La Nacion (Costa Rica)

Edificios de isla San Lucas en riesgo de desaparece­r

Falta de mantenimie­nto le pasa la factura a inmuebles de antigua cárcel

- Lucía Astorga lucia.astorga@nacion.com

Los viejos edificios construido­s durante los 117 años que operó la cárcel de la isla San Lucas, en Puntarenas, corren el riesgo de desaparece­r y de que sus espacios sean nuevamente reclamados por la naturaleza.

La falta de mantenimie­nto de las estructura­s es notable. Una de las edificacio­nes en peores condicione­s es el dispensari­o médico que, poco a poco, ha perdido las tablas de madera de sus paredes.

De no tomar acciones rápidas, este inmueble podría correr la suerte de otras construcci­ones icónicas de la isla, que ahora solo viven en libros, fotografía­s y recuerdos de quienes las conocieron.

En igual estado de abandono están las casas que formaban el barrio Las Jachas, donde se encontraba­n los reclusos de confianza y en las cuales podían recibir la visita de sus familiares. Es poco lo que queda del lugar.

También la comandanci­a, que funcionó como plantel administra­tivo de la cárcel desde su creación, en 1927, hasta que fue consumida por un incendio, la madrugada del sábado 25 de noviembre del 2017.

Era un edificio de 300 metros cuadrados de construcci­ón, de tres niveles; el primero de concreto armado con partes en bahareque francés, y los otros dos, de madera.

Una nueva historia. La necesidad de intervenir las estructura­s fue reconocida por el Gobierno este viernes, durante la presentaci­ón de un proyecto para reactivar el turismo a la isla y como una de las acciones a corto plazo que se efectuaría­n.

Se tiene prevista una inversión de ¢1.500 millones que serán aportados por el Instituto Costarrice­nse de Puertos del Pacífico (Incop), el Instituto Costarrice­nse de Turismo (ICT), el Ministerio de Planificac­ión Nacional y Política Económica (Mideplán) y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).

La idea es que San Lucas tenga para Costa Rica la misma relevancia que otros sitios turísticos con antecedent­es parecidos, como Alcatraz, en la bahía de San Francisco, Estados Unidos, y Coiba, en el golfo de Chiriquí, Panamá.

El presidio operó entre 1873 y 1991; sus edificacio­nes constituye­n un patrimonio nacional. Por su parte, la isla goza de la categoría de Refugio de Vida Silvestre.

La primera medida sería evitar que lo que existe “se desmorone”, indicó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio. “Pero de una forma respetuosa, para que el edificio no colapse, pero que no pierda sus caracterís­ticas, eso es lo más importante”, dijo.

Meléndez destacó la “urgencia de que se haga una intervenci­ón”, porque de continuar por la misma ruta, llegará “el momento en el que no va a quedar nada”.

“Las inclemenci­as del clima son fuertes y, en 10 años, una estructura desaparece completame­nte, la naturaleza la recupera”, advirtió.

Si bien la idea es que estos trabajos de intervenci­ón se integren a toda la estrategia que impulsa el Gobierno para reactivar el turismo en San Lucas, para Meléndez la situación del dispensari­o es crítica.

“Doña Claudia (Dobles, primera dama) tiene clarísimo que, sin un plan maestro, no tiene sentido invertir dinero. Pero, por ejemplo, ya hoy quedó claro que el antiguo dispensari­o requiere una intervenci­ón inmediata, porque si lo dejamos como está, va a desaparece­r”, indicó.

Otros pasos por seguir son la intervenci­ón de los techos de las celdas y también la reconstruc­ción de la comisaría.

En criterio de Meléndez, quien también es arquitecto, para comprender cómo era el penal, el edificio de la comandanci­a es muy importante, “porque era básicament­e el corazón del penal”.

“Gracias a Dios, Juan Ramón (Rivera), presidente del Incop, nos dice que hay fondos disponible­s y que se podría hacer una intervenci­ón a un corto plazo, tal vez unos tres o cuatro meses”, adelantó.

Algunas de las ventajas que tendría el Centro de Patri monio para esta tarea, es que cuenta con informació­n de cómo era exactament­e la es tructura y que aún queda mu cho de su tejido histórico.

De distintas épocas. Cada edi ficación guarda su propia rele vancia, particular­mente si se considera que la historia de la isla cuenta con dos momentos clave en cuanto a las construc ciones que alberga.

La calzada que los visitan tes recorren al ingresar por e muelle data de 1890, mientras que la iglesia, la comandanci­a y los pabellones son de 1927. E dispensari­o y Las Jachas son de 1960, cuando el lugar se con vierte en una colonia agrícola penal, marcando así un giro para lo que, en aquella época se considerab­a la regenera ción de los reos.

“Las construcci­ones no son aleatorias, sino que se dan en el marco de una discusión nacional de cómo tratar a las personas”, indicó Gabriela Vi llalobos, del Museo Nacional.

Un proyecto de ley procura modificar la categoría de la isla San Lucas, para que pase de refugio nacional de vida silvestre a parque nacional.

La iniciativa se tramita en la Asamblea Legislativ­a bajo el expediente número 21.287. El documento fue presentado en marzo de este año y es impulsado por el diputado del Partido Liberación Nacional (PLN), Carlos Ricardo Benavides.

En criterio del legislador, de origen porteño, el proyecto de ley empata con la propuesta que impulsa el Gobierno de la República, por medio del despacho de la primera dama, para reactivar el turismo en la isla San Lucas.

La esperanza del legislador es que este destino se convierta en el motor de la actividad recreativa en el golfo de Nicoya y permita generar nuevas fuentes de empleo e impulsar una mayor dinámica de pernoctaci­ón en Puntarenas, la península y sus alrededore­s.

De acuerdo con Benavides, el proyecto de ley viene a consolidar y ampliar la figura de la administra­ción compartida de este sitio, que alberga 472 hectáreas de tierra, ubicadas a ocho kilómetros de la ciudad de Puntarenas.

Un decreto del 2008, firmado por el liberacion­ista cuando era ministro de Turismo, estableció una comisión permanente conformada por los ministros rectores de Cultura, Juventud y Deportes, Turismo, Ambiente y Energía y por el alcalde puntarenen­se.

Con la nueva ley se crea una junta directiva, en vez de la Comisión, como un órgano de desconcent­ración máxima del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae). Además, se añade un representa­nte de la Cámara de Turismo de Puntarenas y del Poder Ejecutivo.

El documento establece de manera expresa los fines del parque.

El primero que se menciona es la preservaci­ón del patrimonio natural, histórico, cultural y arquitectó­nico. Seguidamen­te, se le atribuye la coadyuvanc­ia para el desarrollo socioeconó­mico del golfo de Nicoya, el fomento del turismo sostenible, nacional y extranjero. Además del disfrute, la recreación, la generación de facilidade­s y comodidade­s para la visitación turística.

“Ser parque nacional le permitirá a isla San Lucas gozar de una protección más intensa de aquellas áreas que no se van a tocar, desde el punto de vista de visitación y desde el punto de vista histórico, que es la mayor parte de la isla”, indicó el legislador.

Posibles beneficios. El impulso de la visitación a isla San Lucas también beneficiar­ía a los habitantes de la península de Nicoya y la provincia de Puntarenas, en cuanto a la generación de empleo, según la perspectiv­a del liberacion­ista.

“La idea es que muchas personas que hoy están asociadas a la costa y el mar, tanto en la península como en el área de Puntarenas, que quizás no tienen éxito con la pesca, puedan también convertirs­e en transporti­stas marítimos de personas que vayan a visitar la isla”, mencionó.

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ALBERT MARÍN El dispensari­o médico es una de las primeras estructura­s que observan los visitantes al iniciar su recorrido por la isla.
 ?? ALBERT MARÍN ?? Los techos de los pabellones donde eran recluidos los presos, también requieren intervenci­ón.
ALBERT MARÍN Los techos de los pabellones donde eran recluidos los presos, también requieren intervenci­ón.
 ?? ALBERT MARÍN ?? San Lucas fue declarado refugio nacional de vida silvestre por medio de un decreto ejecutivo. En la foto, se observa a la distancia la figura de la isla.
ALBERT MARÍN San Lucas fue declarado refugio nacional de vida silvestre por medio de un decreto ejecutivo. En la foto, se observa a la distancia la figura de la isla.

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