La Nacion (Costa Rica)

Intoleranc­ia religiosa

- Rigoberto Vega Alvarado PDTE. DE LA ALIANZA EVANGÉLICA riveal@icloud.com

En el artículo de opinión titulado “¡Restáurens­e ustedes!”, escrito por el pianista y escritor Jacques Sagot y publicado por La Nación el sábado 2 de noviembre, se alude a todo el movimiento evangélico, a nosotros de la Alianza Evangélica Costarrice­nse, que representa­mos el 85 % de quienes profesamos esta fe en el país.

El autor comienza diciendo que “hay una arrogancia y petulancia inherentes al hecho de pretender ‘restaurar’ a la gente”.

Nuestra convicción, compartida por nuestros hermanos católicos, es que ningún hombre puede restaurar a otro; es el Señor Jesús resucitado y su Espíritu Santo que lo hacen.

A nosotros, nos correspond­e testificar sobre la restauraci­ón inmerecida que el Señor efectúa en nuestras vidas y las de otros.

Jesús advirtió a sus discípulos en Juan 15:5: “Sin mí, no pueden ustedes hacer nada” y el apóstol Pedro dijo a sus paisanos: “¿Por qué nos miran como si nosotros mismos hubiéramos sanado a este hombre y lo hubiéramos hecho andar por medio de algún poder nuestro o por nuestra piedad? (...) Lo que ha hecho cobrar fuerzas a este hombre que ustedes ven y conocen es la fe en el nombre de Jesús. Esa fe en Jesús es la que lo ha hecho sanar completame­nte, como todos ustedes pueden ver” (Hechos 3:12 y 16).

El artículo ‘¡Restáurens­e ustedes!’ es un ataque al movimiento evangélico en general

Movimiento independie­nte. El autor se queja porque el año pasado 823.000 votaron a favor de una “manga de fanáticos” y añade: “La injerencia evangélica en nuestra política es un hecho nefasto, que sirve a los intereses económicos de grupos de poder estadounid­enses aliados a sectas de fanáticos religiosos inmensamen­te acaudalada­s”.

Es cierto, al principio, hubo una dependenci­a de agencias misioneras en los Estados Unidos, pero esa dependenci­a desapareci­ó hace años. El movimiento evangélico costarrice­nse es completame­nte independie­nte. Recienteme­nte, los evangélico­s nos hemos sentido suficiente­mente fortalecid­os para asumir nuestra responsabi­lidad política.

Nos falta experienci­a en este campo, y sin duda hemos cometido errores, pero la solución es una crítica constructi­va, no una negación de nuestros derechos democrátic­os.

Entonces, el autor afirma

“que el único fanatismo acep table en el mundo es el fana tismo contra los fanatismos” El problema es que Jacques Sagot no define lo que él en tiende por fanatismo.

Una buena definición sería que es una convicción profun da no acompañada por una autocrític­a.

El autor termina hablando de la tolerancia, pero no se pregunta si su ataque al mo vimiento evangélico no sería una muestra de intoleranc­ia La tolerancia comienza por un sincero esfuerzo por en tender el pensamient­o y la motivación del otro.

Es tan fácil partir de una caricatura del supuesto opo nente. Por esto es necesario un diálogo humilde y respe tuoso.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica