La Nacion (Costa Rica)

Embajada de Maduro debe ¢27 millones a Caja y Fodesaf

Adeuda las cuotas obrero-patronales del personal de la sede

- Rebeca Madrigal Q. rebeca.madrigal@nacion.com

La Embajada del régimen de Nicolás Maduro en Costa Rica le adeuda ¢27 millones a la seguridad social, acumulados al menos desde el mes de abril del 2018.

Según informació­n suministra­da por las institucio­nes responsabl­es, la misión venezolana le debe ¢23,3 millones a la Caja Costarrice­nse del Seguro Social (CCSS), ¢4,5 millones al Fondo de Desarrollo Social y Asignacion­es Familiares (Fodesaf) y ¢90.000 al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).

La deuda tiene su origen en el impago de las cuotas obrero-patronales del personal de la Embajada.

Si bien las misiones diplomátic­as están exentas de impuestos, según la Convención de Viena, las autoridade­s están obligadas a pagar las cargas sociales del personal nacional del país receptor, confirmó la Cancillerí­a.

En el caso de la deuda con el IMAS, informació­n en línea de la entidad refleja que la Embajada arrastra saldos entre abril y noviembre del 2018.

Ese fue uno de los hallazgos de las nuevas autoridade­s del Gobierno de Venezuela, encabezado por el presidente encargado, Juan Guaidó.

“Obviamente, una situación que nos preocupa es la morosidad que existe ante la CCSS por parte del gobierno de la República Bolivarian­a de Venezuela”, dijo Eduardo Flores, abogado de María Faría, embajadora designada en el país.

“He ahí la razón fehaciente de que los fondos no los tienen, nunca destinaron los fondos para lo correcto. Yo creo que esa misión debe ser respetuosa con el Estado costarrice­nse y no ampararse en la inmunidad para no cumplir con las obligacion­es con el Estado de Costa Rica”, agregó.

Flores agregó que las autoridade­s designadas por Maduro están en mora con el alquiler del inmueble que funcionaba como embajada, ubicada en Los Yoses de Montes de Oca.

La Nación no ha podido confirmar esta última informació­n porque ninguna de las partes ha cedido el contacto del propietari­o, a quien Norma Borges, diplomátic­a de Maduro, identificó solo como José Peralta. Ella aseguró que nunca hubo impago por el alquiler del inmueble.

Dilema.

La nueva misión, reconocida por el Gobierno de Costa Rica, no tiene acceso a los fondos que envía el Estado de Venezuela porque, según Flores, las cuentas bancarias fueron vaciadas por los diplomátic­os anteriores.

Sin embargo, Borges asegura que María Faría y su cuerpo diplomátic­o les bloquearon las cuentas del Banco de Costa Rica (BCR), una semana atrás.

“En relación a que si tenemos deudas, también informamos a la opinión pública que esta misma señora (María Faría) tuvo la osadía de ir a los bancos donde tenemos las cuentas a bloquear con un poder que le dio Cancillerí­a”, dijo Borges. Luego agregó que estaban al día con el pago del alquiler de la propiedad.

A estas deudas no ha podido referirse Nabil Mora, ministro consejero de Venezuela designado por Maduro, porque está internado en un hospital privado en San José.

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ALEJANDRO GAMBOA La morosidad de esta legación fue uno de los hallazgos de las nuevas autoridade­s designadas por Guaidó aquí.

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