Aumentan albergues para hijos de recolectores de café
››Plan es impulsado por fundaciones, productores y varias instituciones locales
Carlos Andrés, de dos años y medio, se apuró a pintar el dibujo que le había entregado una de las maestras. Tras cumplir su tarea, corrió a regalárselo a María Fernanda Solís, del departamento de relaciones corporativas de Coopetarrazú, quien estaba de visita.
Eran las 11:20 a.m. del 17 de diciembre y estábamos en la Casa de la Alegría de la hacienda de esta cooperativa cafetalera, en la región de Los Santos.
La escena es parte del calor que se vive en estos albergues temporales, creados a partir de la iniciativa del doctor Pablo Ortíz, en el cantón de Coto Brus, fronterizo con Panamá, y con el apoyo de diversas organizaciones. Hoy existen 20 de ellos, registrados en especial en Coto Brus y los Santos (cantones de Dota, Tarrazú y León Cortés), pero la iniciativa ya llegó al Valle Central Occidental, pues una de esas casas ya se abrió en Grecia, el pasado 12 de diciembre.
Carlos Andrés es uno de los 150 niños (de 0 a 12 años) que este 2019 reciben atención y cuidados en las cuatro Casas de la Alegría abiertas por la empresa cafetalera de Tarrazú. La cantidad total de niños en estos albergues es variada, pues las familias de recolectores se mueven entre regiones, según el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
Este mes se reportaron 511 niños en estas casas, sin contar los de Coopetarrazú.
La iniciativa busca dar una atención integral a los hijos de los recolectores de café, en especial a la población migrante, para evitar que los papás los tengan que llevar a las plantaciones. En su nacimiento participó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y cuenta con el apoyo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), de los ministerios de Educación Pública (MEP) y de Salud, así como de entidades como la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Patronato Nacional
de la Infancia (PANI) y los Cen-Cinái.
El Icafé estima que alrededor del 60% de la mano de obra cafetalera en todo el país es migrante. Aunque en algunos cantones, como Tarrazú, el 95% de los recolectores tienen esa condición.
La directora ejecutiva del Icafé, Xinia Chaves, explicó que se trata de una iniciativa público privada, donde los productores de café toman la iniciativa y gestionan el apoyo de todas estas entidades.
Agregó que fundaciones como la de la empresa Starbucks se unen al programa y aportan financiamiento, mientras que la Fundación Manos para la Salud, fundada por el doctor Ortíz (hoy jubilado) se mantiene como un baluarte en el programa.
Actualmente se desarrolla con el sector cooperativo cafetalero, que toma los recursos para concretar los planes del programa de “comercio justo”, mediante el cual compradores internacionales pagan mejores precios para que se inviertan en iniciativas de desarrollo social o en conservación ambiental.
Las Casas de la Alegría se han comenzado a diseminar por sus excelentes resultados. Carlos Andrés ya no tiene que estar con sus padres en el cafetal. Ahora recibe atención especializada, alimentación adecuada, asistencia en salud, por la participación de todas estas entidades especializadas, y, además, interactúa con otros niños.
María Naranjo, encargada de las Casas de la Alegría de Coopetarrazú, explicó la importancia de las alianzas en este programa, que nació en el 2014 e inaugurada el año pasado en la cooperativa de la región de los Santos.
El IMAS, detalló, se encarga de subsidiar los salarios de las maestras y de las cuidadoras. También participa en la alimentación junto con los Cen-Cinái, mientras que el Ministerio de Salud y la CCSS colaboran con el control de la higiene y la asistencia en salud en general.
El PANI y el Ministerio de Educación Pública participan realizando talleres para los niños y supervisando la atención brindada a los infantes.
Los empresarios cafetaleros (en este caso las cooperativas) aportan las instalaciones y financian otros gastos en esta alianza público privada. Se destinan con ese fin parte de los ingresos obtenidos del programa comercio justo y ayudas puntuales de algunos de los productores asociados a la cooperativa.
Para el caso de Coopetarrazú, se construyó una casa con condiciones especiales, con la cual se inició el programa en el 2018.
En relación con este 2019, la empresa abrió cuatro Casas de la Alegría en total, con la colaboración de comunidades, pues prestaron temporalmente salones comunales, los cuales se ajustan para la atención de los niños.
Chaves explicó que el Icafé se está convirtiendo en un receptor de colaboraciones internacionales para el proyecto. Por ejemplo, dijo, la fundación de la compañía Starbucks colaboró este año con $50.000 para el programa.
Detalló que la apertura de un albergue de este programa en Grecia, por medio de Coopevictoria, es el inicio de un gran programa en el cual están involucradas otras empresas, como Coopronaranjo.