Londres pide aplazar ‘brexit’ al 30 de junio
››Reino Unido insiste en retirarse del bloque ‘lo antes posible’, sin agotar el nuevo plazo
La primera ministra británica, Theresa May, solicitó este viernes otro corto aplazamiento del brexit a la Unión Europea (UE), la cual, ante el riesgo de que Reino Unido traslade el caos político de Londres a Bruselas, parece preferir darle más tiempo, pero dejando permanentemente abierta la puerta de salida.
En una carta dirigida al jerarca del Consejo Europeo, Donald Tusk, cinco días antes de la enésima cumbre extraordinaria sobre el brexit, May informó de que Reino Unido desea retrasar de nuevo su salida, esta vez hasta el 30 de junio.
La retirada británica estaba inicialmente prevista para el 29 de marzo del 2019, pero en menos de tres meses, el Parlamento de Westminster rechazó tres veces el acuerdo que May negoció con Bruselas, por lo que sus socios europeos le dieron un poco más de tiempo, hasta el 12 de abril, para tratar de sacar el país del caos.
Sin más argumentos para intentar convencer a los más recalcitrantes euroescépticos dentro de su Partido Conservador, a quienes incluso llegó a prometer su dimisión a cambio del tan necesitado apoyo, May tendió la mano al líder opositor laborista, Jeremy Corbyn, en busca de un consenso que acabe con el bloqueo.
‘Decepción’. Tres días y muchas horas de conversaciones después, el Partido Laborista anunció este viernes su “decepción” y llamó “a la primera ministra a proponer verdaderos cambios a su acuerdo”, haciendo sospechar que la iniciativa hacía aguas.
Los 27 Estados de la UE dejaron claro que cualquier nueva prórroga obligaría a los británicos a participar en las elecciones al Parlamento Europeo, del 23 al 26 de mayo, para designar a sus nuevos eurodiputados casi tres años después del referendo que decidió el brexit por el 52% de votos.
Downing Street insiste en hallar una salida antes de la constitución de la nueva Eurocámara, a principios de julio, y poder llevar a cabo la retirada “lo antes posible”, sin agotar el nuevo plazo, aunque ello signifique dar inicio a una campaña para las elecciones europeas que se interrumpa antes de llegar a término.
Los más duros defensores del brexit, que ya estaban furiosos por la mano tendida a Corbyn, también reaccionaron a la posibilidad de otro aplazamiento.
Un líder de los euroescépticos, Jacob Rees-Mogg, llamó a “ser tan difíciles como sea posible” si permanecen en Europa. “Podríamos vetar cualquier aumento del presupuesto europeo, obstruir el supuesto ejército de la UE y bloquear los planes integracionistas del (presidente francés Emmanuel) Macron”, tuiteó.
Dudas. Casi como respuesta, una fuente de la Presidencia francesa consideró “prematuro” que Londres pida otro aplazamiento sin tener un “plan claro”.
Alemania y Holanda se mostraron también escépticas tras el pedido de aplazamiento de May. “Todavía hay muchas cuestiones que tienen que ser aclaradas en Londres”, expresó al respecto el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
La demanda de May “no responde al pedido” de la UE para tener mayores precisiones sobre lo que quieren los británicos, comentó, por su parte, el primer ministro holandés, Mark Rutte.
Aunque Francia es la que lo ha dicho más abiertamente, a otros países les preocupa también que Reino Unido tenga un pie dentro y otro fuera de la UE, por las perturbaciones que esto podría causar en el funcionamiento del bloque.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ya advirtió de que si el acuerdo de brexit no es aprobado antes del 12 de abril, Londres solo puede optar a una salida brutal o a una larga prórroga, que la UE acompañaría de condiciones.
En esta línea, Tusk se disponía a someter ante los Estados miembros la posibilidad de una extensión de hasta 12 meses, pero “flexible”, que dejara la puerta abierta para una salida en cuanto Londres logre aprobar un acuerdo.