La Nacion (Costa Rica)

Gobierno paga ‘salario’ a familias por enviar hijos a estudiar

IMAS autoriza invertir dinero de becas en gastos del hogar

- Daniela Cerdas E. daniela.cerdas@nacion.com

Ya no son becas estudianti­les. Ahora se llaman transferen­cias monetarias condiciona­das. Ese es el nombre del “salario” que el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) otorga a 200.000 familias en pobreza o pobreza extrema para que mantengan a sus hijos en la escuela.

No representa un costo adicional para el Estado. El IMAS realizó el cambio en el concepto y en el uso de las becas que se daban para preescolar y primaria por medio del Fondo Nacional de Becas (Fonabe). Se aplicó a estas el mismo principio de las ayudas para 200.000 colegiales del programa Avancemos.

Es decir, la familia puede usar ese dinero para cubrir lo que considera una necesidad del hogar como pago de recibos por servicios públicos, comprar alimentos, medicament­os, vestimenta o sumarlo para encarar el alquiler.

Su compromiso es mantener a los menores en el aula, ya sea preescolar, escuela o colegio. Incluso, para garantizar el cumplimien­to, padre y madre firman un un documento, y el IMAS verifica que el alumno se mantenga matriculad­o.

En total, esas 400.000 transferen­cias económicas le costarán este año al Estado ¢118.000 millones.

A cada uno de 200.000 niños de preescolar y primaria (programa Crecemos) se les girará ¢18.000 por mes para un total de ¢50.000 millones.

A los 200.000 colegiales del programa Avancemos se les destinará ¢68.000 millones: ¢30.000 al mes para los de sétimo, octavo y noveno y ¢40.000 para los de décimo, undécimo y duodécimo.

Hay dos compromiso­s por parte de las familias: mantener a sus hijos en la escuela o colegio e informar si la situación económica del hogar mejora.

“Los programas de transferen­cias monetarias condiciona­das son un instrument­o de política social que consisten en un beneficio dirigido a la familia. Proporcion­a un ingreso adicional para disminuir carencias básicas, como compensaci­ón del costo de oportunida­d de mantenerse dentro del sistema educativo (condiciona­lidad) lo cual pasa a ser un compromiso formalment­e suscrito con la institució­n”, detalló el Instituto en relación con la diferencia entre ese y otros beneficios que otorgan.

Juan Luis Bermúdez, presidente ejecutivo del IMAS, amplió el concepto: “Hay un objetivo muy específico en las transferen­cias monetarias condiciona­das: es garantizar la permanenci­a de los niños en el sistema educativo. Los montos que tenemos disponible­s buscan atender las necesidade­s más inmediatas de esos niños o de ese alumno que está en el colegio. La familia tiene la posibilida­d de atender otra necesidad muy específica, no hay una limitación por parte de la institució­n (en el uso de la transferen­cia condiciona­da)”.

Según el funcionari­o, la idea es que el niño o adolescent­e no tenga que salir de estudiar para trabajar o ayudar a su familia a cubrir sus necesidade­s.

El concepto de transferen­cias monetarias condiciona­das nació en el 2006, precisamen­te con el programa para colegiales Avancemos, del IMAS.

La institució­n lo extendió en el segundo semestre de 2019 para preescolar y primaria cuando asumió la administra­ción de los subsidios para esos niveles que antes estaban a cargo del Fonabe.

Todas las transferen­cias juntas están cobijadas bajo el programa Crecemos.

Contra deserción. La deserción de estudiante­s de secundaria pasó de 7,2% (26.290 alumnos) en el 2017, a 3,5% (12.613) en 2018. Mientras que, en primaria, el abandono pasó de 0,7% (3.023) en el 2017 a 0,2% (963) en el 2018, según datos del MEP.

El Ministerio de Educación Pública (MEP) también desarrolla programas para evitar el abandono en las aulas por parte de los estudiante­s. Por ejemplo, Yo me apunto, motiva a los alumnos para que no dejen los estudios e intenta traer de vuelta a los que los dejaron.

Bermúdez manifestó que estas transferen­cias económicas complement­an las ayudas que ya se dan a las familias por medio de los otros programas del IMAS para que atiendan sus necesidade­s.

Por ejemplo, el Instituto tiene el programa llamado Atención a Familias, un subsidio que, básicament­e, usan los hogares para atender sus necesidade­s.

Este subsidio, según la entidad, “promueve la satisfacci­ón de necesidade­s básicas de alimentaci­ón, salud, vivienda y servicios públicos básicos, entre otros; mediante un aporte económico al ingreso familiar propiciand­o mejores condicione­s de vida”.

Para el 2019, el IMAS invirtió ¢59.975 millones en ese subsidio, unas 135.000 núcleos familiares resultaron beneficiad­os.

Se les otorga un monto mensual temporal o permanente (en el caso de adultos mayores o personas con discapacid­ad) de ¢75.000.

“Por ejemplo, está el caso de una jefa de hogar en el ámbito rural que es trabajador­a informal y gana ¢50.000 al mes limpiando casas. Además, hay un adulto mayor en esa vivienda que recibe una pensión del Régimen No Contributi­vo por ¢82.000; tiene un niño en primera infancia y otro en preescolar que tiene ingreso de 18.000 (por la transferen­cia condiciona­da).

”El ingreso de ese hogar son ¢150.000, que ni siquiera llega a superar (el monto) de la línea de pobreza que son ¢180.000”, expresó el presidente del IMAS.

Además, la institució­n tiene otros 12 programas para las familias en pobreza o pobreza extrema. Incluyen, por ejemplo, subsidio por alguna emergencia, como un incendio o inundación; cuidado y desarrollo infantil; mejoramien­to de vivienda y ayudas para personas con discapacid­ad que no pueden trabajar ni estudiar.

En total, en las 15 iniciativa­s que posee el IMAS para las familias, se destinaron ¢201,399 millones en 2019.

En ese año, cada familia atendida recibió, en promedio, 2,4 beneficios de los distintos programas institucio­nales.

En cuanto a los alumnos que no tienen los medios para pagar el transporte para ir a su escuela o colegio, el MEP les asegura los recursos pertinente­s. En total, en 2020, se invertirán ¢39.223 millones en el transporte de 164.225 estudiante­s.

Si la familia de joven o niño no pueden sufragar el costo de los útiles, el IMAS dota de paquetes escolares a los alumnos en pobreza o pobreza extrema. Este año se invertirán ¢1.783 millones en paquetes para 198.000 estudiante­s.

El MEP también sufraga la alimentaci­ón de los alumnos durante el tiempo lectivo.

Para el curso de este año, el Ministerio invertirá ¢113.410 millones en alimentaci­ón para 837.000 alumnos.

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EYLEEN VARGAS/ OJO POR OJO A cada uno de 200.000 niños de preescolar y primaria (programa Crecemos) se les girará ¢18.000 por mes.

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