Yihadistas reivindican atentado en boda en Kabul
››Kamikaze se hizo explotar durante la fiesta; había cerca de 1.000 invitados
KABUL. AFP. Un atentado suicida reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI) dejó al menos 63 muertos y 182 heridos el sábado en una fiesta matrimonial en Kabul, el peor ataque en meses en la capital afgana, en momentos en que la población aguarda un acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos.
“Entre las víctimas hay mujeres y niños”, precisó el vocero del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi, quien dio a conocer el terrible balance de este ataque perpetrado por “un kamikaze que hizo detonar sus explosivos”.
“Los participantes bailaban y festejaban cuando se produjo la explosión”, poco antes de las 11 p. m. (hora local), explicó un invitado herido en brazos y abdomen.
“Era el caos, una escena de masacre, una carnicería”, dijo temblando otro herido de 22, interrogado en el hospital. Según Hameed Quresh, que perdió a uno de sus hermanos en la explosión, en la fiesta había 1.000 invitados.
Las bodas en Afganistán son eventos multitudinarios, con centenares e incluso miles de invitados celebrando juntos el casamiento en salas de dimensiones industriales, donde los hombres generalmente están separados de mujeres y niños.
Los talibanes negaron inmediatamente cualquier implicación del grupo insurgente en el ataque.
El atentado fue reivindicado el domingo por la tarde por la filial afgana del EI. “El hermano kamikaze logró alcanzar a un gran número de apóstatas”, escribió el grupo en su cuenta de Telegram.
El EI, islamistas radicales sunitas, han atacado en numerosas ocasiones a la comunidad chiita de Afganistán, de la que formaba parte las familias de los novios.
“Los talibanes no pueden eximirse de cualquier responsabilidad ya que sirven como plataforma de los terroristas”, reaccionó el presidente afgano, Ashraf Ghani, que calificó de “bárbaro” este atentado ocurrido en la víspera del centenario de la independencia de Afganistán.
“Convirtieron mi felicidad en desgracia. Perdí a mi hermano, mis amigos y a mi familia. Nunca más podré ser feliz”, aseguró Mirwais, el hombre que contrajo matrimonio el sábado, en declaraciones a una cadena de televisión local.
“Ayer los invitados vinieron sonrientes a mi boda y por la tarde estábamos sacando sus cuerpos”, lamentó.
Al amanecer, en la sala de fiestas, que tenía los cristales de las ventanas rotos y el techo hundido por la fuerza del estallido, el suelo presentaba manchas de sangre, según un fotógrafo de la AFP.
En la entrada, había zapatos amontonados que la gente olvidó en medio del pánico.
Este domingo se organizaron los funerales en varios cementerios de la ciudad, de acuerdo con lo que mostraron imágenes de la televisión local, donde aparecían varias personas enterrando a 14 miembros de una misma familia.
Tanto las embajadas presentes en Afganistán como las misiones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de Naciones Unidas enviaron mensajes de condena por el atentado.