Más ticas con alto nivel educativo ingresan al mercado laboral
70% de mujeres colocadas en último año tienen secundaria completa o estudios universitarios
Más mujeres con alto nivel educativo están ingresando al mercado laboral. No obstante, buena parte de ellas se incorporan al sector informal, según muestra la Encuesta Continua de Empleo que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Según dicho estudio, entre el primer trimestre del 2018 y el primer trimestre del 2019 se incorporaron unas 159.000 trabajadoras al mercado laboral, de las cuales 127.000 encontraron trabajo y 32.000 pasaron a ser desempleadas.
De las que encontraron trabajo, un 70% tiene secundaria completa o más (universidad sin título o universidad con título); no obstante, un 82,5% entraron a laborar al sector informal.
Esta encuesta se realiza en forma trimestral desde el III trimestre del 2010 y, según muestra la serie, desde el primer trimestre del 2018 hay una tendencia al alza en la tasa de participación femenina, que es la división entre las mujeres que trabajan o buscan empleo entre el total que tiene 15 años o más.
Dicha tasa alcanzó un 42,7% en el primer trimestre del 2018 y subió a un 50,3% en el primer trimestre del 2019.
María Luz Sanarrusia, encargada de la encuesta, explicó que a partir del segundo trimestre del 2018 se nota un aumento significativo en la participación de la mujer y ha crecido su peso en la fuerza de trabajo“secundaria”, es decir, cuando otros miembros del hogar ingresan al mercado laboral además del jefe del hogar.
Esta serie también muestra que, por nivel educativo, lo que más ha crecido son las trabajadoras universitarias con título (un 47% en toda la serie).
No obstante, durante la serie también se nota que ha tendido al alza el porcentaje que labora en el sector informal, el cual rondaba un 39% en el primer trimestre del 2011 y alcanzó un 49,8% en el primer trimestre del 2019.
El economista Pablo Sauma advirtió de algunos cuidados que se requieren al utilizar esta encuesta.
Sauma explicó que la muestra de esta encuesta rota en un 25% cada trimestre, por lo que a lo largo de un año se están comparando dos muestras totalmente diferentes, lo cual genera, en algunas oportunidades, cambios significativos.
“Esto no le quita validez a las tendencias de largo plazo (cuando se considera los primeros trimestres de un número grande de años), pero sí provoca problemas en las comparaciones para un año en particular”, opinó.
Por otra parte, el economista llamó la atención sobre el hecho de que, al comparar la tasa neta de participación femenina entre el primer trimestre del 2018 y el primer trimestre del 2019, el cambio es muy grande porque se está comparando el resultado más bajo de la serie con uno de los tres más altos de la misma. Beneficios y áreas de mejora. Con estas consideraciones metodológicas, los resultados del estudio del INEC parecen reflejar varios hechos positivos y también algunas áreas que se requieren corregir para sacarle mayor provecho a la situación.
Entre los hechos positivos se encuentran la mayor participación de la mujer en el mercado laboral, lo cual podría reflejar alguna mejora en las condiciones que le han dificultado participar antes.
“La mujer tiene más limitaciones en todo sentido, en cuanto al cuido de los hijos, en cuanto el cuido de adultos mayores, en el que muchas veces asume mucho la responsabilidad, o tal vez la responsabilidad está siendo más compartida entre hombres y mujeres, no lo puedo asegurar”, comentó María Luz Sanarrusia, de INEC.
Otro hecho positivo es que de mantenerse la tendencia hacia una mayor inserción el país podría aprovechar e “bono de género”, que es la oportunidad de incorporar a más mujeres en el mercado la boral y, por esa vía, aumentar la producción y los ingresos de los hogares.
Si, además, las mujeres que ingresan tienen un alto nive educativo, habría una vía para mejorar la productividad de los trabajadores, que es la ca pacidad de producir más por unidad de tiempo.
“Sobre todo, que poco a poco se ha venido eliminando la segregación en las ocupacio nes, y muchas mujeres están accediendo a ocupaciones que antes eran típicamente mascu linas”, añadió Sauma.
No obstante, la debilidad que tiene esta tendencia es que la mitad se mantiene en la informalidad, lo cual podría ser señal de que a pesar de sus estudios, no están obteniendo trabajos de calidad que les per mitan aprovechar sus conoci mientos.
En una respuesta escrita, e Ministerio de Trabajo señaló que las mujeres tienen mayo res niveles educativos, pero muchas se especializan en ca rreras menos “lucrativas”.
A criterio de dicha depen dencia, esto puede ser un fac tor que dificulte su inserción en la formalidad.
“El proyecto Estado de la Nación informó el año pasado de que aunque las mujeres son las que más se gradúan, entre las 10 especialidades técnicas con mayor graduación feme nina, solo cuatro están relacio nadas con las 10 que más de mandan las empresas”, indicó la cartera de Trabajo.