Reos pasan aislados hasta un mes en celdas sucias
Sitios de sanción o para seguridad sin agua potable, malos olores y herrumbre
Las celdas de aislamiento, en su mayoría, miden 12,7 metros cuadrados. Tienen una estructura de cemento para colocar una espuma sobre la cual el reo pueda dormir, un servicio sanitario, un tubo de ducha y un lavatorio.
Cuentan con dos ventanas sin vidrio y con barrotes y una puerta metálica totalmente cerrada que permite el ingreso y salida de la celda.
Sin embargo, las condiciones en las que se encuentran están muy lejos de ser las óptimas: muchas no tienen abastecimiento de agua potable, no están limpias, las paredes están rayadas, el olor es putrefacto, tienen herrumbre y líquidos estancados.
Pese a que esto puede perjudicar tanto la salud física como mental de los reos, hay presos que son aislados hasta un mes en esas celdas.
Estas precarias condiciones constan en el más reciente informe de labores del Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura (MNPT), publicado en junio pasado. No obstante, el Ministerio de Justicia y Paz niega lo dicho en el documento y asegura que estos espacios se encuentran “siempre limpios y hasta con olor agradable”.
Según contabilizó el MNPT, adscrito a la Defensoría de los Habitantes, en 19 de las 20 cárceles ticas hay, al menos, 47 celdas de este tipo.
Aislamiento. El aislamiento se aplica por sanción disciplinaria, por motivos de investigación, para proteger la integridad física de los internos, o para garantizar la seguridad institucional. En algunos casos, se usan también para aislar a reclusos portadores de enfermedades infectocontagiosas, pese a que no están diseñadas para eso.
Quienes se encargan de reubicar al privado de libertad en estas celdas son las autoridades a cargo de un centro penitenciario y lo recomendado es que no sea por más de 48 horas.
En caso de necesitar que el preso se quede más de dos días allí, Adaptación Social debe pedir autorización a un juez de ejecución de la pena, si se trata de un sentenciado, o a un juez penal si es un indiciado, según lo establece el Código Procesal Penal.
En ese sentido, las Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos insisten en que el aislamiento no debe extenderse por más de 15 días; no obstante, en Costa Rica, el juzgador puede dictar hasta un mes de reclusión en esos sitios.
El MNPT indicó que, en sus inspecciones, detectaron que el periodo de estadía de los reclusos en esos espacios supera los tres días y que, en algunos casos, se extiende hasta el mes, lo cual es considerado como “un exceso en la sanción”.
Son pocos los casos, agregó, en los que una persona llega a estar un mes encerrado allí; lo que sí ocurre es que una persona es ubicada en celdas de aislamiento con alguna recurrencia, pero sucede por periodos intercalados, detalló Esteban Vargas, miembro del MNPT.
“Usualmente, esto ocurre con personas que tienen problemas de convivencia, lo que hace muy complicada su ubicación en espacios colectivos, u otros centros penitenciarios”, explicó Vargas.
José Luis Bermúdez, director de Adaptación Social, indicó que estas celdas de aislamiento son espacios necesarios en todo sistema penitenciario; no obstante, niega por completo que se de un mal uso de ellos o que se mantengan en condiciones precarias.
“Nos hemos preocupado mucho por la normativa de calidad, es garantizar espacios dignos. Nosotros le llamamos la humanización del espacio, que, aunque esté hacinado, esté limpio”, enfatizó.
Condiciones precarias. El Mecanismo reveló que, durante las inspecciones realizadas en 2018, hallaron que muchas celdas no tienen garantizado el abastecimiento de agua potable por dos razones: por racionamiento del servicio o por falta de tubería.
Debido a lo anterior, el MNPT recomendó a la administración penitenciaria hacer un estudio sobre el abastecimiento para determinar cuáles presentan deficiencias en su infraestructura.
Con esa información, indicó, el Patronato Nacional de Construcciones de Justicia puede corregir los diseños y el departamento de Arquitectura puede preparar una solución para garantizar que llegará agua a estas celdas.
En cuanto al aseo de esos espacios físicos, el MNPT explicó que son los mismos reclusos quienes deben limpiar las celdas; sin embargo, “en muchas ocasiones” no cuentan con los implementos de limpieza necesarios y eso también desencadena que se desaten malos olores.
Y, cuando están desocupadas, tampoco son aseadas. “El MNPT no comprende la razón por la cual no se ordena la limpieza de éstas, aún y cuando se encuentran desocupadas, pues para ello podría solicitársele a los Cabos de Aseo de los módulos o pabellones en donde éstas se encuentran ubicadas que la realicen cuando se encuentran desocupadas”.
Además, los reclusos dependen de las rondas de los funcionarios para poder salir a tomar la hora de sol o para efectuar una llamada telefónica.
“Se considera que este tipo de situaciones son un trato degradante”, reprochó.
Ante eso, Justicia insistió en que, pese a que los espacios son antiguos, tienen las condi
ciones de limpieza adecuadas.
“Un privado de libertad se encarga de limpieza, le pasa cloro, desinfectante, barre, etc. En las afueras de la celda es lo mismo; cuando lanzan comida o desechos fisiológicos, se limpia constantemente”, aseguró Bermúdez.
El funcionario supuso que las visitas del MNPT fueron en un momento en el que algún reo hizo desórdenes, pero, subrayó que esa no es la tónica.
“El análisis que nosotros hacemos de los lugares nos dice que se da un mantenimiento adecuado y hay limpieza. Justicia garantiza aspectos y tiene la logística administrativa para garantizarlo”, aseveró el director.
“LAS CELDAS EN MUCHAS OCASIONES NO CUENTAN CON LOS IMPLEMENTOS DE LIMPIEZA NECESARIOS Y ESO TAMBIÉN DESENCADENA QUE SE DESATEN MALOS OLORES”.
Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura Informe
“NOS HEMOS PREOCUPADO MUCHO POR LA NORMATIVA DE CALIDAD, ES GARANTIZAR ESPACIOS DIGNOS. NOSOTROS LE LLAMAMOS LA HUMANIZACIÓN DEL ESPACIO, QUE, AUNQUE ESTÉ HACINADO, ESTÉ LIMPIO”.
José Luis Bermúdez Director de Adaptación Social