Arritmias elevan 5 veces riesgo de sufrir trombosis
Amenaza aumenta para mayores de 65 años, y diabéticos, hipertensos y obesos
Las arritmias cardíacas pueden aumentar hasta en cinco veces el riesgo de sufrir trombosis en personas mayores de 65 años.
De acuerdo el presidente del Grupo Cooperativo Latinoamericano de Hemostasia y Trombosis (CLAHT), Raúl Izaguirre, esta es una de las enfermedades por trombosis más importantes que afecta a las personas de ese grupo etario.
Según el especialista, este tipo de arritmia hace que se formen coágulos en el corazón y, si estos se desprenden, pueden llegar al cerebro y causar una embolia.
“Y una persona que sufre una embolia tiene 50% de riesgo de morir en el primer mes, y si no muere en el primer mes, de 25% a 30% muere en un año”, precisó.
El médico, quien participó en el reciente Congreso Internacional de Hemostasia y Trombosis que tuvo por sede Costa Rica, explicó que una de las principales preocupaciones de esta condición es que se calcula que el 12% de los adultos mayores de 80 años presenta arritmia.
El riesgo de estas personas de sufrir una embolia se puede reducir mediante el uso de medicamentos anticoagulantes, pero también se eleva exponencialmente si los pacientes presentan otras condiciones de riesgo, como obesidad, hipertensión o diabetes.
Izaguirre destacó que los servicios de salud deberían realizar campañas para detectar arritmias, simplemente tocando el pulso de las personas.
“Si el ritmo no es constante, inmediatamente hay que hacer un electrocardiograma y si hay arritmia, el paciente debe empezar a tomar anticoagulante (...). Si toma anticoagulante, baja el riesgo 62%”, detalló.
Otros factores. La trombosis puede desencadenar otras afecciones como ataques cardíacos, accidente cerebrovascular y tromboembolismo profundo venoso (TEV).
Este último ocurre cuando se forman uno o más coágulos de sangre en una vena profunda. Con mayor frecuencia, se presenta en las piernas, lo que se llama trombosis venosa profunda. El coágulo también puede viajar por medio de la circulación y alojarse en los pulmones, lo cual se conoce como embolia pulmonar
Los accidentes de tránsito, cirugías de emergencia, las hospitalizaciones, el uso de anticonceptivos orales, el cáncer e incluso un parto, podrían convertirse en factores de riesgo para sufrir una embolia pulmonar o una trombosis venosa.
Para la presidenta de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia, Claire McLintock, todos esos factores tienen su explicación en tres situaciones que conducen a una trombosis.
“Si la sangre se va más lento, y eso pasa cuando estás acostado porque no te mueves y no hay circulación, esa es una razón. La otra es si hay un cambio en las proteínas coaguladas en la sangre; eso pasa si estas enfermo o si te han cortado en una cirugía, porque cambia la consistencia de la sangre. Y el otro caso es si está dañada la vena o la arteria”, explicó la experta originaria de Nueva Zelanda.
Por su parte, la doctora Beverly Hunt, presidenta del Comité Directivo del Día Mundial de la Trombosis, añadió que las cirugías de cadera o rodilla también representan un evento de alta incidencia.
Según Hunt, un 60% de los casos de trombosis ocurren luego de una hospitalización.
Cómo saberlo. De acuerdo con los especialistas, una trombosis venosa comúnmente se puede confundir con una contracción muscular. Lo usual es que esta condición se dé en forma silenciosa.
Sin embargo, los principales signos de alerta son dolor en los muslos de la pantorrilla, hinchazón o pesadez de la pierna, dolor y calor en esa zona y enrojecimiento.
Ante esos primeros síntomas se debe actuar, pues, de lo contrario, un coágulo puede desprenderse y viajar por la sangre hasta alojarse en el pulmón.
Al acudir al médico, este le pedirá al paciente un examen de sangre y un ultrasonido para, acto seguido, empezar el tratamiento, en caso de requerirlo.
La embolia pulmonar puede ser confundida con un infarto. Sus principales señales son dificultad para respirar, dolor en el pecho, frecuencia cardíaca rápida, y mareo o desmayo.
En ocasiones, ese coágulo puede bloquear toda la circulación y provocar la muerte inmediata.
Los tres especialistas destacaron que lo más importante es que este tipo de eventos puede evitarse. ¿Cómo? Manteniéndose libre de factores de riesgo. Esto es hacer ejercicio, evitar estar sentado por muchas horas, tener precaución al usar estrógenos (vigilar signos de alerta), tener una alimentación con pocas grasas animales, controlar el colesterol y evitar el fumado.
Además, conviene decirle al médico todos sus factores de riesgo para que este envíe los exámenes necesarios y le prescriba medicamentos, en caso de requerirlos.