Banco Central impediría baja del dólar por eurobonos
Presidente ejecutivo garantiza manejo de $1.500 millones si diputados lo avalan
Una vez que se paguen vencimientos de la deuda pública en moneda extranjera, el dinero restante se administraría desde reservas del Banco
Si la Asamblea Legislativa aprueba el proyecto de los eurobonos, el Ministerio de Hacienda traería al país, este año, $1.500 millones que se suman a cerca de $850 millones que negocia en créditos externos con organismos multilaterales.
La forma en que el Banco Central administre dichas divisas tendrá un impacto sobre el tipo de cambio y las tasas de interés. En entrevista con La Nación, el viernes 5 de abril, el presidente de la autoridad monetaria, Rodrigo Cubero, detalló el camino que planean seguir cuando ingresen dichos fondos.
––Si entran $1.500 millones por los eurobonos este año, ¿cómo administrarían esas divisas?
—Justamente, ahí tenemos vencimientos importantes (de deuda). Estamos contando, como dijimos en el programa macroeconómico, con el ingreso de $1.500 millones de eurobonos en el 2019 y otros tantos en el 2020. Lo que vemos es que esos recursos serían importantes para hacerles frente a todos los vencimientos.
––La Cámara de Exportadores opinó que el ingreso de $1.500 millones, más lo que se está negociando con los organismos multilaterales, generarán una sobreoferta de dólares porque estiman los pagos de deuda en dólares en unos $1.000 millones. ¿Cómo van a administrar los dólares que queden después de pagar los vencimientos?
—Digamos que ingresan los recursos por eurobonos, en una primera instancia, lo que el Gobierno haría sería depositarlos como depósitos del Gobierno Central en el Banco Central y eso pasa a engrosar las reservas monetarias internacionales.
––Si eso ocurriera en este momento, las reservas sobrepasarían los $9.000 millones...
—Así es, de $9.500 millones a $9.700 millones. Hay, por supuesto, movimientos en ambas direcciones, pero ceteris
paribus (si lo demás permanece constante), estaríamos en una posición por encima de los $9.000 millones.
“Si Hacienda necesitara esos recursos en dólares para hacerles frente a pagos en dólares, pues se neutraliza la operación inmediatamente.
“Si Hacienda necesitara usar esos recursos para hacer pagos en colones (…), lo que necesite colonizar no afecta directamente el mercado cambiario, porque las transacciones cambiarias entre el Banco Central y el sector público no bancario, desde el año 2014, se efectúan directamente en el Banco Central, no pasan por mercado cambiario.
“Simplemente, el Banco Central le vende colones al Gobierno y le acepta los dólares a cambio, eso no tiene un impacto sobre el mercado cambiario, lo que tiene es un impacto sobre la emisión monetaria en colones.
“Y, ¿qué hace el Banco Central frente a eso?, estimar si esas inyecciones de liquidez en el mercado en colones deben ser esterlizadas, es decir, reabsorbidas para que el crecimiento de los agregados monetarios se mantenga en línea con el cumplimiento de la meta de inflación en el mediano plazo, entonces, ahí el Banco Central tendría que hacer una estimación de cuánto de esa emisión, que implica la venta de colones al Gobierno Central a cambio de los dólares, tendría que ser reabsorbida”.
––¿Cómo haría la reabsorción?
—Sería por medio de la colocación de bonos de estabilización monetaria del Banco Central.
“Lo que ocurre es que el Banco Central vende su bono, un pedazo de papel, un contrato comprometiéndose a pagar un monto equis de dinero a un plazo y a cambio recibe ese monto de dinero, entonces, ahí lo que hace el Banco Central, cuando recoge ese dinero, es sacarlo de circulación.
”También, hay subastas en el mercado integrado de liquidez (MIL).
”Los dólares los dejaríamos simplemente como parte del acopio de las reservas internacionales netas”.
––¿Para el Banco Central, tener reservas implica un costo?
—Hay un costo, el costo que se considera normalmente es el diferencial que existe entre los rendimientos que se obtienen por las reservas internacionales netas (...). Esos rendimientos son normalmente bajos porque son títulos de muy bajo riesgo y los rendimientos que tiene que pagar el Banco Central por las operaciones de absorción de liquidez; por ejemplo, los bonos de estabilización monetaria.
––¿Hasta dónde puede lleva el Banco Central sus reservas sin generar dificultades en sus finanzas?
—El Banco tiene lo que llama un rango estratégico de reser vas, no quiere decir que no se puedan mover las reservas n por encima ni por debajo de ese rango, pero es un rango donde sentimos que las reservas son razonables y anda entre el 11% y el 15% del PIB (entre $6.600 y $9.000 millones).
––Entonces, ¿ya estarían cerca del rango superior?
—Estamos como en 13,8% de PIB (producto interno bruto).
––Si ingresaran los $1.500 mi llones, ¿ya estarían las reser vas cerca al límite superior que ustedes consideran adecua do?
—Así es, en estos meses tam bién vamos a enfrentar pagos el Gobierno Central enfrenta pagos en el mes de mayo y hay otras instituciones del sector público que enfrentan pagos.
––¿Se sumarían unos $850 mi llones que nos había explicado doña Rocío Aguilar (ministra de Hacienda) que vendrían de organismos internacionales este año?
—Ciertamente, aparte de los eurobonos, se estarían espe rando fondos de multilatera les, habría que ver cuándo y cuánto ingresa por esa fuente.
––De este esquema que usted me explica, ¿sería el Banco Central el que pague el costo para que Hacienda se acomode?
—Bueno, sí, en la medida en que las operaciones de adquisición de reservas impliquen una emisión monetaria que deba esterilizarse con bonos de estabilización monetaria, nos implicarían un cierto costo.
”No es (un costo) uno por uno, porque algunas de estas necesidades de financiamiento en dólares del Gobierno usarán justamente los recursos que se adquirieron antes, entonces, el efecto es completamente neutral y lo que el Banco Central estime que debe absorber no es necesariamente el 100% de lo que se emita cuando se le venden colones al Gobierno Central.
”Ciertamente, considerando las necesidades del financiamiento, ya no solo del Gobierno, sino en general del país, también el Banco Central tiene que hacerle frente a ese pago del FLAR (Fondo Latinoamericano de Reservas, el pago es por $1.000 millones)”.
––Los $1.500 millones le aliviarían las necesidades de financiamiento a Hacienda, pero todavía tendría que financiarse en el mercado interno. Si ustedes salen también a captar, ¿podrían bajar las tasas de interés?
—En el neto uno esperaría que el impacto sea hacia la baja claramente (...). Los recursos que Hacienda logre captar vía colocación de eurbonos o organismos multilaterales, le permitirán reducir considerablemente su presión en el mercado local y lo que el Banco Central tenga que hacer para esterilizar las operaciones en dólares que haya recibido el Ministerio de Hacienda, será mucho menos que uno a uno.
––En la Asamblea Legislativa pareciera que solo van a aprobar los $1.500 millones para este año, entonces, este año ese escenario se ve factible, pero ¿qué pasaría en el 2020 si no no les aprueban los $1.500? Habría un alivio este año en tasas, pero el otro año se vuelve a complicar la situación.
—Se vuelve a complicar la situación, sí, por eso creemos que desde el punto de vista de las condiciones financieras del país como un todo, sería mejor que Hacienda tuviera acceso a eurobonos por los siguientes cuatro o cinco años. Eso descargaría muy significativamente el mercado doméstico y permitiría que el crédito, el apetito por crédito en el sector privado, se recupere a los niveles que estábamos acostumbrados hace unos cuatro o cinco años, a tasas de dos dígitos.
––Pero, ¿si no?
—Si no, tendríamos de nuevo presiones sobre las tasas de interés, presiones al alza y eso va a reducir el crecimiento en el crédito y, desafortunadamente, el crecimiento económico.
––Precisamente, sobre la parte de crecimiento económico, hay actividades importantes que están cayendo: comercio, agricultura, la parte de industria que está en régimen definitivo. Todavía no se ven señales de reactivación, ¿no sé si usted las ve por algún otro lado?
—Hemos visto dos señales tempranas de reactivación, que no son para tirar las campanas al vuelo, pero que, ciertamente, permiten intuir un punto de inflexión en la economía.
“Una es el último indicador de la encuesta de confianza al consumidor de la Universidad de Costa Rica, en que sí ya vemos un repunte en la confianza del consumidor; y el segundo indicador es el IMAE (índice mensual de actividad económica), cuando vemos la tasa de variación interanual de la tasa tendencia ciclo, pues sí hemos visto que se ha mantenido una tasa de crecimiento muy baja, pero cuando analizamos mes contra mes, nos damos cuenta de que ya hubo un punto de inflexión, que ya hubo un rebote, que se tocó piso alrededor de octubre y que ya está empezando a crecer más rápidamente mes contra mes, la actividad económica.
––Pero, ¿será realmente un punto de inflexión?
—Vamos a ver y, por eso es que es importante ser cauto en no tirar las campanas al vuelo. Yo quisiera ser cauto respecto a eso porque tenemos que ver más observaciones y, aun así, con o sin rebote, es claro que el nivel de crecimiento no es bueno. El nivel de crecimiento sigue siendo bajo, lo único es que sí podría estarse llegando a esa recuperación.
”Estamos conscientes de que la tasa de desempleo sigue siendo muy alta y es por eso, con todas esas consideraciones, que decidimos bajar la tasa de política monetaria”.
Los dólares los dejaríamos como parte del acopio de las reservas”.