Confusión por oferta de ayuda causa largas filas de limonenses sin empleo
En Limón se corrió la voz de que personas que hubieran perdido el empleo recibirían una ayuda para víveres. El problema es que la información era medianamente cierta, pues la ayuda la ofrecía una empresa bananera únicamente para sus 240 extrabajadores.
La confusión provocó que cientos de desempleados en la ciudad caribeña hicieran fila en la sede de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en busca de una constancia salarial, que demostrara su situación laboral.
Yolanda Valverde, directora de sucursales de la Caja, explicó que la compañía bananera negoció con sus trabajadores una ayuda mensual de ¢150.000 por un año para la adquisición de víveres. Uno de los requisitos para obtener dicha ayuda era aportar una constancia salarial de la Caja.
Ese requisito explica por qué en los últimos días atendieron a 400 solicitantes del documento. Como la capacidad de la oficina es para atender a 60 personas, muchas tuvieron que esperar en la calle.
Un video publicado por el sitio Limón Informa dio cuenta de la larga fila que se formó la mañana de este miércoles, incluso bajo la lluvia.
En horas de la tarde, la Caja confirmó que la situación se normalizó, pues ese día vencía el plazo dado por la compañía para llevar el requisito.
Asimismo, la entidad envió a uno de sus asesores legales para verificar si la promesa de las 240 ayudas era real, situación que fue ratificada tanto por la compañía como por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
La CCSS indicó que la certificación se puede obtener por Internet, accediendo a la oficina virtual.
Prudencia. Por su parte, el Ministerio de Trabajo advirtió de que dentro de las gestiones que realiza la llamada Mesa Caribe para impulsar el empleo en la provincia, no se encuentra ningún tipo de ayuda económica mediante el aporte de empresas privadas.
Por esa razón, recomendó prudencia a la hora de suministrar información a cualquier empresa o persona sin antes corroborar la legalidad de estas.
En los últimos meses, los despidos han afectado a decenas de trabajadores limonenses, cuyas empresas cesaron o disminuyeron operaciones con la entrada en funcionamiento de la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM).
Uno de esos casos es de la compañía Dole, que tenía 240 trabajadores, así como empleados de estibadoras y de la parte de almacenamiento.