Médicos y enfermeras de oficinas de CCSS pasarán a atender enfermos en clínicas
Proyecto incluye revisión de cargas laborales de 3.500 empleados
Un grupo de profesionales en salud, entre quienes destacan médicos y enfermeras, pasará de laborar tras un escritorio en oficinas centrales de la Caja a servicios de atención directa a los enfermos en Ebáis, clínicas y hospitales.
El traslado se realizará a partir del segundo semestre de este año, como parte de la reestructuración del nivel central que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) comenzó en el 2017, confirmó la directora de ese proyecto, Julia Li Vargas.
La cantidad de profesionales no fue revelada, debido a que aún el proceso está en evolución y se debe informar y preparar primero a quienes pasarán al nivel local a reforzar la atención con objetivos muy específicos; entre ellos, bajar los plazos de espera en citas, cirugías y exámenes médicos.
“Nosotros hicimos un sondeo y tenemos claro el personal de salud que va a regresar a los servicios. Incluso, hay algunos que manifestaron su interés de ir a Limón, a San Carlos o Pérez Zeledón.
”Estamos preparando un programa de reinserción a los servicios de salud con el Cendeisss (Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social), y esperamos que para el segundo semestre la mayoría de esas personas se estén devolviendo”, confirmó Li.
Ese traslado de funcionarios es solo uno de los componentes de la reestructuración del nivel central de la Caja, un propósito que estableció la institución desde el 2012, como resultado incluso de dos comisiones de notables las cuales, en su momento, recomendaron revisar la eficiencia del funcionamiento institucional.
Li Vargas explicó que entre 2012 y 2014 se dio un primer intento, que no dio los frutos esperados porque se planificó desde lo interno. Esto motivó a la Junta Directiva de la Caja a decidir una contratación de asesoría externa.
Es cuando aparece en una primera etapa el Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (Cicap), el cual elabora varias propuestas; entre ellas, revivir la figura del gerente general, que se hizo en diciembre del 2018, cuando se nombró a Roberto Cervantes Barrantes en el puesto.
El Cicap también propuso reducir el número de gerencias de las seis actuales a tres, pero este es un asunto que apenas podría decidirse en el transcurso de este año. A ese centro la CCSS le pagó $480.000.
En el 2018, aparece la empresa Ernst & Young que desarrolla los mapas de procesos y el levantamiento de las cargas laborales, básicos para considerar una nueva redistribución de los 3.500 empleados del nivel central. A estos expertos internacionales se les pagó $950.000.
“Es un reto cambiar una organización tan complicada: no solo somos salud, también somos pensiones. No solo somos seguro social, sino seguridad social.
”Buscamos ser más integrados, más rápidos, más flexibles. En paralelo, se trabaja el proyecto de fortalecimiento de prestación de los servicios y otros estratégicos”, en referencia a proyectos como el del Expediente Digital Único en Salud (EDUS), para que los asegurados tengan un único expediente a nivel nacional; y a los relacionados con el desarrollo de nueva infraestructura y tecnología.
Técnicamente, dijo Li, se va de una institución organizada por funciones a una por procesos.
“QUEREMOS UN NIVEL CENTRAL MÁS CHICO, MÁS ÁGIL, MÁS FLEXIBLE Y MENOS TIESO, ALGO QUE ES MUY PROPIO DE LAS ORGANIZACIONES VIEJAS. QUEREMOS VER A LA ORGANIZACIÓN FUNCIONANDO MÁS COMO EQUIPO”. Julia Li Vargas Directora de reestructuración nivel central de la CCSS
Todo este proyecto, en principio, no resulta visible para los miles de asegurados que acuden, diariamente, por atención tanto en servicios de salud como en el seguro de pensiones.
Es un proceso que se desarrolla más ‘puertas adentro’, con equipos técnicos que, es cierto, lo que buscan como máximo objetivo es que el asegurado pueda tener acceso a una atención más ágil y oportuna, lo más cerca de su casa.
Según Li, aunque la reestructuración se enfoca en el nivel central, repercutirá, indiscutiblemente, en el funcionamiento de los servicios de salud y pensiones, a nivel local; es decir, en los Ebáis, clínicas y hospitales de todo el país.
El llamado nivel local (por ejemplo, el hospital de Upala, en Alajuela) contará con más músculo para resolver situaciones que comprometan la provisión de medicamentos, personal, infraestructura y equipo. Se espera que, como resultado, se reduzcan los plazos para resolver y se mejore la calidad de los servicios.
Esta reestructuración se conecta con los demás proyectos que la Caja impulsa para mejorar la capacidad resolutiva de la institución.
El proyecto, por lo pronto, finalizará este año. Para el próximo, quedarán dos evaluaciones y se nombrará un equipo de desarrollo organizacional para vigilar el avance del proceso y actualizarlo al cambio de los tiempos.