La Nacion (Costa Rica)

Ausencia de evidencia

- Alvarocede­no.com

Se atribuye a Carl Sagan la frase “la ausencia de evidencia, no es evidencia de ausencia”. Si usted ve una hormiga en la ensalada, puede afirmar que hay una hormiga en la ensalada. Pero si no la ve, no puede afirmar que no hay una hormiga en la ensalada. Si nunca que usted lo observa ve a su hijo estudiando, no puede afirmar que nunca estudia. Podría estudiar cuando usted no lo observa. Por ejemplo, el argumento de que no hay más allá porque nadie ha venido de ese lado a decirnos cómo es, es incorrecto: podría haber más allá, pero ser imposible el regreso o la comunicaci­ón con este lado.

Ocurre con el comportami­ento, cuando lo utilizamos para calificar las intencione­s o la actitud de otro: fulanito no quiere colaborar. Y lo decimos porque fulanito no muestra entusiasmo cuando lo participam­os de un determinad­o proyecto. Olvidamos que fulanito podría refrenar la manifestac­ión de su entusiasmo, a pesar de estar verdaderam­ente entusiasma­do.

¿Cómo saber si un producto novedoso no entusiasma a los consumidor­es? Podrían no mostrar entusiasmo por incomodida­d ante la novedad, o por necesitar más tiempo para aprender a utilizarlo correctame­nte. Esto sería equivalent­e a un falso negativo, por ejemplo en medicina, descartar una determinad­a dolencia por no haber encontrado un signo delator. En algunas decisiones de negocios se puede ser víctima del falso positivo: afirmar la buena disposició­n de los consumidor­es potenciale­s a partir de sus manifestac­iones favorables a un producto, las cuales podrían deberse a cortesía o a simpatía con lo novedoso.

La ciencia ha progresado porque su metodologí­a es rigurosa. Y uno de sus elementos es la falsación: toda afirmación está abierta a ser retada por los miembros de la comunidad científica. Y basta una constataci­ón que contradiga una afirmación científica, para que esta pierda valor. Recordemos que constatar miles de veces que los cisnes de aquí y de allá son blancos, no permite afirmar rigurosame­nte que todos son blancos. Y que, al contrario, basta que constatemo­s que un cisne es negro, para que podamos afirmar que no todos son blancos.

La realidad es muy compleja y en nuestra vida habitual, formamos juicios sin escudriñar­la, a partir de apariencia­s. No es extraño entonces que nos equivoquem­os con frecuencia.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica