Buen negocio para pequeños traficantes
Un análisis realizado por la fundación especializada en crimen organizado, InSight Crime, concluye que la venta de drogas sintéticas, como la ketamina, ha ganado terreno y se ha convertido en una ventana de oportunidad para pequeños traficantes.
La organización explica que al no necesitar un gran despliegue logístico para su transporte, “las bandas de menor alcance deciden adentrarse en el negocio”, al no representar los mismos riesgos del tráfico de cocaína.
La ketamina es de uso médico veterinario y, de acuerdo con la legislación costarricense, debe registrarse en la dirección de medicamentos del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) para su uso legal.
Esa institución estipula que para traerla al país, debe llenarse una solicitud en la que se detallan las cantidades y el lote a importar. Además, al llegar será inspeccionada, antes de autorizarse su ingreso a las bodegas del distribuidor, donde los datos se incorporan en una bitácora de medicamentos controlados.
“Las clínicas y hospitales veterinarios deben de documentar el uso de este producto. Los expedientes son revisados en las inspecciones periódicas que realiza el Senasa”, detalló esa institución.
En tanto, Seguridad Pública la registra como una sustancia prohibida, razón por la cual su transporte o posesión ilícita se considera una infracción a la Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo.
En el artículo 73, esa legislación estipula que se castigará con una pena de ocho a 15 años de prisión “a quien, sin autorización legal distribuya, comercie, suministre, fabrique, elabore, refine, transforme, extraiga, prepare, cultive, produzca, transporte, almacene o venda las drogas, las sustancias o los productos referidos en esta Ley”.