Reformas cantonales
El rechazo de la propuesta de la clase política en las justas municipales debería llamar a la reflexión y la enmienda. Miles de millones de impuestos fueron invertidos por el Tribunal Supremo de Elecciones en su proclama. El escenario no es novedoso. El mensaje no caló en los votantes. El Tribunal debería ser más estricto con la oferta de los partidos y para descalificar a quienes se encuentren envueltos en querellas judiciales.
No era de extrañar que el gran ganador, una vez más, haya sido el abstencionismo, fenómeno social válido y muy difícil de erradicar, y que denota frustración y enojo.
Más del 63 % de todo el país no votó, sobresalió el cantón central de San José, donde se manifestó el mayor descontento y rechazo por la gestión del alcalde. Resulta patética tal reelección para un quinto periodo consecutivo.
Con un 74,6 % de abstencionismo, únicamente votaron 25 de cada 100 electores, y Johnny Araya obtuvo el 37 % de los votos emitidos. En otras palabras, triunfó por unos 20.000 votos.
Si no hay cambios radicales en los gobiernos locales, el abstencionismo seguirá como invitado especial. Tienen la palabra los diputados ante las recomendaciones de la misión de expertos electorales de la
Organización de los Estados Americanos. Las limitaciones deberían fijarse también para los regidores, quienes, en algunos casos, son fieles acompañantes de los largos periplos de los alcaldes. Halley Castro Ramírez
Barrio México