desde 2010. Esta especialidad se encarga de estudiar y tratar las enfermedades de los riñones.
Vía Sala IV. Datos de la Secretaría Técnica de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos revelan que la lista de espera en riñones alcanza los 264 enfermos. La de hígado alcanza las 27 personas, y la de trasplante torácico (corazón o pulmón), una.
En córneas es donde hay más pacientes en espera: 908. La diferencia en este caso es que las córneas se pueden extraer del difunto y congelar, mientras se programa la operación de trasplante. Aquí el reto es conseguir donantes.
La Sala IV recibió recientemente el recurso de amparo interpuesto por un hombre de 40 años, que desde hace una década tiene problemas con los riñones provocados por una enfermedad conocida como poliquistosis renal.
Según el relato hecho ante los magistrados, el 19 de enero de 2015 esta persona, de apellido Hernández, ingresó al programa de hemodiálisis pensando en un “soporte renal temporal”. Sin embargo, ya han pasado cuatro años... continúa en espera.