Dudas tras dimisión del presidente de Argelia
ARGEL. AFP. Argelia entró ayer en una nueva era llena de incertidumbre después de más de un mes de protestas y la dimisión del presidente, Abdelaziz Buteflika.
Un día después del sismo político y tras algunas celebraciones, Argel, la capital, estaba tranquila este miércoles, aunque está prevista una nueva manifestación este viernes, como cada viernes desde el 22 de febrero.
Frente al inédito movimiento popular, Buteflika, de 82 años, intentó mantenerse en el poder hasta el final, pero terminó renunciando el martes por la noche, pocas horas después de que el Ejército lo desafió abiertamente.
Esa noche se oyeron en Argel las bocinas de los autos para celebrar la dimisión de Buteflika. Los manifestantes se reunieron en la Grande Poste, un edificio emblemático de la ciudad.
Este miércoles, el Consejo Constitucional de Argelia aceptó la dimisión de Buteflika y constató el “vacío de poder definitivo en la Presidencia
de la República”, según informó la televisión nacional.
La decisión “está destinada a contribuir al apaciguamiento de los corazones y los espíritus de nuestros compatriotas, para permitirles proyectar juntos a Argelia hacia un futuro mejor”, dijo el jefe de Estado en su carta, publicada por la agencia oficial APS.
Poder temporal. La Constitución establece que debe sustituirlo como presidente Abdelkader Bensalah, de 77 años, actual líder del Consejo de la Nación (cámara alta), por un periodo máximo de 90 días, durante el cual habrá que organizar elecciones.
Buteflika “nunca habría imaginado salir de escena de una manera tan desoladora”, escribió el periódico El Watan, según el cual el Ejército “no tenía otro remedio” que dejarlo de apoyar.
“El sunami del movimiento popular restituye el poder del pueblo”, estimó, en tanto, el diario El Khabar, y afirmó que Argelia “pasa una larga página de su historia reciente”.