Las opciones ante el colapso
Mientras se da por un hecho el colapso de la coalición gubernamental, se abren varios escenarios políticos.
Cambio de ministros
El gobierno podría optar, simplemente, por pactar nuevos acuerdos y cambiar a los ministros de las carteras de Transporte, Defensa y Economía, que se han resistido a los proyectos y políticas de Salvini.
Es una posibilidad que no se descarta, según la prensa italiana, ya que Salvini se abstuvo de atacar con dureza directamente al conjunto del M5E por su oposición al proyecto ferroviario, que implica un túnel con un costo de 8.600 millones de euros ($9.800 millones) a través de los Alpes.
Otro motivo de tensión es el aumento del spread, el diferencial entre bonos del tesoro de Italia y Alemania, que subió ayer de 199 a 206 puntos.
Comicios anticipados
Otro escenario posible es convocar elecciones anticipadas en octubre, según los plazos que exige la Constitución, lo que representaría un desafío, sobre todo para los antisistema, que han perdido buena parte de su popularidad, dicen las encuestas.
Esa es una opción que Salvini acaricia desde que llegó al poder, en junio del año pasado, y por la que ha trabajado minuciosamente con una presencia diaria e incesante en las redes.
Según encuestas de opinión, Salvini ganaría las elecciones con cerca del 36% y podría gobernar con otro partido más pequeño de extrema derecha, Fratelli d’Italia.
Pero ocasionar una caída de gobierno podría tener un costo electoral, un riesgo que podría impactar a la Liga.
Un tecnócrata
Otra posibilidad es un gobierno de transición liderado por un tecnócrata, encargado de presentar la ley de presupuestos en setiembre, la cual debe ser aprobada por la Unión Europea.
Se organizarían las elecciones para febrero - marzo.
Esta es una opción que tanto el M5E como la Liga suelen criticar y tildar de “juegos de palacio”, pero que daría tiempo para aunar fuerzas tanto a los antisistema como a la oposición de izquierda, el Partido Democrático.
El gobierno, además, debe controlar el déficit público de 2,3 billones de euros y la legislación de presupuestos impondrá duros recortes a los italianos.