Javier Delgado rompe silencio sobre su despido
El Sheriff rompió el silencio y habló sobre la relación entre Agustín Lleida y Hernán Torres, las contrataciones de Esteban Alvarado y Marco Ureña, y problemas económicos tras la eliminación
Javier Delgado no es un tipo polémico. Aquí retrata su verdad, su versión luego de ser la primera baja en la nueva reestructuración rojinegra.
––¿Qué opina de su salida como gerente deportivo de Alajuelense?
—Fue una decisión de la Junta Directiva. Obviamente, uno pensaba que se podía continuar. Ya se estaba planeando el siguiente torneo, pero ellos analizaron y tomaron su decisión.
––¿Siente que el hilo se corta por lo más delgado: los resultados no se dieron y se fue el gerente deportivo?
—Yo tuve muy claro que todo cargo que uno ocupe tiene responsabilidad, más en este que es en la parte deportiva.
”Es parte del fútbol y la vida. Esas decisiones que a veces uno no comparte, pero tiene que respetar. Así como uno se alegró cuando lo buscaron para ponerlo en esa posición, uno entiende que cuando no se dan los resultados se comiencen a buscar causas, razones o motivos y en esta situación yo fui el señalado y yo fui el que pagó esas consecuencias”.
––En los fichajes bomba de Marco Ureña y Esteban Alvarado, se dice que estos fueron impuestos por la Directiva y tal vez no pasaron su filtro. ¿Eso es así?
—El presidente Fernando Ocampo lo explicó muy bien en ambos casos; él venía desde tiempo atrás, antes de que yo llegara con los contactos, y las consultas, sobre la situación de Esteban y lo mismo con Ureña.
”Había una comunicación desde antes con ellos, ahí es en su momento donde a mí se me hace la consulta en la parte deportiva y lo que hice fue dar mi parecer”.
––¿Esa recomendación fue de traerlos?
Sí, en los dos casos sí. En el de Esteban la argumentación mía era que quería ponerle competencia a Patrick Pemberton, porque en su contrato tiene la posibilidad de que si le sale una oferta afuera puede irse sin ningún problema. Al principio, se dio lo que esperábamos, Patrick tuvo un gran rendimiento. Luego con lo que sucedió, que ni con una bolita de cristal se podría saber, la situación fue por otro rumbo.
––De nuevo comienza otro proceso en Alajuelense, con los constantes cambios de cuerpo técnico y jugadores. ¿Es más fácil o más difícil alcanzar el éxito?
—El fútbol es tan enigmático, tan amplio, tan raro aveces; cuando usted menos lo piensa, una situación bien planificada no da los resultados posibles. Lo que hablé desde el primer día es que quería darle estabilidad a la planilla y cuerpo técnico, salían ocho y entraban ocho.
––Agustín Lleida habla de cuidar las finanzas y que no vendrán fichajes bomba. También dice que el nuevo cuerpo técnico es más barato que el anterior. ¿Está mal la Liga económicamente?
—No es que está mal, es que la eliminación a la ronda final golpea, la inversión fue para tener un equipo competitivo, los resultados no se dieron, la parte económica quedó algo golpeada”.
––¿Cómo se enteró de su despido? Porque la prensa manejaba que antes del juego ante Pérez Zeledón su cargo se analizó. Luego, previo al partido contra Guadalupe la prensa informó de su destitución. —Eso se fraguó tiempo antes, lo que pasa es que me tengo que regir por la posición oficial. Si me dejo llevar por rumores, ando viendo fantasmas por todo lado en la parte profesional. El punto donde ya yo vi que era la situación así, es cuando se da lo de Hernán Torres, cuando él manifiesta que él seguiría en el equipo si se da mi continuidad y entonces ya se empieza a tambalear el asunto”.
”Luego se da mi destitución, él (Hernán Torres) tiene la parte de ética muy bien impregnada; él me había dado su palabra y un sector de la dirigencia sabía que si ponían a Agustín Lleida en el puesto, Hernán Torres no iba a aceptar. La dirigencia lo sabía”.
––Se dice que la relación entre Hernán Torres y Agustín Lleida no era buena. Si la Directiva sabía eso, es decir, no sería una renuncia de Torres, sería una invitación a que no siguiera... —Así es. Como usted lo está diciendo. Ellos sabían. Lo invitaron a no seguir, ellos sabían que si nombraban a Agustín, Torres, no iba a seguir. Eso lo sabían al menos dos dirigentes. No sé, pareciera que ellos valoraron más la parte de Agustín.
––¿Esos dos directivos tienen tanto peso en la dirgencia? —Es muy relativo, a veces uno esas cosas no las puede medir tanto. Lo que pesó fue que prefirieron que estuviera Agustin y no Hernán Torres.
––Pero, ¿cuál era la situación con Agustín Lleida y Hernán Torres? Por jerarquía, uno diría que tiene más peso el director técnico del primer equipo o el gerente deportivo, que el director de liga menor.
—Lo que pasa es que hubo unas situaciones con jugadores de alto rendimiento que, por la situación del primer equipo, son totalmente entendibles. Se tenían pocos jugadores y Hernán pedía futbolistas de alto rendimiento y hubo ahí algunas desavenencias con el préstamo de jugadores que eso yo nunca lo entendí y siempre lo exigí.
”La prioridad era el primer equipo, no es que no me interesa que el alto rendimiento; este es un proceso de aprendizaje, y los jugadores estaban con la Primera, eran tomados en cuenta, debutaron cuatro o cinco muchachos. Don Hernán se sintió incómodo de que la colaboración no era fluida, estábamos dentro del mismo club, no era un favor, no era que estábamos en otro equipo, éramos de los mismos”.
Un sector de la dirigencia sabía que si ponían a Agustín Lleida, Hernán Torres no iba a aceptar. La dirigencia lo sabía”.