‘Probabilidad de erupciones en el Irazú es bastante alta’
Vulcanólogos detectan señales en laguna, fumarolas y frecuente sismicidad
Agua burbujeante en cráter, fumarolas y sismicidad son algunos signos Aunque el volcán Irazú se encuentra en estado de reposo, evidencia signos de su potencial peligrosidad.
Una laguna celeste y burbujeante formada hace pocos meses en su cráter, fumarolas humeantes en varios flancos, nacientes de agua caliente con material volcánico y sismicidad frecuente son parte de las señales que mantienen en alerta a los expertos.
Una visita a ese coloso cartaginés, realizada a inicios de marzo, permitió a personal del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) documentar diversos cambios.
Aunque su última erupción fuerte ocurrió entre 1962 y 1965, se le considera un volcán activo.
Con la ayuda de una escalera, cuerdas e instrumentos, el vulcanólogo Eliécer Duarte y otros expertos del Ovsicori descendieron a inspeccionar la laguna de agua llovida, cuya profundidad es de unos 10 metros.
El burbujeo del agua con olor a azufre está en ocho puntos. “A pesar del viento fuerte, los puntos burbujeantes se notan a simple vista y en el futuro se requerirán técnicas más sofisticadas para el muestreo de sus gases”, asegura Duarte.
Dicho fenómeno es signo de la existencia de una grieta subacuática que ha mantenido la exhalación de gases y que es imposible ver cuando se seca el lago.
Probabilidad de erupción. Javier Pacheco, otro vulcanólogo del Ovsicori, dice que cuando el magma llega a la superficie, como ocurrió en 1962, pasan muchas décadas para que ese material vuelva a enfriarse y, por eso, la actividad de emanación de gases persiste por tanto tiempo, pues esa masa caliente evapora el agua filtrada apenas hacen contacto.
“El hecho de que el volcán en este momento repose, no significa que no sea peligro-
so. La probabilidad de nuevas erupciones en un futuro cercano es bastante alta, pues históricamente lo ha demostrado. El siglo pasado entró siete veces en actividad y la última duró tres años”, recordó.
A través de las grietas también escapan materiales magmáticos, remanentes de las últimas erupciones. Asimismo, hay nacientes con altas temperaturas y concentración de azufre, que son parte de la erosión que el agua genera en el magma que subió.
Para los expertos, las recientes transformaciones halladas en el cráter y en el lago no tienen implicaciones inmediatas, pero pueden ser cruciales en caso de reactivación.