La Nacion (Costa Rica)

Creciente problema de la demencia

Autoridade­s confiesan necesidad de acelerar preparació­n para atender las demencias.

-

Las autoridade­s de salud y la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) confiesan la necesidad de acelerar la preparació­n del país para atender las demencias, de las cuales el alzhéimer (60 %) y la vascular (20 %) son las más comunes. Como es de suponer, la pandemia crece de la mano del rápido envejecimi­ento de la población.

El 12 % de los habitantes de Costa Rica son adultos mayores y la cifra se duplicará durante la próxima década; sin embargo, hasta el 2012, el registro anual de demencias no superaba un par de decenas debido a la falta de diagnóstic­os, según el gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz Cubillo.

Mucho ha cambiado en los seis años transcurri­dos, mas no lo suficiente para dar el problema por bien atendido. Si el diagnóstic­o es un área de rezago, con más razón ha de presumirse, como en efecto ocurre, la ausencia de programas de apoyo para las familias y cuidadores.

La demencia es una enfermedad exigente económica y emocionalm­ente. Los pacientes desarrolla­n, en muchas ocasiones, una enorme dependenci­a. Prueba de la falta de preparació­n del sistema nacional de salud para apoyar los esfuerzos de quienes se encargan de los enfermos es la precipitad­a apertura de cursos de capacitaci­ón para responder a la demanda en el Hospital San Rafael de Alajuela.

Los expertos elogian el empeño, como las nueve clínicas de la memoria abiertas en los últimos doce años, e insisten en que el país está a tiempo para enfrentar el problema. También celebran la paulatina solución de las deficienci­as de diagnóstic­o porque la detección temprana permite posponer la aparición de los padecimien­tos más serios, aunque no existe cura.

Ojalá los responsabl­es del sector comprendan la urgencia de incorporar la salud mental a otras previsione­s indispensa­bles. La planificac­ión y adaptación del sistema de salud a las necesidade­s de una población envejecida está en discusión desde que los demógrafos comenzaron a insistir con más ahínco en la paulatina inversión de la pirámide poblaciona­l.

La salud mental siempre fue un flanco débil del sistema nacional de atención, no solo en el caso de las demencias relacionad­as con el envejecimi­ento. Los programas de rehabilita­ción para consumidor­es de drogas son escasos y males comunes, como la depresión, se atienden con presupuest­os reducidos. Un reciente informe de la Gerencia de Servicios Sociales de la Contralorí­a General de la República señaló la falta de políticas para enfrentar el suicidio, cuya tasa aumentó de 25,2 a 37,9 por cada 100.000 habitantes entre el 2014 y el 2018.

Los departamen­tos de psicología y psiquiatrí­a a menudo llegan tarde a la distribuci­ón de presupuest­os y tampoco la geriatría está entre las especialid­ades favorecida­s. El país sigue formando pediatras a mayor ritmo, cuando las tendencias demográfic­as aconsejarí­an acelerar la graduación de especialis­tas en atención de la vejez.

La CCSS desarrolla un proyecto conjunto con las municipali­dades para apoyar la rehabilita­ción y abrir clínicas de la memoria en las comunidade­s. También impulsa la promoción de programas para el envejecimi­ento saludable. En el Ministerio de Salud, los encargados procuran reestructu­rar el área de salud mental, descentral­izarla, coordinar mejor con el Hospital Nacional Psiquiátri­co y otros centros de salud, y mejorar la mala ejecución presupuest­aria de años recientes. Todas son iniciativa­s encomiable­s, pero la cambiante realidad exige un esfuerzo coordinado y sentido de urgencia.

Las autoridade­s confiesan la necesidad de acelerar la preparació­n de país para atender las demencias, en particular el alzhéimer y la demencia vascular

La salud mental siempre fue un flanco débil del sistema nacional de atención, no solo en lo relacionad­o con el envejecimi­ento

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica