Cuide su piel: Índice de rayos ultravioleta en nivel ‘muy alto’
IMN sugiere usar bloqueador entre 10 a. m. y 3 p. m. pues radiación llega a 12
No importa si usted pasará los feriados de estos días en la playa, la montaña o la ciudad, tampoco importa si usted siente que hace más frío o que está más nublado... Igual debe protegerse contra la radiación ultravioleta.
Este consejo no es nuevo ni tiene por qué variar de un año a otro; la posición de Costa Rica en el trópico hace que la radiación ultravioleta sea mayor que en otras zonas del planeta. No obstante, en periodos de vacaciones es más probable que las personas pasen más tiempo al aire libre, por lo que es necesario hacer el recordatorio de cómo protegerse de estos rayos solares.
La concepción de que en las costas la radiación es más peligrosa no es del todo cierta. El calor puede hacer que la persona crea que la incidencia de rayos ultravioleta es mayor, pero eso no necesariamente es así.
Las montañas y muchas ciudades poseen más radiación –y más directa– que las playas. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que a 1.500 metros sobre el nivel del mar hay de 20% a 40% más radiación que en las áreas costeras.
A esto se debe sumar el hecho de que abril es de los meses que, históricamente, tienen un mayor índice de rayos ultravioleta.
De hecho, para esta Semana Santa se espera que tanto el Valle Central, como el Pacífico y el Caribe tengan un índice de radiación ultravioleta de 12 (en una escala de 0 a 20), considerado un nivel “muy alto”. Estos datos se desprenden de la aplicación weatheronline.com, de la Asociación Estadounidense de Climatología, que recoge información de todo el mundo.
De acuerdo con el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), una radiación superior a 11 obliga a contar con una protección extra que incluya bloqueador solar, lentes oscuros, sombreros con visera y el evitar exponerse al aire libre durante más de 30 minutos entre las 10 a. m. y las 3 p. m. Bloqueador, no bronceador. Cuando se habla de protección contra la radiación del sol, el uso de bloqueador solar –no bronceador– es la primera medida. La primera aplicación debe hacerse entre 25 y 30 minutos antes de salir al aire libre, y su acción no es de muy larga duración: debe reaplicarse cada dos horas.
De acuerdo con los especialistas, lo primero que debe hacerse es verificar que el producto tenga protección con
tra los rayos UVA y UVB; esto debe decirlo claramente en su etiqueta.
Otro aspecto importante es el factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés), el cual da cuenta del nivel de protección contra los rayos solares que posee cada producto. Cuanto mayor es el número, mayor también es la protección.
La recomendación de los especialistas es que las personas que tienen piel muy blanca y sensible –así como los bebés y niños pequeños– utilicen un factor de protección solar de 50 SPF.
Si su piel es más oscura, podrá darse la licencia de utilizar un factor de protección más bajo, aunque los especialistas indican que debe ser protector (o bloqueador) solar y no un bronceador.
Otra recomendación es no dejarse llevar por los protectores solares que digan 80 o 100 o incluso 150 SPF. Según la Asociación Estadounidense de Dermatología, un SPF 15 protege en un 93% de los UVB, los SPF30 lo hacen en un 97%, los SPF50, un 98%, pero los de 100 o más no pueden proteger más.
Además, si usted va a estar bajo el agua, por más que su protector solar diga que es contra agua, lo recomendable es volvérselo a aplicar al salir. Lo mismo sucede si usted hace ejercicio y suda mucho.
Protección extra. Los lentes oscuros son otro factor vital a la hora de protegerse del sol y sus rayos. Sin embargo, estos deben tener también filtro de protección solar. Lo más recomendable es comprarlos en una óptica y evitar a toda costa comprar los que se venden en la calle.
Los lentes que se consiguen en puestos callejeros más bien podrían dañar la vista. Estos productos no solo no tienen filtros contra los rayos UV, sino que también carecen de filtro, lo que los hace peligrosos.
“Usted no puede comprar lentes en cualquier esquina; los que se venden en la calle, por lo general, no tienen filtro y son solo vidrio. Eso más bien permite un mayor paso de luz y el daño al ojo puede ser más grave del que causa no usar anteojos del todo”, dijo, en una entrevista anterior, el oftalmólogo Manfred Freer.
También es necesario utilizar sombreros que impidan a los rayos del sol darnos directamente en la cara, así como mantenerse hidratado con agua.
No obstante, para los especialistas, lo más importante es evitar exponerse al sol en las horas de más peligro.
“Usted podrá ponerse todos los bloqueadores que quiera, pero la clave es no exponerse al sol entre 10 a. m. y 3 p. m.; ningún bloqueador lo protegerá lo mismo que quedarse en casa a esas horas”, concluyó el dermatólogo Pablo Lara.