La fiesta parece irrepetible un lunes
Cuando Palmares y Jicaral salieron a la cancha comenzó una verdadera fiesta. Aplausos, gritos, banderas, papelitos, serpentinas: de todo. El ambiente era digno de una verdadera final de la Liga de Ascenso.
El estadio Jorge Palmareño Solís estaba a reventar, no cabía ni un alfiler. Ojo: también habían gran cantidad de hinchas de Jicaral, pero, claro, había más seguidores de Palmares, quienes esperaron 31 años para volver a disputar una final de Segunda.
La suspensión del compromiso por la intensa lluvia hace que esta fiesta difícilmente se repita, pues la segunda parte del juego se disputará hoy a partir de las 11 a. m.
Eso afectará el espectáculo y también podría beneficiar a los visitantes y perjudicar a los locales. En este tipo de encuentros todo juega.
“Todo vale. El partido no va a estar como hoy (ayer domingo)”, dijo Jeaustin Campos, técnico jicaraleño.
Por su parte, Rolando Araya, entrenador de Palmares, se aferra a la fiebre de sus hinchas para que puedan llegar a alentar.
“El ambiente estaba muy bonito, eso nos motivó mucho; esperemos que hagan el esfuerzo para venir. Aquí son muy fiebres”, afirmó.
Otro aspecto para tomar en cuenta fue el enojo de la afición de Jicaral, pues los presentes gritaban que les devolvieran la plata.
“No es justo. Hace un año, contra San Carlos, no lo suspendieron a pesar de la lluvia. Nosotros no vamos a poder venir porque trabajamos”, dijo Roy Barrantes, quien es enfermero.
Ante esto, Mario Ávila, presidente de Palmares, afirmó que el reintegro de dinero no será posible. “Yo no tengo control (de) eso; de antemano se sabía que si el partido se suspendía quedaba programado para este lunes a las 11 a. m. Cuando se venden entradas no se pide la identificación, solo se vende el boleto”, explicó Ávila.