Noveno traspié de brumosos desata frustración y furia
››Cartaginés se quedó a un gol de clasificar. Juego cerró con polémica
A la novena eliminación consecutiva de Cartaginés no le faltó nada: el suspenso fue el propio de una película de Hollywood, la frustración llevaron a las lágrimas a más de un aficionado y la furia contra el árbitro dio el cierre caótico entre empujones y discusiones.
Los brumosos firmaron su traspié más doloroso del 2014 a la fecha, si se toma en cuenta que en esta oportunidad les faltó anotar un gol, justo en la última fecha ante Santos, para quebrar su mala racha. La victoria 2 a 1 no alcanzó, por el contrario, les dejó un sabor más amargo, al ver cómo se les esfumó todo de sus propias manos.
Por tercera ocasión en tres años los guapileños fueron la piedra en el zapato en el último suspiro de un torneo, para un equipo blanquiazul que experimentó un carrusel de emociones en esta ocasión. En el minuto 49' llegó la ilusión con el tanto de Julio Cruz, en el 77' la desazón por el empate de Anderson Núñez y en el 90', fe total con el dardo de Hernán Fener.
Sin embargo, había más, no precisamente por estar cerca de su ansiado festejo, sino porque de los cuatro minutos de reposición que dio Adrián Chinchilla, apenas se disputó uno, el resto se diluyó en dolencias del rival.
El pitazo final de Chinchilla desencadenó todo el enojo de los centenarios, quienes se lanzaron contra el cuarteto arbitral, pese a los esfuerzos de la seguridad. Llegó una roja para Marcel Hernández y muy posiblemente se dará algún otro castigado por el reporte. Las críticas al oponente también se dieron, así como empujones y conatos de bronca.
“Adicionada cuatro minutos, luego cuatro, los cuales no se juegan y jamás había visto en el fútbol un equipo que va perdiendo y hace tiempo. Un equipo que no se juega nada, va perdiendo y hace tiempo, a mí me pone a dudar”, señaló el técnico Martín Arriola.
La respuesta llegó de los santistas, quienes recalcan que fueron profesionales y compitieron a lo largo de todo el compromiso, más allá de estar eliminados. Esto, pese a que se retrasaron en su traslado luego de fallas mecánicas en su autobús y las dificultades por cierres en la ruta 32.
En Santos toman los cuestionamientos como parte del calor del resultado y la impotencia de los brumosos.
“No quería venir al Fello Meza y que nos metieran cinco. Todos los jugadores dieron lo mejor que tenían, fuimos profesionales y no vimos esto como un amistoso. Les dije que si se da todo lo que se tiene, se puede salir con la frente en alto de cualquier lugar”, enfatizó Johnny Chaves.
Más allá de la polémica, los reclamos a los árbitros y el dolor por quedar fuera, en Cartaginés aceptan sus errores y señalan que la eliminación no se dio solamente en la última jornada, sino que los fallos fueron reiterados en un equipo que hasta pasó ocho fechas sin ganar.
“Es difícil, porque no se perdió la clasificación ante Santos, fue seis o siete fechas atrás. Perdimos ventajas en partidos, dejamos ir muchos puntos en casa y eran resultados que teníamos en las manos y se nos fueron. Duele no clasificar un torneo más, pero toca levantar la cabeza y pensar en lo que viene. Se necesita ser constante, pero no fue así y es triste”, destacó Néstor Monge.
Sucumbir a manos de Santos en el cierre de un certamen, como pasó en el Invierno 2016 y en el Verano 2017, es algo circunstancial, según los blanquiazules.
Pese a todo, en la parte deportiva afirman que si se mantiene la estabilidad de este campeonato y logran ajustar con nuevas figuras, se puede dar el giro que tanto necesita el equipo. Eso sí, por ahora todo son lamentos y frustración al quedar tan cerca.
En la Vieja Metrópoli vendrá la etapa de análisis y movimientos. El presidente Adrián Jiménez ratificó a Arriola como entrenador y señaló que no quiere grandes cambios.
Con lo que respecta a lo económico, el golpe es fuerte, ya que calculan ¢100 millones en perdidas al no avanzar.