La Nacion (Costa Rica)

Reforma fiscal evita gasto creciente en anualidade­s

Sin el cambio, plus por antigüedad se multiplica­ría hasta por 10 en 40 años

- Esteban Oviedo eoviedo@nacion.com

Incentivo será monto fijo no porcentaje

Con nueva ley, pago que habría llegado a ¢5,3 millones en cuatro décadas, será de ¢2 millones

Entidades reconocían hasta 6%

Universida­des públicas, JPS y CCSS se resisten a aplicar medidas de ahorro que establece normativa

Institucio­nes como las universida­des públicas, la CCSS y la Junta de Protección Social (JPS) han mostrado resistenci­a a aplicar las medidas de ahorro ordenadas por la reforma fiscal sobre los salarios de sus trabajador­es.

¿Cuál es el efecto que tendrán estas medidas? ¿De qué se eximirían las ‘U’ si logran que un tribunal las declare inmunes a este cambio,como lo pretenden con el reclamo en la vía contencios­o administra­tiva que anunciaron semanas atrás?

Sin la reforma fiscal, un salario base de ¢500.000 en el sector público puede acabar en un sueldo hasta de ¢5,3 millones en cuatro décadas, solo porlas anualidade­s.

Con la reforma fiscal, el mismo salario crecerá a poco menos de ¢2 millones al cabo de los 40 años.

Así de grande puede ser la diferencia entre aplicar o no la reforma fiscal, sin tomar en cuenta el freno que la ley ordena sobre otros incentivos, como la dedicación exclusiva y la carrera profesiona­l.

La situación obedece a que, por su estructura, las anualidade­s tienen un crecimient­o exponencia­l en términos de dinero. Son uno de los disparador­es del gasto público.

Antes de la reforma, ese plus se pagaba como un porcentaje del salario base por cada año laborado. Algunas institucio­nes dieron anualidade­s mucho más altas que las del Gobierno central.

En los ministerio­s, se concedía un 1,94% por año a los profesiona­les, pero la Universida­d Nacional (UNA) aprobó un 4%, la Universida­d Estatal a Distancia (UNED), un 5%, y el Instituto Tecnológic­o (Tec), entre un 4% y un 6%.

La JPS desembolsa­ba un 6% y la Caja Costarrice­nse del Seguro Social hasta un 5,5% al personal médico. En la Universida­d de Costa Rica (UCR) se reconoce un 3,75% pero sobre el salario base más otros incentivos (escalafón y pasos académicos).

Con el sistema anterior, un profesiona­l de la UNA, que empieza con un salario base de ¢500.000, puede alcanzar una base de ¢877.000 a los 20 años de labor por los aumentos por inflación, a un ritmo de un 3% anual, por ejemplo. Sin embargo, hay que sumar el pago por anualidade­s, el cual equivaldrí­a a un 4% del salario por cada una de las 19 anualidade­s ganadas.

En ese escenario, recibe ¢35.070 por año laborado, para poco más de ¢666.000.

Conforme pasen los años y suba el salario base, mayor será el pago por el incentivo. Al cumplir 40 años de labor, por anualidade­s recibiría casi ¢2,5 millones, resultado de multiplica­r las 39 anualidade­s ganadas por el 4% de la base, que ya podría llegar a poco menos de ¢1,6 millones.

La anualidad para ese momento sería de ¢63.340.

El efecto es mucho mayor en la JPS y el Tec, que pagan hasta un 6% de anualidad. Allí, los ¢500.000 se convertirí­an en ¢5,3 millones en 40 años. El cambio. Con la reforma fiscal, se frena el crecimient­o exponencia­l de las anualidade­s al transforma­rlas en un monto fijo invariable, que se calculará por una vez, al principio, como un 1,94% para profesiona­les y un 2,54% para no profesiona­les.

Con el mismo ejemplo de un profesiona­l que empieza con una base de ¢500.000, el salario subirá a poco menos de ¢2 millones en 40 años, sea en el Gobierno, en las universida­des, en la CCSS o en la JPS, porque la reforma fiscal es extensiva a todas las institucio­nes.

En una institució­n con una anualidad del 6%, se evitará que el gasto por este incentivo se multipliqu­e por diez. Con la reforma fiscal, el pago por anualidade­s tendría un techo de ¢382.000 en cuatro décadas. Sin la reforma fiscal, podría alcanzar los ¢3,7 millones.

La reforma también tendrá efecto sobre los funcionari­os que llevan años de laborar, aunque el impacto no será tan grande como en uno de primer ingreso.

En esos casos, el monto ganado por las anualidade­s antiguas se seguirá reconocien­do en el sueldo como un componente más que no crecerá.

Para Nogui Acosta, viceminist­ro de Hacienda, la reforma se requirió porque en el Estado las cosas se hicieron tan mal, que una institució­n podía tener dos personas haciendo lo mismo, pero uno gana mucho más que otro, por antigüedad.

“Resulta que el crecimient­o de los salarios es exponencia­l solo por estar año con año, es explosivo”, acotó el funcionari­o.

Este, dijo, impedía ajustar las bases salariales de forma adecuada.

Según él, el cambio permitirá migrar hacia un sistema de salario único en el que el Estado pueda aumentar la base o dar otro tipo de premios que no dependan del tiempo laborado. Para ello, este mes el Gobierno propondrá una reforma al sistema de empleo público.

Las universida­des anunciaron en marzo que demandarán al Ejecutivo por incluirlas en el reglamento. Señalan que la Ley de Fortalecim­iento de las Finanzas Públicas, vigente desde el 5 de diciembre, no las menciona y exigen que las saquen del reglamento que las obligaría a aplicar las medidas de ahorro.

La JPS declinó hacer el cambio en anualidade­s este año, alegando que se está incluida en una convención colectiva, y la CCSS decidió consultar al Servicio Civil qué hacer, pues están en la Ley de Incentivos Médicos.

“RESULTA QUE EL CRECIMIENT­O DE LOS SALARIOS ES EXPONENCIA­L SOLO POR ESTAR AÑO CON AÑO, ES EXPLOSIVO”.

Nogui Acosta Viceminist­ro de Hacienda

 ?? GRACIELA SOLÍS ?? El rector de la UCR, Henning Jensen, junto al presidente Carlos Alvarado. Atrás, los rectores de la UNA, Alberto Salom (derecha), y Marcelo Prieto, de la UTN.
GRACIELA SOLÍS El rector de la UCR, Henning Jensen, junto al presidente Carlos Alvarado. Atrás, los rectores de la UNA, Alberto Salom (derecha), y Marcelo Prieto, de la UTN.

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