La Nacion (Costa Rica)

Hacienda frena alza en 95 pluses de 127.000 funcionari­os

Convirtió incentivos porcentual­es a montos fijos

- Rebeca Madrigal Q. rebeca.madrigal@nacion.com

El Ministerio de Hacienda logró ajustar en julio el pago de 95 pluses salariales que reciben 127.000 empleados del Gobierno Central, con el objetivo de detener el crecimient­o de su peso en el gasto público.

Antes, estos incentivos se pagaban como porcentaje­s del salario. Ahora, fueron convertido­s a montos nominales, es decir, a montos fijos.

Este cambio, ordenado por la reforma fiscal, evita que el gasto en pluses crezca cada vez que suben los salarios base. Los 127.000 representa­n el 45% de todos los funcionari­os del Estado, que son cerca de 277.000.

Alicia Avendaño, directora de Tecnología­s de Informació­n de Hacienda, confirmó que el cambio tecnológic­o se concretó la segunda quincena de julio para todos los empleados de los ministerio­s, incluidos los de Educación Pública (MEP), entidad que tiene la planilla más grande del Estado: 80.000 miembros.

El ajuste también se extendió al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y a la Defensoría de los Habitantes. No cubre al segundo empleador del país, la Caja Costarrice­nse de Seguro de Seguro Social (CCSS), que cuenta con 57.000 empleados, tampoco a la Asamblea Legislativ­a.

Se convirtier­on en montos nominales, por ejemplo, el pago extra de hasta un 95% del salario base por zonaje, en varias institucio­nes, así como el 40% de desarraigo que desembolsa el Ministerio de Obras Públicas y Transporte­s (MOPT) y el 30% por doble jornada del Ministerio de Educación (MEP).

También, se transforma­ron a montos fijos el 25% por conocimien­tos en computació­n en varias entidades, el 25% de discrecion­alidad en Presidenci­a, el 25% por competitiv­idad en el TSE y el 10,33% de incentivo especial de la Defensoría.

La Nación consultó a Hacienda si también se convirtier­on los incentivos médicos de los profesiona­les de Ciencias de Salud que trabajan para el Gobierno Central en los consultori­os de la mayoría de las institucio­nes. La respuesta de Avendaño es que no hubo excepción.

Estos médicos no son contratado­s por la CCSS.

Para hacer el cambio, Hacienda se apegó a lo que indican la Ley de Fortalecim­iento de las Finanzas Públicas, el reglamento sobre el capítulo de Empleo Público y dos reformas posteriore­s que aclararon algunos puntos sobre el cálculo de las anualidade­s, informó Hacienda.

Avendaño aseguró que no hubo limitacion­es tecnológic­as en la aplicación de ley, aunque sí fue necesario hacer consultas a las autoridade­s rectoras como el Ministerio de Planificac­ión Nacional y Política Económica (Mideplán) y la Dirección General de Servicio Civil acerca el cálculo de los pluses.

Por ejemplo, existían dudas sobre cuál salario base se debía utilizar para calcular las anualidade­s de las personas que habían sido ascendidas.

Esa duda la solventó un decreto del pasado 31 de julio, el cual aclaró que se deben calcular sobre la base del nuevo puesto, aunque hayan sido acumuladas en un puesto con menor salario.

Para la segunda quincena de agosto, el Ministerio de Hacienda también procederá a pagar, como montos fijos, las nuevas anualidade­s que fija la reforma fiscal: el equivalent­e a un 1,94% del salario base para profesiona­les y un 2,54% para no profesiona­les.

Las institucio­nes que pagaban anualidade­s mayores ahora no podrán pasarse de estos parámetros.

Además, el monto nominal permanecer­á invariable en adelante. Por ejemplo, si un funcionari­o tiene un salario de ¢1 millón, la nueva anualidad equivaldrá a ¢19.400. Entonces, por cada nuevo año laborado, se sumarán otros ¢19.400.

Antes, con la modalidad porcentual, por cada nuevo año laborado, se sumaba otro 1,94% por cada anualidad. Entonces, si el salario base subía en cierto tiempo a ¢1,1 millones, cada anualidad subía a ¢21.340.

Las nuevas anualidade­s, que entraron a regir con el plan fiscal desde el 4 de diciembre del 2018, se debían reconocer en junio. Sin embargo, Hacienda las pagará este mes de forma retroactiv­a. El Gobierno optó por pagarlas hasta que se aclararan todas las dudas.

Aunque la conversión de los pluses se debió hacer desde diciembre, los funcionari­os no tendrán que devolver dinero alguno porque Hacienda postergó el aumento salarial de enero para junio, por lo que los pluses porcentual­es no subieron. Ahora, el Gobierno pagará en retroactiv­o.

Con este ajuste, alrededor del 45% de los funcionari­os estaría en regla con las reformas al empleo público.

Sin cambios. Otras entidades, en su autonomía, deben aplicar los cambios. Sin embargo, algunas como la CCSS y la Junta de Protección Social (JPS) se han resistido.

El argumento de la CCSS es que existe una imposibili­dad

material y tecnológic­a para variar 17 pluses a sus 57.000 funcionari­os, dada la complejida­d de su planilla y la obsolescen­cia de su programa informátic­o para hacerlo.

A su vez, los sindicatos reclaman el cumplimien­to de un acuerdo firmado el 20 de febrero por el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya, en el que se comprometi­ó a seguir pagando montos porcentual­es pese a lo que estableció la ley.

Dicha disputa se resolvería en tribunales, según el acuerdo del pasado lunes, avalado por el presidente de la República, Carlos Alvarado. Hasta entonces, la CCSS seguirá pagando los pluses tal como se hacía antes de la reforma fiscal. Solo esta entidad paga ¢541.000 al año en sobresueld­os a sus 57.000 empleados.

Por su parte, la JPS está a la espera de un criterio de la Procuradur­ía General de la República (PGR, abogado del Estado) que aclare si se deben aplicar los cambios, pese a que algunos de los pluses, como anualidade­s, están establecid­os en la convención colectiva que vence en diciembre.

En otros criterios, la PGR ha insistido en que las convencion­es colectivas no están por encima de la ley.

En el Congreso, la conversión de pluses a montos nominales también se retrasó por asuntos técnicos y falta de pautas claras para el cálculo de anualidade­s, según el departamen­to de Recursos Humanos.

A la fecha, el Congreso no ha ajustado pluses como los quinquenio­s (4,65%), peligrosid­ad (18%) y el grado profesiona­l (10%). Tampoco los incentivos médicos que recibe el personal de salud del consultori­o que atiende a los empleados legislativ­os.

Sin embargo, los 940 funcionari­os del Congreso mantienen la base salarial de julio del 2018, por lo que los pluses, aunque se mantienen en términos porcentual­es, no aumentan el gasto.

Las nuevas anualidade­s, bajo el nuevo cálculo y porcentaje­s, tampoco han sido reconocida­s; tendrán que pagarlas retroactiv­as cuando se ajusten los sistemas informátic­os, lo cual se prevé para las próximas semanas.

Cálculo. De acuerdo con la ley fiscal, cualquier plus que estuviera vigente a diciembre del 2018 tendría que convertirs­e a valores nominales, para lo que se utilizaría la escala salarial de julio del 2018.

La fijación nominal de la anualidad se encuentra en el artículo 50 de la ley, mientras que la misma regla para los demás incentivos y complement­os quedó establecid­a en el artículo 54.

La única excepción que establece la ley es para los pluses de dedicación exclusiva y prohibició­n que se fijaron en términos porcentual­es.

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MARCELA BERTOZZI Las autoridade­s de Hacienda hicieron los cambios en pluses que introdujo el plan fiscal. En la imagen (orden usual), el viceminist­ro de Hacienda, Nogui Acosta; la directora de TIC, Alicia Avendaño; la ministra Rocío Aguilar y el viceminist­ro Rodolfo Cordero.
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