‘Brexit’ entra a regir: Reino Unido amanece fuera de Unión Europea
A la medianoche se concretó el adiós a 47 años de alianza tras decisión en referendo de 2016
El Reino Unido salió, oficialmente, este viernes de la Unión Europea, un momento histórico, durante mucho tiempo incierto y que, con júbilo para unos y tristeza para otros, abre la página de un futuro en solitario.
Como si fuera una metáfora de lo que algunos consideran 47 años de preponderancia europea, el brexit entró en vigor en el último segundo del día... en la Europa continental, las 23 horas para los británicos (5 p. m. hora de Costa Rica).
Buena parte del país estalló en gritos de júbilo, aplausos, fuegos artificiales, globos y purpurina al aire, besos y canciones.
“Esto no es un final sino un comienzo”, dijo el primer ministro Boris Johnson en un mensaje a la nación.
“Sé que podemos convertir esta oportunidad en un éxito impresionante”, agregó el hombre quien, poniendo fin a años de crisis política se apuntó una enorme victoria personal.
Un reloj proyectado en la fachada de Downing Street marcó la cuenta atrás hasta el momento en que, por primera vez en su historia, la UE perdió un miembro y ganó un poderoso competidor a sus puertas.
En Bruselas, se arrió la bandera británica que ondeaba frente al Consejo Europeo.
Estados Unidos fue el primer país en reaccionar. “Me complace que el Reino Unido y la UE hayan acordado un acuerdo”, tuiteó el secretario de Estado, Mike Pompeo, al tiempo que aseguró que cultivarán su “relación fuerte, productiva y próspera con el Reino Unido”.
“QUEREMOS QUE ESTE SEA EL COMIENZO DE UNA NUEVA ERA DE COOPERACIÓN CORDIAL”. Boris Johnson Primer ministro británico
Una marea humana celebró una gran fiesta frente al Parlamento de Westminster, que durante tres años fue escenario de acalorados debates sobre la cuestión más importante y divisiva en la historia reciente del país.
“¡Lo hicimos!”, gritó ante la multitud enardecida el político eurófobo Nigel Farage.
“Somos una nación soberana”, se congratuló John Moss, de 44 años, director de una empresa de contratación.
Pero, a pocos metros, los detractores del brexit, entre ellos jóvenes que no votaron en el referendo del 2016 y ahora ven su futuro truncado, vertieron sus lágrimas.
“Siento pena, tristeza. Es muy, muy terrible que esto esté sucediendo”, dijo Katrina Graham, de 31 años.
El momento se vivió, especialmente mal en Escocia, nación semiautónoma que votó muy mayoritariamente contra el brexit.
“Esta tristeza está llena de ira”, afirmó su primera ministra, Nicola Sturgeon, quien prometió “hacer todo lo posible” para lograr un nuevo referendo de independencia.
También en Irlanda del Norte, donde se teme que el brexit desestabilice la frágil paz que puso fin a tres décadas de sangriento conflicto, los eurófilos levantaron en Belfast una gran pancarta que decía: “Esta isla rechaza el brexit”.
El Reino Unido entró en la Comunidad Económica Europea -antecesora de la UE- en 1973, luego de sufrir dos vetos de Francia, en 1963 y 1967, preocupada porque fuese un “caballo de Troya” de Estados Unidos.
Pero la relación entre Londres y Bruselas fue siempre complicada: los británicos no adoptaron la moneda única ni la libre circulación de personas, pidieron pagar menos al presupuesto europeo y siempre se opusieron a la integración política.
Pese a todo, el resultado del referendo sorprendió y muchos lo explicaron como una reacción desesperada de los olvidados por la globalización, que querían así hacer oír su voz.
El brexit estaba previsto para el 29 de marzo de 2019. Pero la pugna en el Parlamento entre sus partidarios y sus detractores llevó a más de tres años de bloqueo político, roto por Johnson cuando obtuvo una aplastante mayoría en las elecciones legislativas de diciembre capitalizando el hartazgo de los británicos con una situación que se eternizaba.
Lo que viene. A partir de ahora, Johnson tendrá por delante la difícil misión de negociar un acuerdo comercial con la UE, pero también con Estados Unidos, su gran baza para reemplazar a su principal socio comercial.
“Soy optimista porque había cosas que el Reino Unido tenía que hacer como miembro de la UE” y “ahora podrán hacerlas de forma diferente”, afirmó el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, quien habló de los “enormes beneficios” para ambas naciones.
Pero las negociaciones no serán fáciles: Washington presionará para que Londres sea más laxo en materia de salud o medioambiental, mientras que Bruselas pedirá que se respeten estándares laborales y ecológicos.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró que Europa será “muy firme” en estas negociaciones” y “no aceptará” posibles políticas desleales.
El brexit es “un fracaso y una lección para todos”, consideró el presidente francés, Emmanuel Macron, mientras que para la canciller alemana, Ángela Merkel, este 31 de enero marca una verdadera “ruptura” para Europa.