Pruebas Faro ofrecerán ‘una mina de datos’
El ministro sostiene que luego de las pruebas de bachillerato, el MEP se desentendía de los alumnos, mientras que con este nuevo sistema de evaluación, más bien les dará acompañamiento para que mejoren
Porque señalan un camino y alientan la renovación. Son una propuesta para que los muchachos y los niños sepan hacia dónde ir.
”Después de las pruebas de bachillerato, el MEP se desentendía de todas las personas que hacían el examen, tanto de aquellos a quienes les iba bien como de los alumnos a los que les iba mal. En este caso, por el contrario, hacemos un nuevo pacto: realizaremos esta prueba para tener un diagnóstico preciso de, por lo menos, un sujeto y cuatro ámbitos.
”El sujeto es el estudiante. El primer ámbito es el aula. Si yo agrego los datos de los estudiantes de un mismo grupo, tengo una imagen del paisaje educativo en ese espacio; pero también tengo otro paisaje más grande que es el centro educativo y de ahí parto hacia una región educativa y, finalmente, se llega al país como un conjunto. Todo esto analizando la información de un sujeto, que es el estudiante.
”Eso nos permite devolverle al estudiante la información necesaria para que él y su familia conozcan el camino de la mejora; para que puedan, en su centro educativo, verificar los planes que posteriormente se aplicarán para renovar las oportunidades de esta persona. El sistema no se aleja de él. Por el contrario, a partir de ese momento se vuelca sobre el estudiante para darle acompañamiento y seguimiento”.
––¿A quién se le ocurrió esta propuesta?
— Al Ministerio de Educación, tras reconocer que hay una demanda para proponer un nuevo paradigma en la evaluación de todo el sistema educativo.
”Tenemos claro, desde que llegamos al gobierno, que de- bemos generar mecanismos de diagnóstico en la educación para mejorar al menos tres áreas muy grandes: 1) La mejora de las oportunidades que les ofrecemos a los estudiantes es nuestra principal razón de ser, 2) La mejora de nuestro principal recurso para mejorar las posibilidades y oportunidades del estudiante, que son los docentes. 3) La mejora del ámbito en el que ellos dos se encuentran, que es la infraestructura escolar.
”Si logramos crear un mecanismo de evaluación que incluya estos elementos, estamos seguros de que podríamos poner los pies sobre tierra firme en términos de calidad”.
––¿En qué experiencias se inspiraron?
— Esto es una inspiración que hemos recogido de nuestra misma historia y la hemos confirmado con las historias educativas de otros países, como Finlandia, que se reconoce como la punta de lanza en la educación.
“En Costa Rica se ha pensado que la reforma al sistema vendrá por reformas curriculares, pero las reformas curriculares de gran riqueza, legado de administraciones anteriores, no vinieron acompañadas de transformaciones profundas en la evaluación”.
––Si la prueba Faro dice que el estudiante va mal, ¿después de eso qué pasará?
— Hoy, la prueba me dice que ese alumno tiene un 80 o un 40, pero yo no sé más; el número oculta mucha información.
”En este caso, todo se vuelve al revés; el número no oculta nada, es una referencia de probabilidad. Este tipo de exámenes da información precisa sobre el dominio de la habilidad, es decir, describe de qué manera el alumno domina la habilidad o no.
”Crea franjas que uno puede reflejar en degradación de colores. Cada una de esas franjas tiene un descriptor que explica cuál es la posición de ese estudiante.
”Ese alumno nos dio su mejor esfuerzo, porque esa prueba tiene un valor que no lo va a limitar de pasar al siguiente escalón, pero sí afecta su promoción posteriormente, cuando tengamos el porcentaje de todas las notas de undécimo. Ahora, si ese estudiante está en la franja baja (luego de realizar la prueba), puede reclamar al sistema una mejora”.
––Ustedes dicen que luego del resultado de la prueba Faro, el docente debe hacer un plan remedial para atender las debilidades del alumno. ¿Cómo van garantizar que eso se haga? — Los docentes, hoy, planifican para sus estudiantes; es parte de sus obligaciones laborales y todos cumplen con esa obligación. A partir del dato objetivo de la probabilidad de dominio de una habilidad que tiene el estudiante, ese docente tiene una guía más precisa para la planificación, lo cual facilita el proceso en el aula.
––¿Usted está depositando la confianza en los docentes para que hagan este plan remedial? — No, yo estoy repartiendo mi confianza entre los distintos actores que inciden en el proceso de enseñanza y aprendizaje: en el alumno, su familia, el docente, los funcionarios del MEP y, ulteriormente, en la sociedad en general, que va a presionar por que la planificación de la vida de los estudiantes se haga de pruebas así de sensatas y no de exámenes memorísticos.
––¿Cómo va estar ligado Faro con la evaluación del desempeño docente?
— Hay un dato: cómo se ve el paisaje en esa aula. Ese dato refleja al alumno y a sus profesores. Ahí ya tenemos un hilo que conectar con evaluación docente cuando conformemos el programa de evaluación docente. Las mejores evaluaciones surgen del análisis combinado de datos y esto es justo porque el proceso de enseñanza y aprendizaje es complejo, intervienen no solo los dos actores (profesor y alumno), sino el entorno.
”El dato del desempeño en esa aula podría decirnos sobre el alumno, sobre todos los alumnos, sobre su profesor; pero también nos da datos que podemos extrapolar sobre cómo se administra el centro educativo y qué incidencia tienen factores externos como la infraestructura en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
”Vamos a ir a buscar en esta evaluación una mina de datos que nos permita crecer y hacer justo el sistema de evaluación de ese estudiante y de todos los actores del sistema.
”Mientras no tenga un dato del cual amarrarme, no puedo hablar de calidad, calidad respecto a qué. Finalmente, encontramos que ese primer dato nos los puede dar el alumno y, a cambio, va a tener remediación, seguimiento, mejora”.
Que el Gobierno tenga en sus manos la promoción de los alumnos es invaluable”.
––En el Consejo Superior de Educación hay miembros que defendían las viejas pruebas de bachillerato, pero aceptaron esto. ¿Cómo se logró?
— Con diálogo. De hecho, en el Consejo participa Leonardo Garnier. En la época de él como ministro se suprimieron las pruebas de primaria como pruebas censales y, casualmente, él también celebra que planteamos una prueba censal en primaria.