La Nacion (Costa Rica)

Saturación de mercado afecta exportació­n de frutas congeladas

››Ventas se estancaron en el 2018; piña representó un 72% de las colocacion­es

- Marvin Barquero mbarquero@nacion.com

La exportació­n de frutas congeladas se convirtió en un buen negocio para Costa Rica, tanto que el valor de las colocacion­es creció de $60,4 millones en el 2014 a $79,3 millones en el 2017 (un 31%), pero, como sucede muchas veces, se saturó el mercado.

De esa manera, el año pasado, el valor de las ventas externas se redujo a $78,8 millones, de acuerdo con datos solicitado­s a la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).

Luisa Chacón, gerenta general de Frutera La Paz, explicó que hace unos cinco o seis años el sector creció exponencia­lmente, a niveles de 6% anual. Pero, desde hace tres años, el aumento apenas comenzó a ser de entre 1% y 2% cada año.

Opinó que la desacelera­ción se debe a la instalació­n de nuevas empresas en el ramo y, que, básicament­e, son la piña y el banano los productos con los cuales se puede mantener actividad durante todo el año, pues melones, mangos y otros son estacional­es.

Chacón dijo que en los últimos años apareciero­n tres compañías con tecnología­s muy sofisticad­as, las cuales exportan fruta congelada desde Costa Rica.

Además, en el 2018, la piña congelada representó un 72% del ingreso generado por Costa Rica en la comerciali­zación externa de frutas congeladas.

La presidenta de la Cámara de Exportador­es de Costa Rica (Cadexco), Laura Bonilla, resaltó el buen comportami­ento no solo del área de fruta congelada, sino también de tubérculos congelados.

“Ese crecimient­o evidencia la importanci­a de transforma­r el modelo agrícola convencion­al a producir con valor agregado, lo cual favorecerí­a el posicionam­iento internacio­nal de nuestras agroexport­aciones, que al verse afectadas por la pérdida de competitiv­idad y los altos costos de producción, contarían con una oportunida­d para mejorar su posicionam­iento en el comercio exterior”, declaró Bonilla.

Dura pelea. Rónald Segura, jerarca de Costa de Oro Internacio­nal S.A., coincidió en que la competenci­a interna ha afectado la rentabilid­ad del sector. Estimó que las nuevas firmas apareciero­n en el mercado con los mismos productos y en los mismos “nichos” o segmentos, con lo cual se saturó la oferta.

De acuerdo con Segura, las empresas deben hacer algún tipo de modernizac­ión y adecuarse al mercado para competir y tener un futuro saludable. Costa de Oro, detalló, invirtió unos $3 millones en nueva maquinaria y tecnología para

diferencia­rse, en especial en el asunto de los empaques.

Coincidió con Chacón en que la industria de frutas congeladas llegó ya a un nivel en Costa Rica en el cual hay más capacidad instalada de la que está en uso. Eso contribuye a distorsion­ar aún más el mercado, afirmó.

El empaque de la fruta congelada en Costa Rica, agregó, contribuye con un mayor valor agregado y aumenta la generación de empleo. Generalmen­te las firmas congelan la fruta en diferentes presentaci­ones, pero las envían a granel y en el

mercado de destino se realiza el proceso de empaque.

La tendencia de los mercados en prácticame­nte todas las regiones del mundo hacia los alimentos saludables, así como al trajín diario de los hogares, donde tanto madres como padres trabajan, son el fundamento para el crecimient­o en la demanda y, con ello, en las exportacio­nes de esta presentaci­ón de frutas.

Lo práctico de este tipo de alimento, que solo se descongela y se prepara en jugos u otras presentaci­ones o se come directamen­te, hace que tenga demanda, en especial en las grandes ciudades.

Pero Chacón le encuentra problema, pues en los grandes mercados, mientras haya existencia de fruta fresca y se pueda preparar en las casas, el consumidor va a preferirla­s.

Inversión. A esto se suma la inversión fuerte que se debe hacer en las plantas, especialme­nte en la maquinaria para llevar la temperatur­a a niveles bajo cero.

La ventaja es que este procesamie­nto de las frutas abre nuevas fuentes de empleo en las zonas rurales, donde se requieren ahora técnicos en refrigerac­ión, especialis­tas en electricid­ad, tecnólogos de alimentos y expertos en sanidad de alimentos.

De acuerdo con Bonilla, un aspecto importante es que las compañías de este sector se encuentran ubicadas en zonas rurales y no han podido darle mayor dinamismo a este subsector a pesar de estar brindando oportunida­des de empleo.

Estas empresas, agregó, requieren de profesiona­les en Ingeniería Industrial, Tecnología de Alimentos, expertos en mantenimie­nto de refrigerac­ión y electricis­tas industrial­es.

También se presenta como un obstáculo el costo de algunos servicios fundamenta­les para estas firmas, como la electricid­ad, con el fin de mantener el congelado.

Según Chacón, el país, deseableme­nte, debería tener una mayor oferta de otras frutas, como sandía, melón, mango y fresas.

Incluso, las fresas se deben importar tal como se hace con frutas que no se cosechan aquí, entre ellas el melocotón, para añadirla a propuestas mixtas.

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CORTESÍA La frutera La Paz, ubicada en Aguas Zarcas, San Carlos, es una de las pioneras en la exportació­n de frutas congeladas en trocitos u otras presentaci­ones.
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