35.000 desempleados esperan un año o más para obtener trabajo
Encuesta del INEC 12 de cada 100 desocupados afrontan problema de largo plazo para laborar ¿Por qué les cuesta? Profesiones saturadas, falta de estudio y hasta sobrecalificación les afectan
Buscaron empleo uno, tres... doce meses, pero su ansiada oportunidad laboral nunca llegó. Esta es la realidad que afrontaron unas 35.000 personas en Costa Rica el año anterior.
De acuerdo con la última Encuesta Continua de Empleo del Instituto de Estadística y Censos (INEC) estas personas terminaron el 2018 sin trabajo.
Tener una profesión que ya está saturada, estudios escasos o incompletos o hasta sobrecalificación para el puesto que se ofrece, figuran entre las razones de esa prolongada espera.
La periodista y licenciada en Producción Audiovisual Natalia Salas es una de las desempleadas de largo plazo en el mercado laboral.
Desde que terminó su última relación laboral, en el 2017, hasta hoy, han transcurrido dos años, y aunque asegura haber buscado trabajo incansablemente en diversas áreas, todavía no logra encontrar una oportunidad.
“He aplicado para muchísimos puestos como asistente o secretaria, diversos puestos que quizás no tienen nada que ver con mi área de especialización. Lo he hecho por necesidad, pero aun así, no he topado con suerte, porque para esos puestos estoy sobrecalificada”, aseguró.
De acuerdo con la comunicadora de 30 años, los empleadores le señalan que evitan contratarla porque al ser periodista y estar aplicando por un puesto distinto a su profesión, temen que renuncie meses después, si llega a aparecer una vacante para ella en su área.
Salas es madre de un niño de dos años. Ante la falta de opciones laborales, su hogar depende económicamente de su esposo, quien trabaja en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
La necesidad de su hogar la ha llevado a evaluar otras opciones para obtener un empleo o una actividad que le genere ingresos.
“Estoy haciendo los cursos para ser estilista. Eso me permitiría hacer trabajos y generar ingresos mientras espero por una oportunidad profesional”, dijo Salas.
Al igual que Salas, 12 de cada 100 desempleados acumula más de un año de estar buscando empleo. Jóvenes, muy afectados.
El desempleo de larga duración presiona mucho más a los jóvenes, debido a la falta de experiencia profesional, aunque esto no explica la raíz del problema.
Dos de cada 100 trabajadores de entre 15 y 24 años sufre desocupación de largo plazo, mientras que uno de cada 100 mayores de 25 años tiene el mismo problema.
Hace un año, Stephanie Vargas concluía la licenciatura en Enfermería en la Universidad de Costa Rica.
El sueño que tuvo desde niña de ser enfermera, se fue desvaneciendo para la joven de 22 años conforme se enfrentó a la realidad laboral en su rama profesional.
“Si, hace unos años, a mí me hubieran dicho la situación actual, juro que no lo estudio aunque me encante. Ahorita yo no puedo pensar en casarme, comprar una casa o cambiar de carro porque, si no hay trabajo, no hay plata”, aseguró Vargas. Recién culminados sus estudios, esta vecina de San Pablo de Heredia comenzó a enviar currículos a diferentes empresas, incluidas instituciones públicas como la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Según Vargas, esta entidad le dio la oportunidad de hacer sustituciones, es decir, la llaman en ocasiones para trabajar durante las vacaciones o los permisos de las enfermeras en propiedad. Ella es la enfermera número 164 en la lista.
“Diciembre fue el mes en el que tuve más sustituciones, cuando trabajé 10 días, pero en promedio me llaman cuatro veces al mes. En febrero no me llamaron del todo”, indicó.
Con ayuda de sus padres y de las tutorías de Ciencias que ofrece a estudiantes de colegio, Vargas se mantiene a flote con sus gastos. Para intentar solventar su falta de trabajo, tomó la decisión de comenzar a estudiar Ingeniería Eléctrica como segunda carrera.
Poseer un título profesional dejó de ser garantía para tener una oportunidad laboral. El desempleo profesional creció un 35% entre los años 2015 y 2019, cuando cerca de 10.500 personas calificadas se sumaron a las cifras de desocupados. Esto, sin contar a quienes trabajan en un área ajena a su especialización.
Las posibilidades de obtener un empleo son menores para los profesionales de carreras saturadas, como el caso de Salas y Vargas, licenciadas en Periodismo y Enfermería, respectivamente.
A finales de marzo, la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (Conape) anunció que dejaría de financiar estas carreras y otras 34 disciplinas que están altamente saturadas de profesionales. “La gente se tiene que dar cuenta de que este tipo de acciones son por algo. Yo no tengo ningún préstamo para estudiar, pero tengo compañeras que, al igual que yo, no tienen trabajo, estudiaron con un préstamo y ahora no lo pueden pagar”, manifestó Vargas.
Medicina, Historia, Psicología, Mercadeo y Biología también figuran entre las carreras cuyo financiamiento en Conape fue suspendido.