Un clásico lleno de apremios
Alajuelense recibe a Saprissa hoy a las 6 p. m. Ambos clubes llegan urgidos de ganar
Un principio básico de la planificación deportiva exige que el entrenador tenga a disposición a dos futbolistas por puesto. Sucede que a veces es difícil adivinar si se aproxima un sinfín de lesiones o si un cambio de técnico a mitad de camino puede ocasionar que algunos jugadores llamados a convertirse en el ‘plan B’ terminen en el congelador.
Es la realidad que marca el presente de Alajuelense y Saprissa (se enfrentan hoy a las 6 p. m.). Hernán Torres se las ingenia para alinear un equipo sin un solo delantero natural como consecuencia de las dolencias. Sin Róger Rojas, Jonathan Moya, Marco Ureña y Jurguens Montenegro, el club se expone a un clásico determinante para su clasificación.
La S, en cambio, carbura lento en la recta final, atacado por los malos resultados y la evidente desconfianza de Paté hacia ciertas figuras, que pasaron de la titularidad a solo jugar por emergencia. Yostin Salinas, Jeikel Medina y Alejandro Cabral son solo algunos nombres.
El ‘plan B’ armado por la Gerencia Deportiva morada acabó por ser invisible desde el día en que asumió Centeno, quien se casó con una idea que muchos jugadores no saben ejecutar. Básicamente, actúan los de siempre y los otros miran desde el banco todo lo que pasa, sin contar para el técnico, que trata de ‘educarlos’ a su manera, cuando el aprendizaje es lento.
“Es un hecho que el estilo no va a salir de la noche a la mañana. Wálter Centeno es el jefe y tiene una idea que nos gusta. Los equipos se están agarrando de algo muy sencillo, que es jugar directo”, afirmó Christian Bolaños. Muchos cambios. Si hubiese que colocar un encabezado verídico de lo que sucede en la previa de este partido sería: ‘el clásico de los remiendos’.
Ya Michael Barrantes saltó del medio campo al eje central de la zaga y luego al carril izquierdo, sin ofrecer los resultados que brinda en su puesto natural. Lo de Henry Figueroa y Allan Miranda en Alajuelense es similar. De carrileros a centrales y viceversa, con pocas garantías. Solo hay que revisar las alineaciones de los dos equipos en sus últimos cuatro partidos para confirmar los constantes parches.
Por ejemplo, la Liga cambió de portero, varió los carrileros y los centrales. Solo en dos ocasiones pudo repetir los hombres en la zaga; le sucedió lo mismo en el medio campo y en el ataque, eso sin contar las bajas acumuladas (Jonathan Moya, Marco Ureña, Róger Rojas, Christopher Meneses y José Miguel Cubero).
“Por partido perdemos uno o dos jugadores por lesión. Tenemos 13 bajas. Ahora cada partido es de detalles. Las opciones de equivocarse se minimizan. Hay que mantener el marco en cero”, explicó el zaguero Kenner Gutiérrez.
Esto se refleja en el banquillo de suplentes, que se asemeja más a un equipo de alto rendimiento que al primer plantel de los rojinegros. Pese a que el once todavía tiene algunos hombres de peso, sufre la falta de variantes y de profundidad en todas las líneas.
Lo de Saprissa pasa por el cambio de posiciones y de funciones de ciertos jugadores. Como Mariano Torres, volante recuperador en el último juego y ausente por amarillas hoy, y Michael Barrantes, el ‘polifuncional’ del Paté.
Dejaron de aparecer regularmente en el once, Salinas, indiscutible con Vladimir Quesada, Medina y Cabral. En cambio, recuperó protagonismo Juan Bustos Golobio (cuando no está lesionado). La S se llenó de remiendos en puestos delicados, pues a Centeno le ha costado encontrar futbolistas que se adapten a su propuesta de juego.
“Los rivales agarran la bola y la tiran al frente sin ver. Nosotros, en cambio, creamos opciones abriendo la cancha, haciendo posesiones largas y no llega el gol, pero no nos vamos a desesperar”, concluyó Bolaños.