Viajes de una hora se alargaron 24 minutos por presas
››Estado de la Nación revela que duración de recorridos en horas pico creció 40% en 5 años; San José, Heredia y Tibás entre zonas más afectadas
Solución para la GAM
Estado de la Nación aboga por un transporte público ‘eficiente’ y ‘accesible’
Impacto económico
Cada tico gasta, en promedio, $2.869 anuales en costos asociados a presas
“SIENTO QUE UNA PARTE IMPORTANTE DE MI VIDA SE ME VA EN PRESAS” Daniel Avendaño Auditor cartaginés que trabaja en Santa Ana
Si usted vive en el centro del país, probablemente perciba que cada vez gasta más tiempo pegado en las presas de camino a su trabajo, a la escuela de sus hijos, a la universidad o de regreso a casa.
No está equivocado. Esa es la realidad con la que lidian 2,7 millones de habitantes de la Gran Área Metropolitana (GAM), la cual comprende desde el cantón de Alvarado, en Cartago, al de Atenas, en Alajuela.
Análisis realizados por el Programa Estado de la Nación determinaron que los recorridos en horas pico que hace cinco años duraban 60 minutos aumentaron en, al menos, 24 minutos en los 31 cantones del centro del país.
Eso significa un 40% más de tiempo en los viajes.
Las personas que más sufren por las presas son quienes viven o transitan por San José, Montes de Oca, Heredia, Tibás, Escazú, Santo Domingo, Belén, Curridabat, Moravia y Santa Ana.
El caos en estos cantones es más grave porque, además, aglutinan ocho de los 10 puntos con mayor número de congestionamientos del país.
Estos abarrotados sitios son el centro de San José, San Pedro, Zapote, Heredia y Curridabat. También figuran la ruta barrio México-Cinco Esquinas, pista General Cañas-rotonda Juan Pablo II y paseo Colón-Sabana.
De acuerdo con el último informe del Estado de la Nación, dado a conocer el miércoles, el impacto de cada nuevo vehículo que ingresa al sistema vial de estos cantones es mucho mayor que en otros municipios de la GAM.
Los otros sectores de alta congestión están ubicados en el centro de Alajuela y Guadalupe (Goicoechea).
Hay un segundo grupo de cantones que también presenta un fuerte incremento en los tiempos de viaje durante los últimos cinco años.
En Aserrí, Vázquez de Coronado, Alajuela, San Pablo, La Unión y Flores los tiempos para movilizarse de un lado a otro aumentaron hasta en un 35% (21 minutos en viajes de una hora).
Mientras, en cantones más remotos de la GAM, como Poás, los tiempos se alargaron hasta 21% , lo que representa 12 minutos adicionales en recorridos de una hora.
Para calcular el cambio porcentual en los tiempos de viaje en horas pico, el Estado de la Nación estimó lo que toma trasladarse desde cada distrito hacia el distrito central, a partir de los datos de la base de información histórica por días y horas de la herramienta Google Maps.
Rezagos en movilidad. Las presas en el centro del país se complicaron más, pese a que se han implementado mejoras en infraestructura vial durante los últimos años.
Entre esos proyectos figuran la ampliación de los puentes sobre el río Virilla, en la autopista General Cañas; así como entre Heredia y La Uruca, además del paso a desnivel en Paso Ancho.
Dichas obras contribuyeron en alguna medida a agilizar el flujo de carros, pero no solventaron los problemas estruc
turales del país en materia de movilidad urbana.
Mientras las presas son cada vez mayores, los planes de sectorización del transporte público, por ejemplo, avanzan a paso lento, mientras que opciones como el tren eléctrico todavía deben esperar años.
“Es importante generar acciones en áreas como la infraestructura vial, pero la solución no está ahí. La solución necesariamente pasa por atender el transporte público, porque los datos que tenemos sobre congestionamiento en Costa Rica nos reafirman, una y otra vez, que la solución está en desarrollar un transporte público que sea eficiente, moderno, seguro y accesible”, señaló Karen Chacón, investigadora del Estado de la Nación.
En la actualidad, solo se cuenta con carriles exclusivos para autobuses en el centro de San José, Moravia, Montes de Oca y Guadalupe.
Mientras los problemas de movilidad y transporte público siguen sin resolverse, el parque automotor nacional tiene números cada vez más altos.
De 2015 a 2019, la flotilla nacional creció un 24% hasta llegar a 1,5 millones de automotores a enero pasado. Para 2020, habrá 6.380 vehículos más según datos del Instituto Nacional de Seguros (INS).
La falta de conciencia ambiental también complica la situación vial. Sin embargo, para impulsar la cultura de movilización a través del transporte público se deben realizar algunas mejoras, según la investigadora.
“No solo estamos diciendo que debe haber más alternativas, que haya autobuses y trenes, que existan más horarios y zonas de cobertura (…). También hablamos de mejorar la calidad del servicio actual, de forma que sea atractivo para las personas, que realmente se considere como una opción dejar el vehículo en la casa”, señaló Chacón.